Búsqueda sobre las elecciones de 1933 y 1936 / 80 años de la decapitación de Santiago Gapp, marianista antinazi refugiado en Valencia y secuestrado por la Gestapo / Memoria de Francisco Granado Gata (1935-1963).

Memoria histórica imprescindible:

-Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica:

Buscamos personas centenarias que puedan recordar las elecciones de 1933 y 1936, durante la Segunda República, y el establecimiento del sufragio femenino.

¡Pásalo!

https://memoriahistorica.org.es/

Fotos de la Gestapo de Gapp.

-Ocho décadas de la decapitación del beato Gapp, el marianista antinazi refugiado en Valencia y secuestrado por la Gestapo.

El 13 de agosto de 1943, el beato Santiago Gapp, religioso marianista austríaco opositor al régimen de Adolf Hitler, fue decapitado en la cárcel de Plötzensee de Berlín tras haber sido localizado por la Gestapo en Valencia y trasladado, mediante engaño, hasta Francia.

Jakob Gapp (Wattens, Austria, 1897) era un sacerdote austríaco que huyó de su país en 1939 –en marzo de 1938 la Alemania nazi se anexiona Austria al III Reich (Anschluss)– perseguido por la policía nazi, la Gestapo, “por sus contundentes críticas contra el racismo de Hitler, que plasmaba en sus homilías”, según reflejó su biógrafo, el religioso marianista José María Salaverri. Gapp, conocido después en España como Santiago, llegó a València en 1941 tras pasar por Burdeos y en 1942 fue localizado por la Gestapo.

Dos jóvenes alemanes llegaron a València y se ganaron durante meses la confianza de Gapp, haciéndose pasar por judíos también perseguidos, hasta convencerle mediante engaños para viajar a San Sebastián. El 9 de noviembre de 1942 entraron con él en Hendaya, entonces en la Francia ocupada por el régimen nazi, y fue arrestado. Tras ser torturado y encarcelado, murió decapitado en Berlín el 13 de agosto 1943.

Existe un documental dirigido por el valenciano Manuel Cabo, ‘Santiago Gapp, el sacerdote que se enfrentó a Hitler’, que recorre la vida del sacerdote austríaco en localizaciones como Alemania, Austria, Francia y España, con entrevistas a historiadores y religiosos de la congregación marianista a la que pertenecía Gapp.

https://www.eldiario.es/comunitat-valenciana/ocho-decadas-decapitacion-beato-gapp-marianista-antinazi-refugiado-valencia-secuestrado-gestapo_1_10441216.html?goal=0_10e11ebad6-bc5e67efde-64733153&mc_cid=bc5e67efde&mc_eid=741781b133

Sentencia. Pena de muerte para Granados y Delgado.

-En reparación de la memoria de Francisco Granado Gata (1935-1963).

Combatiente antifranquista, en el 60º aniversario de su muerte por “garrote vil”.

En su documental Queridísimos verdugos, rodado en 1977, Basilio Martín Patino reunió en el desaparecido Mesón de los Castúos de Badajoz, que estaba en la calle Manuel Cancho, a dos de los últimos verdugos del régimen franquista, Vicente López Copete y Antonio López Sierra. Allí, entre borrachera y cante flamenco, ambos verdugos se jactaron de los muchos y muy variados asesinatos que cometieron en nombre del Estado, como ejecutores de la Audiencia de Barcelona y de Madrid, profesionales del muy español garrote vil, con escenificación incluida sobre una banqueta del procedimiento a seguir para descoyuntar al condenado, en la que Vicente hacía de verdugo y Antonio de ajusticiado. Entre los muchos que mataron, como diligentes funcionarios, estaba un paisano de la provincia de Badajoz, Francisco Granado Gata, en la prisión de Carabanchel, la madrugada del 17 de agosto de 1963. Apenas unos minutos después de romperle el cuello, se lo rompieron también a Joaquín Delgado Martínez. Por tamaña proeza, en la que fueron asistidos por guardias civiles, policías y carceleros, cobraron una prima de 7.000 pesetas cada uno que, seguramente, se gastaron en cogerse una buena melopea.

Denuncia en prensa europea de los asesinatos.

