Memoria de la guerra sucia. Los inventos de El Alcazar, la coletilla «Todo es GRAPO», allá por 1977. Y 17 mentiras y blanqueo del fascismo demostradas.

La coletilla «Todo es GRAPO», exclusiva de El Alcazar.,

Recuperando materiales de la guerra sucia.

-Los inventos de El Alcazar, la coletilla «Todo es GRAPO».

Palabra mentirosa de El Alcazar, copia y pega de los “demócratas”.

Investigación:

Un especial en El Alcazar: ‘El Comunismo. La hidra de las cien cabezas’. Editado entre enero y febrero de 1977.

El Alcazar era un diario fascista, representante de las ideas golpistas, de Fuerza Nueva y otros grupos franquistas y falangistas, además de lectura imprescindible en los cuarteles militares y ministerios españoles.

«Investigación» de El Alcazar sobre la OMLE.

Rescatamos dos de las joyas de la guerra sucia que este periódico fascista dedicó a algunas de las organizaciones comunistas militantes del periodo 1968-1977.

*De la serie: El Comunismo. La hidra de las cien cabezas (XIII)

OMLE.

Lo editamos como curiosidad, el análisis de mentiras y tergiversaciones, en el siguiente.

«Investigación» de El Alcazar sobre el PCE(r).

*De la serie: El Comunismo. La hidra de las cien cabezas (XVI)

Partido Comunista de España (reconstituido). P.C.E. (r)

DURANTE el verano y otoño de 1975, F.R.A.P. y G.R.A.P.O., o mejor dicho P.C.E. (M-L) y P.C.E. (r) (1), rivalizan en su ejecutoria criminal. Ya dejamos reseñadas las hazañas del primero. Sigamos ahora con las del segundo.

Un clima de tensión vive el país durante estas fechas. En verdad fueron meses de triste recuerdo. En 28 septiembre se han ejecutado a tres miembros del F.R.A.P. y dos de E.T.A., para los que no hubo indulto.

El primero de octubre, fecha por otro lado significativa para el régimen franquista, por ser conmemorativa de la exaltación del Generalísimo a la Jefatura del Estado, se había convocado en la Plaza de Oriente una manifestación masiva de adhesión a su persona. La convocatoria tenía como segundo objetivo, expresar la repulsa por la campaña antiespañola promovida en Europa, al haberse ejecutado en cumplimiento de sentencia a unos criminales (2) con filiación política. La manifestación, pues, fue un acto eminentemente patriótico, pero muy bien aprovechado por los asesinos del G.R.A.P.O., hasta entonces más conocidos por organización terrorista Primero de Octubre (3).

La consigna no era la primera vez que había sido dada por alguna cabeza de la hidra: «Matad como sea a agentes de orden» (4). Hacia las nueve treinta horas de la mañana, mientras millares de madrileños se dirigen a la Plaza de Oriente, cuatro comandos del G.R.A.P.O. parten hacia otras tantas sucursales bancarias, ubicadas en cuatro barrios distintos de Madrid.

(…) Con este cuádruple asesinato, el G.R.A.P.O., cuya ascensión ha sido tan rápida como inesperada, pasa a constituirse en la «más joven y audaz» de cuantas organizaciones criminales ha parido la hidra.

Aunque el P.C.E. (r), o P.C.(r) sigue el modelo burocrático tradicional, le introduce algunos retoques fruto de las experiencias. Todo es susceptible de perfeccionamientos.

El P.C.(r) cuenta con un Comité Central de quince miembros, de los que extrae una tercera parte para constituir la C.E. (Comisión —no Comité— Ejecutiva). Estos cinco conspicuos tienen los siguientes cometidos: coordinador general y responsables político, de propaganda, de organización y de la «sección técnica». (5)

Este nuevo elemento, jefe de la sección técnica, es el encargado de preparar y dirigir los actos terroristas. Se convierte de hecho, en el brazo armado del P.C. (r.) (6) y termina por ser el personaje sobre quien descansa la organización.

La «sección técnica» se desdobla a su vez en dos grupos: uno dedicado a la información y vigilancia de objetivos y personas; y el otro, con el apelativo de «grupo de acciones concretas», ha de preparar y ejecutar los actos terroristas, de acuerdo con las informaciones y ayudas recibidas por el grupo de vigilancia. En este grupo se encuadran aquellos militantes que ya han cumplido su servicio en filas. (7)

El P.C.E. (r.) mantiene ciertas vinculaciones con otros partidos o cabezas de la hidra, dentro del bloque pekinés o maoísta y cultiva trato preferente con el P.T.A. (Partido del Trabajo de Albania) (8), país como es sabido cuyo papel en Europa es el de avanzada ideológica de Pekín.

