Julian Assange y Pablo Hasél víctimas olvidadas, sus verdugos blanqueados. Artículo de Andreu García Ribera. Tal cual…

Cartel. «Pablo Hasél Libertad. Para cuando te hablen de libertad de expresión…»

Denuncia:

-Julian Assange y Pablo Hasél víctimas olvidadas, sus verdugos blanqueados.

Artículo en El Otro País, n.º 101.

Andreu García Ribera.

He tomado prestado el título de este artículo de otro que escri bió Pablo Hasél en junio de 2021 en el que denunciaba la muerte por suicidio de un preso en la cárcel de Ponent donde cumple condena. Este mes de febrero hace un año del encarcelamiento de Pablo Rivadulla Duró, nombre del rapero Pablo Hasél. Una verdadera cacería se ha organizado contra Pablo por parte de los aparatos coercitivos del Estado y del sistema judicial.

A las dos condenas que venía cumpliendo, una de dos años de prisión por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y otra de nueve meses y un día más multa de veinte mil euros por injurias a la Corona y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se adiciona otra condena firme desde diciembre del año pasado, de dos años diez meses y quince días por denunciar en las redes sociales el falso testimonio en juicio de un colaborador policial, Félix Rodríguez Souto, que con su deposición mendaz en sede judicial consiguió la absolución de dos policías de la Guardia Urbana de Lleida que propinaron una paliza a un menor de edad que pegaba carteles reivindicando el derecho de autodeterminación.

Este testigo “imparcial” y “objetivo” posa habitualmente con armas de fuego en las redes sociales, ha apoyado públicamente el vandalismo policial del 1 de Octubre y fue condecorado años antes por el Ayuntamiento de Lleida, gobernado entonces por el PSC, premiando su estrecha vinculación con la policía local.

A la cacería contra Pablo Hasél contribuyen diversas rehalas. En diciembre Pablo fue absuelto por el juzgado de lo Penal número nueve de Sevilla de un delito de injurias con publicidad, coacciones y odio contra el Jugador de fútbol nazi, Roman Zuzulya. Por cierto la acusación particular la ejerció el Betis Balompié que pidió dos años y medio de cárcel. Los últimos que han aparecido en la montería contra Pablo son los de Vox que han anunciado una querella por haber quemado una bandera de la monarquía española.

El mundo está al revés parado sobre su cabeza y no sobre sus pies, que decía el añorado Eduardo Galeano, así tenemos a Pablo Rivadulla juzgado y condenado por decir axiomas tales como que la monarquía borbónica es corrupta y nos saquea o que la policía tortura y asesina, así lo ha dicho también el Tribunal Europeo de Derechos Humanos que ha condenado al Estado español en diversas ocasiones por no investigar las torturas y malos tratos a detenidos y no hay que ser un lince para deducir que no se investiga aquello que se quiere ocultar. De todas formas hay que ser optimistas y algo de libertad de expresión debe existir cuando aún no conocemos que el Tribunal de Estrasburgo haya sido procesado por injurias u odio a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Foto. Portando pancarta «Hands off Assange».

Ejemplo de este mundo invertido con la cabeza en los pies y los pies en la cabeza es el miserable secuestro de Julian Assange quien por intentar democratizar la información, por sacar a la luz los crímenes cometidos por el ejército norteamericano, por mostrar con imágenes la crueldad de las “misiones humanitarias” de los EE.UU y la OTAN, la violación impune de los Derechos Humanos y todo el Derecho Internacional, se encuentra preso en una cárcel de máxima seguridad del Reino Unido en espera de una segura extradición a los Estados Unidos para ser sepultado en vida y que su destino sirva de escarmiento para cualquiera que intente cuestionar las verdades oficiales del imperialismo y sus guerras en beneficio del complejo militar industrial.

En este mundo al revés los asesinos van a juzgar y condenar a quien denunció y probó con miles de mensajes escritos y con imágenes los asesinatos cometidos sobre población indefensa por los amos del mundo. Siguiendo con la referencia a Eduardo Galeano repetimos que hoy se castiga la honestidad y se aplaude el crimen siempre que se practique en gran escala y sus autores sean generales o al menos presidentes, se combate a los pobres en vez de combatir la pobreza, por eso se producen aviones y no gallinas que sería mucho más barato y nutritivo.

Assange será condenado a cadena perpetua por decir la verdad y como él mismo dijo, buscar la verdad y defenderla es garantía de paz, en cambio las mentiras son los preámbulos de los conflictos. Efectivamente las mentiras sobre las armas de destrucción masiva en Irak, sobre los bombardeos de Gadafi contra manifestantes, la utilización de armas químicas a cargo del gobierno sirio, la invasión de Afganistán como respuesta al atentado de las Torres Gemelas o inventarse una escalada militar rusa que supuestamente amenaza al gobierno nazi de Ucrania fruto de un golpe de estado auspiciado y financiado por los EE.UU y la UE, supusieron y en el último caso puede suponer la devastación y el latrocinio de recursos naturales.

Como buen lamebotas de los yanquis Josep Borrell ha viajado a Rusia para interceder por Navalny. Desde luego no se le ocurrirá preguntar por el diplomático venezolano extraditado por los yanquis desde Cabo Verde, Alex Saab, o Julian Assange, secuestrado por sus patronos. Tampoco los medios de comunicación españoles asalariados de monopolios y fondos de inversión denunciarán el asalto a la libertad de información perpetrado en la persona de Assange.

Lo mismo sucede con Pablo Hasél, pocos medios de comunicación hablaron de libertad de expresión cuando lo encarcelaron ahora hace un año. Algunas fuentes de Podemos hablaron de un indulto, otros propugnaron una reforma del Código Penal que despenalizase los delitos de injurias a la Corona, la Presidenta del Parlament Catalá, Laura Borrás, visitó a Pablo Hasél en prisión y manifestó que era un preso político de la (in)justicia española.

Todos daban por hecho ante la opinión pública que de una manera u otra saldría pronto a la calle. Pasada la oleada movilizadora por la libertad de Pablo, todas las declaraciones han quedado en fuegos artificiales. No han hecho nada, de la misma forma que sólo han retocado cosméticamente la reforma laboral del PP y ni siquiera eso han hecho con la Ley Mordaza.

Y, sin olvidar a Valtònyc (José Miguel Arenas), que se tuvo que exiliar en Bélgica, en 2018 porque le querían detener para meterlo en la cárcel como a Hasél para cumplir los tres años y medio de cárcel por enaltecimiento del terrorismo y sus autores y humillación a sus víctimas, calumnias e injurias graves al Rey.

Vivimos un mundo donde las víctimas son olvidadas y los verdugos pasan por seres honorables.

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