1917 a 1919, oleada de huelgas en Brasil. La creación del Comité de Defensa Proletaria. I de II.

Huelgas 1917/19 en Brasil. 1 de 2.

Luchas obreras rescatadas del olvido

Agenda

Brasil -1917 ⁄ 1919-

Foto. Huelga general de 1917.

Oleada de Huelgas -I-

La prolongación de I Guerra Mundial trajo consigo un aumento de la producción industrial a Brasil. Sin embargo, este hecho no se materializó en una mejora de las condiciones de vida de los trabajadores. La carestía de la vida se enquistaba debido a que la mayoría de los alimentos iban a parar al frente de guerra en Europa, donde las potencias imperialistas desangraban a sus pueblos. Desde 1915, los precios del arroz, el azúcar, el maíz, el frijol o el trigo se desbocaron. Al mismo tiempo, los salarios permanecían congelados desde antes de la Gran Guerra, lo que no tardó en provocar un estallido de la lucha obrera. En enero de 1917, la FORJ (principal sindicato brasileño) promovió un Comité Central de Agitación y Propaganda contra la carestía y el aumento de impuestos, y el 1º de Mayo comenzó una oleada de protestas en todo el país.

El centro neurálgico de toda esta agitación se instaló en São Paulo. Los tejedores de la ciudad comenzaron demandando un aumento salarial, pero ante la negativa de la empresa se declararon en huelga. Esta acción fue secundada por otros trabajadores del sector, que engrosaron las movilizaciones, en las que la Fuerza Pública asesinó al zapatero anarquista José Martínez y detuvo a varios obreros. Los sindicatos decidieron entonces crear un Comité de Defensa Proletaria, capaz de coordinar las distintas huelgas y dirigir la lucha bajo unas reivindicaciones comunes. 10.000 obreros acompañaron el funeral de Martínez y, aunque la manifestación concurrió con relativa calma, los días siguientes se formaron pequeñas comisiones obreras que sumaron a la huelga a más de 20.000 obreros de la compañía de gas Light & Power y multitud de pequeñas fábricas y talleres. Poco a poco se fue organizando la unidad obrera en torno a las siguientes reivindicaciones: jornada de ocho horas, aumento de remuneración para horas extras, abolición del trabajo nocturno para mujeres y menores de 18 años y supresión del trabajo en fábricas para menores de 14 años, libertad para los huelguistas presos y reconocimiento del derecho de reunión.

Las localidades de Rio Grande do Sul, Porto Alegre y Pelotas se adhirieron a las protestas con reivindicaciones específicas como la rebaja del precio de los alimentos y del tranvía, la instalación de mercados libres en los barrios y un aumento generalizado de los salarios. En Porto Alegre se paralizó completamente la ciudad durante una semana; en Pelotas, durante dos días. En la ciudad de Recife, el Sindicato de Oficios Varios planteó entre sus exigencias la equiparación salarial entre hombres y mujeres, medidas de higiene y seguridad en los centros de trabajo y la disminución de los alquileres. La represión del gobierno se cebó con los líderes del movimiento, encarcelando a varios de ellos. En el mismo periodo, las huelgas se extendieron a Bahía, Paraná y Pará. En Paraná se llegaron a utilizar explosivos y se generalizaron un sinfín de sabotajes a los postes telefónicos y la infraestructura de abastecimiento de la ciudad. La FORJ fue proscrita y las organizaciones sindicales ilegalizadas… /…

(Continúa el domingo 23 de abril)

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