El caso “Granado/Delgado” y el sistema represivo franquista

Se ha escrito mucho sobre Delgado y Granado, los dos jóvenes anarquistas cuya ejecución siguió a la de Julián Grimau, miembro del PCE. A Grimau, como no lograron matarle tirándole por la ventana del segundo piso de la Dirección General de Seguridad, Puerta del Sol en Madrid, le fusilaron en el campo de tiro de Carabanchel, el 20 de abril de ese año. Poco después, a finales de julio, eran detenidos Francisco Granado Gata, de 27 años, natural de Valencia del Ventoso (Badajoz), casado y con tres hijos, y Joaquín Delgado Martínez, de 29 años de edad, natural de Cardona (Barcelona), soltero. Ambos eran miembros de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias.

Integrantes del grupo Defensa Interior, creado por CNT con intención de hostigar al régimen de Franco y apoyar a los presos, habían llegado desde Francia a España poco antes de ser detenidos. Tras su detención, en apenas 17 días, fueron encarcelados, torturados, juzgados, sentenciados y asesinados. Todo ello en un proceso sumarísimo en consejo de guerra por un atentado con bombas que no habían cometido, como se demostraría fehacientemente años después. Según diversas fuentes, en su tortura participaron los inspectores de la Brigada Político-Social Saturnino Yagüe y Enrique González Herrera, entre otros. Hasta el mismo Director General de Seguridad, Carlos Arias Navarro, El carnicero de Málaga, después presidente de Gobierno con Franco, se empleó a fondo con las torturas, soltando algún que otro tortazo. De todo ello, del proceso y del inmerecido olvido en el que estos dos anarquistas, combatientes antifranquistas, cayeron tras su asesinato, dio extensa y documentada noticia Carlos Fonseca en su libro Garrote vil para dos inocentes, El caso Delgado-Granado, Edición en Temas de Hoy, Madrid, 1998. Un año antes, en 1997, se estrenaba el documental Granado y Delgado, un crimen legal, realizado por Lala Gomá. En este documental prestaban declaración los verdaderos autores de los atentados que fueron atribuidos a los dos libertarios.

La documentación del consejo de guerra seguido contra Delgado y Granado, repleto de irregularidades, no deja dudas. No se buscaba castigar a los culpables, sino manifestar ante el mundo entero que la dureza criminal del régimen de Franco no había variado un ápice desde el golpe de Estado de julio de 1936. Como colofón, al año siguiente, 1964, el Régimen celebró los “25 años de paz”.

Portada prensa. Fotos con signos torturas.

La manipulación de la memoria franquista del papel de la resistencia contra su régimen

Al igual que los guerrilleros que luchaban en la sierra y eran considerados como “bandidos” por el franquismo, para deshumanizar y quitar el componente de combatientes contra la dictadura, del mismo modo se identificaba a cualquier tipo de resistencia. La memoria gráfica sobre Delgado y Granado se comienza a tejer el 3 de agosto de 1963, cuando el periódico ABC, edición de Madrid, publica en su portada su detención. Bajo sus fotografías, en las que aparecen con evidentes signos de tortura, figura también la de la plana mayor de la Dirección General de Seguridad y Brigada Político-Social, los sicarios del Régimen.

En la sombra, orquestando una campaña de intoxicación informativa ya ensayada con el caso Grimau, está el joven Manuel Fraga Iribarne, Ministro de Información y Turismo, miembro del Consejo de Ministros de Franco que firmaría todas estas sentencias de muerte y, con el tiempo, uno de los llamados “padres” de la actual Constitución española, fundador del partido político de derechas que hoy lleva el nombre de Partido Popular.

Frente a esa memoria tejida por el franquismo, falsa y torticera, se yergue con dignidad los intentos de la familia y de diversas organizaciones confederales anarcosindicalistas por restituir la inocencia de Delgado y Granado. Pilar Vaquerizo, la viuda de Granado, lo dijo muy claro cuando presentó por primera vez, en compañía del hermano de Delgado, un recurso de revisión de condena ante la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo, el 3 de febrero de 1998: “Solo queremos que se sepa la verdad, que mataron a dos inocentes”.

De nada le sirvió en un país donde los jueces franquistas aún no han sido juzgados, ni lo serán. A día de hoy la Justicia española, donde tanto franquismo sociológico y heredado hay, sigue considerando a estos dos combatientes antifranquistas como terroristas merecedores del garrote que acabó con sus vidas, a pesar de las evidencias de su inocencia y de la clara vulneración de su derecho a un juicio justo…

https://serhistorico.net/2023/08/09/en-reparacion-de-la-memoria-de-francisco-granado-gata-1935-1963/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.