Sin duda, el P.C.E. (r.) posee unas más estrictas normas de seguridad, para evitar infiltraciones, que otras cabezas de la hidra.

«Para asegurar la continuidad del trabajo revolucionario —dicen en un documento—, es necesario no limitar la aplicación de las normas a ciertos gestos, sino que hay que convertirlas en una labor constante».

Para mantener la desconfianza mutua entre compañeros, (9) «inventan» la «vigilancia revolucionaria». Despiadadamente unos se observan a otros para evitar delaciones o momentos de «caídas de ánimo».

Salvo componentes de un «mismo organismo», nadie sabe ni conoce las misiones de otro compañero. Es la única manera —aseguran— de guardar celosamente los secretos de la organización. Muy encarecido tienen «la lucha contra provocadores y chivatos». Hay que tener en cuenta que para el militante de rango medio, las normas o consignas que su inmediato les dé son infalibles. Si luego algo falla, ha sido por la provocación o los traidores infiltrados, nunca porque la represión les haya aventajado. Volvemos, así, a la «memoria» de tiempos pasados: el Partido no se equivoca.

Caso de que algún militante sea puesto en libertad una vez detenido, se le apartará de su trabajo y se le someterá a un período de observación hasta que se compruebe que no está vigilado. Por otro lado se les inculca a los militantes de una «gran fuerza moral debido a la dureza de la vida clandestina».

El compañerismo, por el contrario, no se fomenta (10) fuera de los integrantes de un comando o troica. «El compadreo y el liberalismo —dicen— son corrosivos y facilitan la labor de provocación». El militante del P.C.E. (r.) tiene absolutamente prohibido apuntar direcciones, teléfonos y demás datos y llevarlos encima.

Todos estos «materiales» de control se tendrán en casas y pisos ajenos a la organización. Les está absolutamente prohibido usar otro nombre que no sea el de guerra, el que cambiarán con relativa frecuencia.

Los miembros del P.C.E. (r.) tampoco asisten a reuniones, salvo casos extremos, pero siempre por el mínimo tiempo posible y no van más de dos veces a la misma. A las reuniones — dicen— se asistirá en posesión del D.N.I. y está prohibido llevar a ellas nombres apuntados, direcciones, documentos comprometedores. En toda reunión se establecerá el «minuto conspirativo», o coartada que justifique la convocatoria.

En el trato en la calle «no hay que fiarse de nadie». Cualquiera nos puede estar observando — afirman— y nunca hay que ponerse nervioso ni dar muestras de «clandestinitis». Si sospechamos de que nos siguen —agregan — , lo mejor es dejar pasar «la sombra» y luego, no perderla de vista.

Las normas de seguridad del P.C.E. (r.) son ciertamente un documento curioso y aleccionador.

Entre octubre 1975 y julio del año siguiente, el P.C.E. (r.) se dedica afanoso a la reconstitución y consolidación de su aparato burocrático. Quiere por otra parte liberarse totalmente de la influencia cada vez más desvaída que le dedica el P.C.E. (M-L). (11) Ambas organizaciones, paralelas en estructuración y pensamiento, sólo se diferencian en la mayor o menor edad de cada cual.

Unos hechos —difícilmente entonces de relacionar— se producen el 21 de marzo (1976), un soldado que presta su servicio militar en la Jefatura de Instrucción del Parque de Artillería de Madrid deserta, pero llevándose de paso abundante munición y cincuenta granadas de mano. El 25 de mayo, en el polvorín La Raigosa, en Puente Caldelas (Pontevedra), unos desconocidos desarman al guarda y se llevan cien kilos de dinamita «goma-2».

Pocos días después, el 2 de junio, la Guardia Civil de Robledo de Chávela (Madrid) descubría hábilmente oculto en un monte, metido en un hoyo y cubierto con una piedra, un bidón de plástico, con armas, municiones. multiplicadores, etc. Entre las pistolas se identificaron tres de las despojadas a los policías armados asesinados en primero de octubre; una cuarta, según pruebas balísticas, fue la que sirvió para asesinar al guardia civil Casimiro Sánchez García. Las granadas de mano eran de las robadas por el soldado desertor en 25 de marzo.

