Chile, millones de puños contra el tirano / Che: vigencia, polémica y rescate socialista / Roque Dalton: Proposición.

Cartel. «Es Estado de Chile nos está asesinando» (Dibujo, sostienen a manifestante asesinado)

Internacionalismo:

Chile

Cartel. «En Chile nos están matando, el Estado , la policía y los milicos. En todos los territorios resistimos, luchamos y nos cuidamos. Basta de torturas y violaciones DDHH»

-Dale pueblo, hasta acabar con el tirano.

Dibujo. (con banderas Ecuador, Chile y catalana, matan a un dragón)

-El mundo entero será la tumba del capital

Dibujo de Enrique Cedillo.

Foto. Che Guevara.

Argentina

-«Ernesto Guevara: vigencia, polémica y rescate socialista»

En estas fechas (8 de octubre, desde aquel 1967) se evoca mundialmente y se retoma el legado histórico de un gran luchador social argentino, cuyo aporte impactó, con profunda trascendencia, en su generación y en quienes lo continuaron vitalmente, así como también marcó una serie de polémicas que siguen hasta esta cruda época actual.

Un inmenso material de libros, entrevistas, artículos, filmaciones documentales, ficciones audiovisuales, representaciones artísticas en general, investigaciones científicas y conferencias, debates y ponencias académicas, en múltiples ámbitos sociales, políticos y culturales, suelen multiplicarse en torno a su genio y figura, a su vida y su obra; hecho que, a su vez, genera muchas otras implicancias, de muy variada significación.

Ernesto Guevara nació (Rosario, Santa Fe, 1928) y creció en una familia de clase media-alta «venida a menos», se educó y se templó como un joven de las mayorías populares, y al calor de las reivindicaciones sociales de su tiempo, al recorrer varios países de Latinoamérica, descubrió desde el territorio mismo la miseria, la opresión y las necesidades de nuestros países, de nuestros pueblos, de nuestros humildes hermanos, y acompañó diversas resistencias, siendo mundialmente conocido por su activa participación en la Revolución Cubana junto al liderazgo indiscutido de los hermanos Fidel y Raúl Castro y un inmenso apoyo popular en la isla, ocupando cargos ministeriales luego y, posteriormente, desplegando la solidaridad internacional en otras tierras en lucha antiimperial como Indochina y el Congo, hasta ser apresado en un combate de repliegue, en una emboscada, en Bolivia, y ser cobardemente asesinado con su grupo, a manos de golpistas y agentes de la CIA.

Vale señalar que, para quienes abrazamos las ideas socialistas, su aporte de activo militante se despliega en varios niveles de participación, debido a su gran capacidad y su arrojo, así como también a su claridad intelectual al momento de marcar lineamientos y objetivos como un gran teórico (faceta que no siempre se le valora como se debe), ya que su producción escrita y discursiva diferenció un momento de «guerra fría», de desgaste y recrudecimiento imperial de EEUU y sus aliados, de «declive y retirada de la URSS» hacia un capitalismo burocrático y, como contrapartida, de un creciente aluvión de respuestas independentistas en países periféricos y oprimidos, así como también una señalización a la creación de un socialismo cuyo núcleo sea «el hombre nuevo», entendido esto como una búsqueda humanista de fraternidad y solidaridad mundial por sobre todo, sin especulaciones ni burocratismos, sin dogmatismos fosilizantes ni sectarismos divisionistas.

Los hechos posteriores a su muerte así lo probaron, demostrando su visión estratégica y su nítida vigencia de constructor político, de claro humanista, de ferviente antiimperialista y de socialista amplio, unificador y cabal.

Las polémicas que más suelen oírse o esgrimirse pueden parecernos ridículas, malintencionadas y hasta antidemocráticas, y apuntan contra su férrea intransigencia frente a la injusticia, a su honestidad «a rajatabla», y a su entrega total a la causa de los trabajadores, de los humildes y de los más necesitados.

Obviamente, rechazo a semejantes acusaciones de los deshonestos y déspotas, de los transeros e hipócritas que, aún hoy, quieren «usar su imagen» para hacer demagogia y seguir enriqueciendo a costa de los pobres abusados, y más aún, repudio visceralmente a quienes lo acusan de ser «terrorista» o «asesino», sólo por haber enfrentado a regímenes dictatoriales, fascistoides e imperialistas.

Y en cuanto a quienes dicen «ser los únicos continuadores de Guevara», vale criticarles el «culto a la personalidad» que algunos sectores cerrados y anquilosados realizan en su memoria y extraen dogmáticamente sólo elementos parciales de su lucha (o sea: ver solamente el aspecto «de médico», el «de teórico», el «de combatiente», el «de estadista», sin ver la totalidad de la persona y su contexto), así como también, ritualizarlo como «mártir del pasado», o como «un santo de los pobres», o como «un romántico arriesgador», o como «un rebelde aventurero»,etc.

En definitiva, considero que es preciso valorarlo, admirarlo y rescatarlo como quien realmente fue:

un justo luchador popular, un revolucionario de las ideas, un fraterno libertador, surgido desde el pueblo y junto al pueblo, como muy bien podemos serlo todos, si nos lo proponemos y si las condiciones así lo reclaman y lo requieren.

Releer sus propias obras nos ayuda a descubrir, aún hoy, nuevos elementos.

Pensemos en tantos otros, en todos y en cada uno de los libertadores, independentistas, prohombres y luchadores sociales de ayer y de hoy, de aquí, de todo el planeta, conocidos o anónimos, y seguramente habrá muchísimas similitudes con nuestro querido y entrañable «Che».

Hay un antiguo refrán que reza: «Nadie es profeta en su tierra», y en el caso de Ernesto «Che» Guevara, desde hace tiempo hasta el día de hoy, eso está dejando de ser así, ya que un sinnúmero de jóvenes, aquí, al igual que en otros confines del mundo, rescata ese ejemplo de estudiante inquieto, de médico claramente comprometido, de organizador político, de justo combatiente, de honesto estadista antiburocrático, de digno y honesto forjador, de hermano de todos los pueblos, y de sembrador de la justicia y la equidad que, de una y de otra manera, como podemos, tanto anhelamos y buscamos abrazar.

Fernando Adrián Zapata, profesor y escritor, miembro del Bloque Socialista, Revolucionario y Popular (M-L-M),

Argentina, octubre de 2019.

Texto y foto de Roque Dalton.

-Roque Dalton

Proposición

La propiedad privada, efectivamente,

Más que propiedad privada

Es propiedad privadora.

Y la «libre empresa» tiene presa a la Patria.

Salvemos a la propiedad

Y hagamos libre de verdad a la empresa

Convirtiéndolas en propiedad y empresa de todos.

De todos los de la Patria.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.