Memoria histórica imprescindible:
-El falangista de la navaja de afeitar.
Cuando el jefe falangista del municipio de Firgas, Tomás Latorre Palenzuela, usaba la afilada navajilla de afeitar sobre los rojos detenidos le brillaban los ojos en la oscuridad, era como si de repente aquel monstruo encontrara la felicidad arrancando lentamente las orejas y las narices de aquellos hombres sin destino.
Sus alaridos de dolor se atenuaban en la inmensidad del barranco perdido de Azuaje, allí entre la escorrentía del agua fresca y la siniestra soledad practicaba las mismas torturas que su abuelo ejercía sobre los jornaleros rebeldes a finales del siglo XIX.
El viejo desde su absoluto deterioro físico en la silla de ruedas le enseñó a cortar sin tregua utilizando conejos vivos a los que descuartizaba en su presencia mostrando a su nieto cómo hacer sufrir hasta la extenuación a un hombre.
Latorre colaboraba con el alto mando requeté, Francisco Rubio Guerra, en la venta de niños del chalet de los Rosales a la entrada del pueblo, se hicieron millonarios cuando descubrieron que aquello era un negocio redondo que iba más allá de rescatar de la crianza comunista a los pobres chiquillos, que había muchas parejas adineradas que no podían tener hijos, familias de bien dispuestas a pagar lo que pidieran.
Feliz por la fortuna amasada tras el golpe de estado aquella fría noche de enero del 37 cortaba minuciosamente las rojas aurículas de los tres muchachos de El Trapiche: Felipe, Juan y Roberto, que eran miembros de la Federación Obrera y del Partido Comunista, los sacaron del campo de concentración de La Isleta expresamente para matarlos y desaparecerlos.
No había más sentido que el odio, no podían perdonarles que hubieran sido parte de la organización de las huelgas en los tomateros de La Marquesa en el 24, seis orejas cortadas, seis narices entre el sagrado bosque de laurisilva, los restos de la tala masiva de la Selva Doramas tras la Conquista castellana y el primer genocidio.
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-El trabajo forzado de los ‘rojos’ en campos de concentración que Franco usó para erigir “la Nueva España”.
El franquismo no solo levantó campos para recluir a prisioneros republicanos, sino que puso en marcha todo un sistema de mano de obra forzada integrado por los cautivos considerados “desafectos” al “Glorioso Movimiento Nacional”, más de 95.000 en abril de 1939.
Los pasajeros que salieron de Barcelona en dirección a Madrid y de Madrid hacia Barcelona nunca llegaron a su destino. A las 4.03 de la mañana del 3 de diciembre de 1940 ambos trenes colisionaron a 51 kilómetros de Zaragoza dejando 50 muertos y 90 heridos. Fue al accidente ferroviario más grande de Aragón. El choque movilizó a las poblaciones cercanas en auxilio de las víctimas, pero también fueron enviados los trabajadores forzados que el sistema franquista mantenía en una localidad a menos de 10 kilómetros de la catástrofe. Se da la circunstancia de que tuvieron que socorrer a jefes y escoltas de otros compañeros prisioneros debido a que numerosos viajeros de uno de los trenes eran militares de permiso…
-Presentación de libros sobre Matilde Landa.
7 de febrero. Badajoz. Biblioteca, sala polivalente, 18 h.
*Para huir de la muerte. Matilde Landa, saltar y asaltar los cielos. De Manuel Cañada.
*Romance épico a Matilde Landa. De Jesús Fernández García.
¿QUIÉN FUE MATILDE LANDA?
LANDA VAZ, Matilde. (Badajoz- 1904 / Palma de Mallorca 26 septiembre 1942). Hija del abogado krausista Rubén Landa Coronado, sobrino de la escritora Carolina Coronado. Dada la mentalidad librepensadora de este, Matilde no fue bautizada, hecho que le acarrearía un trágico final. En 1923 se traslada a Madrid a estudiar y aquí conoce a Francisco López Ganivet (1907-1961), militante comunista con el que contrae matrimonio en 1931, ingresando en el PCE poco antes del golpe de estado fascista contra la República. Se incorpora al Socorro Rojo Internacional desempeñando tareas sanitarias. Iniciada la guerra, combate en el 5º Regimiento junto a Lister, la Pasionaria y Miguel Hernández. Y en las Brigadas Internacionales. En 1939, es designada para reorganizar el Partido en el interior. La “caída” de varios compañeros, provoca su detención. El 26 de septiembre de 1939 ingresa en la Prisión de Ventas, donde desarrolla una impresionante tarea de ayuda a las presas. Condenada a muerte, le es conmutada la pena capital por 30 años de cárcel (como a Miguel Hernández) El 14 de agosto de 1940 ingresa en la prisión de mujeres de Palma de Mallorca, Can Sales. El 26 de septiembre de 1942, día que estaba prevista la ceremonia de su bautismo, con 38 años, se suicidó arrojándose desde una galería de la prisión. Con este acto estremecedor, los que empuñaban crucifijos para ganar el cielo, fueron derrotados.
Nunca olvidar:
-Federico García Lorca
«Contra el libro no valen persecuciones. Ni los ejércitos, ni el oro, ni las llamas pueden contra ellos; porque podéis hacer desparecer una obra, pero no podéis cortar las cabezas que han aprendido de ella».