La relación de unos hechos con otros de menor importancia que omitimos, permitieron aseverar que el P.C.E. (r.), a través de O.D.E.A., S.R. y S.O., había logrado canalizar en la medida deseada la organización o frente de masas, más conocido por G.R.A.P.O. (12)

Con un considerable refuerzo de disidentes del F.R.A.P., algunos anarquistas y profesionales del crimen, (13) a los que se les inculca que la redención de sus actos vituperables sólo puede conseguirse con la intencionalidad política de la lucha contra la burguesía y la opresión, el frente de masas del P.C.E. (r.) prepara una «presentación en sociedad», tan ambiciosa como sensacionalista.

«Este 18 de julio —dicen en un papelucho— será el comienzo del movimiento comunista de resistencia al fascismo. Se ordena la confección de planes concretos, para «golpearle» en todas partes destruyendo sus símbolos y todo lo relacionado con la sublevación militar y con su momentánea victoria. De dicha fecha se hará un día de luto nacional.»

Para tan ambiciosa jornada, el G.R.A.P.O. dispone de dinero y dinamita suficientes. Cierto semanario publicaba no hace mucho, haciéndose a su vez eco de ciertas «fuentes consultadas», que «el G.R.A.P.O. había saltado con mucha facilidad del cóctel «Molotov» al artefacto de precisión más modernizado». Tanto como eso, desde luego no. Pero el «préstamo» de los 32 millones, conseguido en la mañana del 30 de julio (1975) (14) en la Residencia Sanitaria de Barcelona, asesinando a un policía armado y dejando herido a un cabo, podían dar para mucho. Para gastos menudos, se habían dado otros atracos de menor cuantía. La dinamita, hasta cien kilos, procedía de La Raigosa.

Durante la madrugada del 17 al 18 de julio (1976), se producen una serie de atentados en las provincias de Madrid, Barcelona, Vizcaya, Sevilla, Segovia, Ciudad Real, Pontevedra. En total 28 artefactos con diverso éxito hacen explosión en escaso margen de tiempo. Los objetivos preferentes fueron —como se recordará— las Delegaciones de Sindicatos, edificios públicos y oficiales y los monumentos conmemorativos del Alzamiento Nacional. En Madrid hubo quince explosiones y dos heridos. La Organización Sindical, el Ministerio de Justicia y el Consejo Nacional del Movimiento, se vieron seriamente afectados. En Barcelona, en varios edificios sindicales, con daños de escasa consideración; en Labajos (Segovia), fue dinamitado el monumento a Onésimo Redondo; en Ferrol, padeció igual ira el monumento a los Caídos, sito en la plaza Marqués de Amboage; en Sevilla, «lluvia» de cócteles Molotov contra el Banco de Madrid, El Corte Inglés, la Jefatura Provincial del Movimiento y los Juzgados; en Valdepeñas, intento de voladura del Ángel de la Victoria, monumento dedicado al Ejército, etc.

El éxito les ciega de tal manera que en la madrugada del sábado 28 de agosto (fue el 31 de julio) n.d.r., insisten con nuevas explosiones en Sevilla en el Paseo Catalina Ribera, junto a los jardines de Murillo. Dos personas quedaron muertas; una destrozada por completo, la otra mutilada. Al parecer, no estuvieron muy duchos en la colocación del artefacto. En Madrid, fue dinamitado el monumento a los defensores del Cuartel de la Montaña; en Barcelona, la Audiencia Territorial; en Pontevedra, el Palacio de Justicia afectando a las dependencias del Registro Civil y el Juzgado Municipal, y en Bilbao, en el monumento a los Caídos, cuya explosión, debido a su potencia, pudo ser escuchada en todo el casco urbano.

La reacción represiva fue rápida, como réplica a las actuaciones terroristas del P.C.E. (r.). El 29 de julio (1976) la prensa publicaba las reseñas de una conferencia dada por el director general de Seguridad, donde se especificaba la desarticulación del P.C.E. (r.), con la captura de veinte militantes, de ellos tres conspicuos del Comité Central. No sólo se practicaron capturas en Madrid, sino también en Bilbao y Sevilla. Extremos estos que omitimos por estar más que detallados en la prensa reciente.

