Entrevista a Adrián Sas: «Quien me pone los dos pies en la prisión es el Govern de Catalunya»

    Foto. Adrián Sas en una charla por la amnistía total.

Muro de solidaridad y denuncias:

-Entrevista a Adrián Sas.

Adrián Sas, activista independentista: «Quien me pone los dos pies en la prisión es el Govern de Catalunya»

El activista independentista de Vilafranca del Penedès, condenado a tres años y medio de prisión por haberse manifestado durante el primer aniversario del 1 de octubre, podría ser encarcelado las próximas semanas, después de que el Tribunal Supremo haya confirmado la sentencia.

Apenas hace un par de semanas, el Tribunal Supremo confirmó la condena a tres años y medio de prisión al activista independentista Adrián Sas (1989). De este modo, ratifica la sentencia que le atribuyó los delitos de atentado a la autoridad y lesiones por, presuntamente, haber agredido a dos agentes de los Mossos d’Esquadra el 1 de octubre de 2018, durante la protesta desarrollada en el primer aniversario del referéndum del 1-O.

Entrevistamos al joven de Vilafranca del Penedès (Barcelona), cuando está a la espera de recibir la ejecutoria de la sentencia por parte de la Audiencia de Barcelona, que ordenará su ingreso a prisión. Sas avisa que no se va a presentar voluntariamente al centro penitenciario. El activista tendría que ser uno de los primeros beneficiados de la futura entrada en vigor de la ley de amnistía, pero esto no evita que se muestre crítico con los partidos independentistas.

Foto. Sas.

-El 11 de diciembre de 2018, mientras paseaba por Vilafranca con su padre, fue detenido por haber agredido presuntamente a dos agentes de los Mossos durante la protesta que el 1 de octubre de aquel año había tenido lugar alrededor del Parlament, coincidiendo con el primer aniversario del referéndum. ¿Cómo enmarcas aquella detención?

Pretendían atacar a las personas que entonces estábamos significándonos en las movilizaciones, y, de este modo, atemorizar a la gente para que no saliera a la calle. En mi caso fue sintomático, porque en lugar de enviarme una citación a casa, aprovecharon que mis padres habían venido a visitarme- después de dos años sin verlos- para detenerme el mismo día. Querían hacerme daño a mí, pero también a mi entorno familiar y de amistades.

-¿Cómo valoras el reciente dictamen del Supremo, que ha ratificado la condena que le impuso la Audiencia Provincial de Barcelona el noviembre de 2020?

No es casualidad que el mismo día que se aprobaba la Ley de amnistía se conociera la resolución del Supremo en que rechazaba el recurso que mis abogados presentaron. Un auto del cual la familia tuvo noticia por la prensa, lo cual ha sido otro golpe duro.

-En el transcurso de su proceso penal se encontró con que la Generalitat se desdijo de su compromiso de retirarse de la acusación y, incluso, elevó a un delito de atentado agraviado el escrito que había formulado la Fiscalía. ¿Cómo fue?

De entrada, la Fiscalía me pedía siete años de prisión, mientras la Generalitat se quedaba en cinco años. Pero, después de reunirnos con ERC y Junts, que entonces estaban en el Govern, con el objetivo que la Generalitat se retirara como acusación particular, de repente todo se torció. No solo continuó personada; también presentó la agravante, provocando así que la condena superara los dos años y, por lo tanto, que implique mi ingreso a prisión. Al final, pues, quien me pone los dos pies en la prisión es el Govern de Catalunya.

-¿En la decisión intervinieron los sindicatos que operan dentro de Interior?

Es evidente que, desde los sindicatos de los Mossos, se presionó al Govern para que no cambiara de postura, aunque ya le iba bien para contentarlos. Al final, los Mossos son su escudo ante las protestas populares y, como partidos burgueses, ERC y Junts siempre acaban priorizando sus intereses por encima de los de la mayoría. Conscientes, también, que las movilizaciones se les podían girar en contra.

-¿Cree que, después de conseguir los indultos, querían evitar que parte del soberanismo se mantuviera activo reivindicando el 1 de octubre?

Lo hemos visto con la criminalización que han sufrido los CDR, que al funcionar al margen de los partidos y las instituciones estaban incomodando tanto al Estado como al mismo Govern. Del mismo modo que ahora han impulsado una Ley de amnistía que, si bien no comprende el conjunto de represaliados, no la habrían planteado sin el movimiento antirrepresivo que ha habido en la calle y la gran abstención que se produjo en las pasadas elecciones.

-Algunos colectivos consideran que la ley está lejos de los casos que tendría que alcanzar.

Sin duda, porque la represión no empezó el 1 de octubre, sino que viene de lejos. Hay que recordar que, en el Estado español, hay más de 300 presos políticos, de los cuales muchos están aislados o sufriendo enfermedades graves sin ser atendidos cómo correspondería. Pues bien: esta amnistía también los deja fuera a ellos y a centenares de personas más que están en procesos judiciales por defender derechos tan básicos como el acceso a una vivienda, la libertad de expresión o para hacer frente a los fascistas de Vox. La amnistía tendría que ser para todos los represaliados, independientemente de los métodos de lucha que hayan empleado en su momento.

-Ahora está a la espera que la Audiencia Provincial, que es quien le condenó, le envíe la ejecutoria para que entre a prisión. ¿Cómo afronta la situación?

Supongo que no tardarán en notificarme que dispondré diez días para presentarme a prisión. Pero como he dicho públicamente, no lo pienso hacer. Al margen que, con los abogados, quizás solicitaremos la suspensión de la ejecutoria arguyendo que la Ley de amnistía está tramitándose, cosa que tampoco es garantía de nada. La tendrían que aceptar y ver como se aplica la ley, porque con el adelanto de las elecciones en Catalunya, es posible que se apruebe después. De forma que entraría a prisión y, cuando se aprobara, entonces sería el juez quien tendría que interpretar si la amnistía me beneficia o no.

-Con todo, ¿qué estrategia contempla una vez reciba la ejecutoria?

No me marcharé ni me esconderé, pero tampoco me entregaré voluntariamente. Que me vengan a buscar y sean ellos quiénes demuestren cómo en este Estado, por el simple hecho de defender el derecho a manifestarse o la autodeterminación, puedes acabar en la prisión.

-¿Piensa que falta unidad en la lucha antirrepresiva para evitar casos como el suyo?

Tenemos que recuperar la unidad. Y en esta línea, el octubre de 2017 tendría que servir de aprendizaje: no podemos dejar la iniciativa a los partidos institucionales, que ante un pueblo que estaba dispuesto a llegar hasta el final, retrocedieron y nos dejaron tirados. En cambio, si nos organizamos bien, podemos combatir a este Estado que continúa persiguiendo y encarcelando a todos los que cuestionan sus estructuras burguesas y fascistas. Ahora quizás no lo vemos, pero dentro de unos años nos daremos cuenta del contexto de regresión que estamos atravesando hoy. No nos queda otro camino que organizarnos.

https://www.publico.es/politica/adrian-sas-activista-independentista-me-pone-pies-prision-govern-catalunya.html#md=modulo-portada-bloque:2col-t5;mm=mobile-big

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