«La Traca», mucho más que un semanario de humor. Y lo que les costó / Los falangistas celebran el fin del año 36 / Anisio Castillo se suicidó para que dejaran en paz a su familia / Libro de Memoria «Tierra», en Arles.

Portada de La Traca. «¡Arriba España!» (masacre fascista)

Memoria histórica imprescindible:

-«La Traca», mucho más que un semanario de humor.

Historia de la Traca, de su editor Carceller y de su dibujante Bluff, asesinados por la dictadura, cuya tragedia forma parte de esa Memoria Histórica que a cuenta gotas se va recuperando.

El 28 de junio de 1940, el régimen golpista fusiló a Vicent Miguel Carceller y a Carlos Gómez Carrera, Bluff, después de que un consejo de guerra los condenara a la pena de muerte. El primero era editor de la revista La Traca y el segundo uno de sus dibujantes estrella. Además, condenó a 30 años de prisión a José Mª Carnicero, también dibujante.

Foto. Vicent Miguel, y portada con caricatura de Franco.

De este modo, pasaron a la historia por haberles cabido la gloria -incierta y trágica gloria-, de haber ridiculizado a Franco mediante unas caricaturas. Algo insólito, no los crímenes del franquismo, sino el hecho de condenar a muerte a un dibujante y a un editor, los cuales, jamás pudieron ser acusados de un delito de sangre.

La Traca la fundaron dos republicanos valencianos: Manuel Lluch Soler y Luis Cebrián Mezquita. Y lo hicieron en 1884.

Pero, como señala Laguna, el semanario “La Traca con Carceller como editor será la Biblia del entretenimiento para el republicano, para el socialista y anarquista, para obreros y campesinos”…

https://www.nuevatribuna.es/articulo/cultura—ocio/traca-mas-que-semanario-risa/20230618102843213034.html?utm_campaign=twitter

Foto, madres presas con hijos en brazos.

-Fin de año del 36.

En la puerta del hospicio de Vegueta los esperaba como una fiera la hermana gallega, Sor Patricia Regueiro, la habían avisado la noche anterior de que vendrían los falangistas a por varias muchachas, con los brazos colocados en la cintura le dijo al jefe nazi José Carlos Barber:

-De aquí no sale nadie, estas niñas están bajo nuestra custodia-

Carlos Mauricio, cacique de Gáldar, le dio un empujón por la espalda tan fuerte que la religiosa cayó al suelo quedándosele las enaguas en la cabeza y los muslos al aire, lo falanges no paraban de reírse a carcajadas, la monja trataba de levantarse y Alfredo Rivas le dio una patada tan fuerte en los pechos que la dejó revolcándose en la acera de dolor, mientras los esbirros entraban como fieras a la parte alta donde las chicas dormían:

-Elige a cinco Cabrera, las más gordas y tetudas, que esta noche hay fiesta de fin de año- dijo el viejo falange vestido de azul con un pistolón de 9 milímetros al cinto.

Las mujeres gritaban de horror al ver como amarraban con alambres las muñecas de sus compañeras, eligieron a Lucía Soto, Mari Pino Melián, Teresa Santiago, Juanita Mederos, y Lolita Santana, mientras las reducían les hacían tocamientos, iban muy borrachos, hasta varios de los requetés se caían contra las paredes por los efectos del alcohol en sus cuerpos.

Ya en la calle Reyes Católicos las formaron en fila ante la mirada atónita de los vecinos y vecinas que salieron de sus casas asombradas, Sor Patricia salió corriendo y se lanzó sobre Barber tratando de parar aquel escarnio, pero el sicario la golpeó con una porra de hierro en la cabeza, dejándola sin conocimiento en el suelo sobre un charco de sangre.

Las metieron en un pequeño camión propiedad del Conde, el mismo que usaban los «grandes de España» para el traslado de las cajas de tomates, las chicas eran todas aparceras, hijas de hombres asesinados desde la noche del sábado 18 de julio del 36:

-Suban putas que esta noche van a saber lo que son pingas nacionales, no las de las mariconas rojas de sus novios-

Una vez sobre el vehículo se las veía cabeza gacha, sentadas en el suelo, al fondo del reducido habitáculo, Sor Patricia recuperándose, tratando de incorporarse con una grieta en la cabeza.

Enseguida partieron hacia la hacienda de La Noria en Jinámar, donde tenían prevista la despedida del «Año del glorioso Alzamiento y la Santa Cruzada», como la llamaban de forma pomposa, todos muy colocados por el ron aldeano, los uniformes manchados de sangre por las sacas (1) nocturnas en pozos y agujeros volcánicos de cada rincón de Gran Canaria.

Con las mujeres iban varios fascistas custodiándolas fusil en mano, en la parte delantera de la camioneta un Barber eufórico, con el rostro desencajado, disparaba al aire con su Astra, gritando con medio cuerpo fuera de la ventana y una botella medio vacía de licor en la mano:

-Esta noche vamos a dar polla de la buena ¡Arriba España!-

La madre con sus hábitos rotos, los ojos llenos de lágrimas, una mano en la cabeza con un pañuelo blanco tapando la hemorragia, mirando temblorosa como el vehículo se perdía entre las callejuelas empedradas de la vieja ciudad colonial.

(1) El procedimiento consistía en la extracción masiva y sistemática por parte de los fascistas españoles de mujeres y hombres de sus casas o cárceles con el objeto de ser ejecutad@s. Las víctimas eran sacadas con criterios globales, militares, religiosos, de estatus social, etc.

Imagen: Madres presas de Durango con sus hijos. Foto: Gerediaga Elkartea.

Relato publicado en el libro de Pako González Tejera, “Señales del alba” (2022).

Fotos, cartas y agenda de Anisio.

-Vuelven a Agudo (Ciudad Real) los restos de Anisio Castillo: se suicidó para que el Franquismo dejara en paz a su familia.

Los restos mortales de Anisio Castillo, represaliado por el Franquismo que se echó al monte al finalizar la Guerra Civil española tras pasar un año en la cárcel, descansan desde el pasado 3 de junio en paz y dignidad en el cementerio de Agudo, junto a su familia.

Anisio Castillo López ‘El pintao’ (Agudo, 1906) murió el 12 de marzo de 1943, casi cuatro años después de que terminara la guerra, por una herida causada por arma de fuego en la tapia del cementerio de Agudo.

Dos notas a lápiz que se encontraron junto al cadáver, entre varios cartuchos del calibre 16 y una librera con tapas de cartón, sirvieron para confirmar que se suicidó para que las autoridades del régimen dejaran en paz a su familia.

“Me he quitado la vida yo mismo, por no penar más en este mundo, que bastante he penado y estoy haciendo de penar a mi familia, sin culpa ninguna… Le ruego al jefe de puesto de Agudo… pues no debe penar más mi familia”, escribió.

En esa misma carta, que incorporó el sumario 6.907, legajo 2.277 del Tribunal Militar Territorial Número 1, juró que no había matado, ni encerrado “a nadie”, y explicó que se echó a la sierra después de estar preso un año, porque le querían volver a apresar.

En la segunda se despidió de su esposa, madre, hermanas e hijos, que estaban deportados entonces en Herencia. “No echéis la culpa a nadie, que me he matado yo mismo”, escribió, al mismo tiempo que les deseó que encontraran a “quien haga bien por vosotros para siempre jamás”.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica corrió en septiembre de 2021 con la exhumación del cadáver, que apareció en el suelo de la antigua sala de autopsias, anterior cementerio civil.

“Los restos aparecieron removidos y en muy mal estado de conservación, porque en los años 60 enterraron a otra persona encima”. Pero allí estaban las albarcas de Anisio Castillo, algún botón y un mechero de yesca.

Después del proceso de identificación genética y antropológica, que ha permitido confirmar la identificación, la ARMH entregó los restos de Anisio Castillo a su familia en el Ateneo Republicano de Vallecas (Madrid). Ese mismo día, su única hija viva lo pudo enterrar junto a su familia en el cementerio de Agudo.

La ARMH solo tiene pendiente en la provincia de Ciudad Real la entrega de las 8 víctimas no reclamadas en la primera fase de la exhumación de la gran fosa de Manzanares, donde fueron asesinados 288 personas entre 1939 y 1942.

En febrero ya se entregaron los huesos de 6 víctimas de la represión franquista, entre ellos los del alcalde socialista Pedro Gallego Sánchez-Gil, y en la actualidad un laboratorio de Zaragoza ultima las identificaciones.

https://memoriahistorica.org.es/vuelven-a-agudo-los-restos-de-anisio-castillo-se-suicido-para-que-el-franquismo-dejara-en-paz-a-su-familia/

Foto. Libro «Tierra».

-Libro de memoria «Tierra», en Francia.

El fotolibro TIERRA, de Espe Pons, ha sido seleccionado en THE BOOK AWARDS 2023, PRIX DU LIVRE, de Arles ( Francia) en la categoría Prix du Livre d’auteur, libro de autor.

Los rencontres de Arles es el festival de fotografía más importante de Europa.

https://www.rencontres-arles.com/fr/expositions/view/1514/les-prix-du-livre-2023

En Arles estará expuesto durante todo el festival (de julio a mediados de septiembre) y también se podrá conseguir en la librería Actes Sud (desde el año pasado están vendiendo también Sota la llum del mar, su anterior fotolibro).

Además, Tierra también ha sido adquirido por la Biblioteca del Museo Reina Sofía, para su fondo de colección, donde también se encuentra Sota la llum del mar.

Foto del libro anterior. Iglesia Sant Felip Neri.

Y su imprescindible libro anterior:

*‘Sota la llum del mar’, de Espe Pons. Libro de fotografías y textos en homenaje a Tomás Pons Albesa, un imprescindible asesinado en 1941.

-http://www.presos.org.es/index.php/2022/03/23/sota-la-llum-del-mar-de-espe-pons-libro-de-fotografias-y-textos-en-homenaje-a-tomas-pons-albesa-un-imprescindible-asesinado-en-1941/

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