Pero lo curioso de todo este «juego estratégico» de la hidra es la aparente enemistad entre el «reconstituido» y su «hermano mayor», el P.C.E. (M-L) (15), desde hace algún tiempo inactivo, quien para resurgir, quiere apuntarse los nuevos éxitos de sus «alevines» los del G.R.A.P.O., adjudicación que éstos no están dispuestos a ceder. Tal vez para crear confusionismo, en la noche del 27 de septiembre, fecha en que por otra parte se está celebrando en París una Conferencia General del bloque pekinés, donde el P.C.E. (M-L) quiere irrogarse el puesto de honor, son atacados en Madrid con unos diez minutos de intervalo de uno a otro, con cocteles «Molotov», los puestos de la Guardia Civil de Chamartín de la Rosa, El Terol y Puente de Vallecas, sin más consecuencia que unas llamaradas súbitas, sorprendiendo al guardia de puertas. La conferencia de París aclara por otro lado que el P.C.E. (r.) será por el momento quien lleve la acción revolucionaria contra el régimen. Ha llegado, pues, la «hora sombría» del P.C.E. (M-L). En consecuencia, la mayoría de los militantes se pasan al nuevo grupo de la hidra. Nada de esto debe causarnos ya sensación. Es la mecánica de organismo superior del comunismo de altura quien mueve con sus hilos la tramoya de todo. Ahora parece, pues, que la esperanza en la subversión esta en el G.R.A.P.O., lo mismo que antes lo estuviera en el F.R.A.P. y anteriormente en los «grupos de Cazas de Ciudad» o vaya usted a saber. El caso es evitar que se pueda vivir tranquilo, por cualquier medio.

Hacia finales de octubre, la desarticulación del P.C.E. (r.) y sus «fuerzas de vanguardia» G.R.A.P.O. se intensifica. En Galicia fueron descubiertos seis pisos francos y se intervinieron numerosas armas, vehículos robados, propaganda, multicopistas, etc. Se esclarecieron varios delitos y asesinatos de agentes de la autoridad hasta entonces en el misterio. Las detenciones, ademas de las anteriores, sumaron veintidós en Galicia, cinco en Madrid, y dieciséis en Barcelona.

Los hechos que acaecen a continuación, colocación de artefactos en el Paseo de La Habana, en RTVE y otros repetidores de la provincia de Madrid, como preludio del secuestro del presidente del Consejo de Estado, don Antonio Maria de Oriol y Urquijo, son temas cuando se escriben estas líneas, al mes de haberse producido el rapto, de rabiosa actualidad para las secciones de noticias.

Nos gustaría infinito, desde luego, llegar al fondo del arcano y saber dónde habría que apretarle a la hidra, como en otro tiempo hicieron Hércules y su esforzado esclavo Ioeleo. (16)

«Dios escribe derecho con renglones torcidos, y no podemos hacer caer al Gobierno y al régimen político en la trampa que justamente el terrorismo nos quiere tender». Son palabras del señor Martín Villa, quien más adelante prosigue: «Creo que si aceptásemos el Partido Comunista, lo cual es imposible en el orden jurídico, caeríamos además en un imposible en el orden ético. El régimen nacido en las circunstancias en que nació, no se puede permitir el lujo de recibir al Partido Comunista. Hasta el comunismo, creo que son posibles cosas…; desde el comunismo, nada. Y lo es así —prosigue— porque tenemos experiencia (que por lo demás, se va repitiendo muy a menudo en otros países) de que son gente que cuando no están en el poder, vienen con el «gorro» democrático, pero justamente cuando llegan a él es para implantar la dictadura».

En fin, quedaría por puntualizar si estos comunistas a los que se alude son «moscuteros», «ortodoxos», «pekineses», «trotskistas», «internacionalistas», o como decía aquel que era muy hambrón, al preguntarle el cura en confesión que ¿cuántos pajaritos fritos se comería?, y contestó:

— «De esos que vuelan de rama en rama, todos los de la faz del planeta.» (17)

Cuadro de organización, invento de El Alcazar.

Notas sobre manipulación e inventos:

  • 1. Mete en el mismo saco a organizaciones muy diferentes, y además relaciona directamente partido con guerrilla. Lo mismo que negaban para ellos (El Alcazar-FN-terrorismo fascista) lo aplicaban a los demás con inventivas y saltos al vacío. Nace la coletilla «Todo es GRAPO».
  • 2. La fecha de los fusilamientos es el 27/9/75, y varios de los condenados no tenían delitos de sangre, al contrario de lo que afirma. Eran militantes antifascistas en una brutal dictadura fascista. Los criminales, los fusiladores y sus jaleadores.
  • 3. Totalmente mentira, fue dicha acción del 1/10/75 la que dio nombre a la organización armada.
  • 4. Invento de El Alcazar. Ningún documento recoge esas palabras entrecomilladas, y mucho menos se les denominaría “agentes del orden”
  • 5. Se refiere a la composición en 1975 y antes de la creación de los GRAPO, de la Sección Técnica. La ofrece como actual en 1977, cuando eran organizaciones independientes.
  • 6. Lo escrito por El Alcazar, copia y pega de las acusaciones en la posterior Ley de Partidos. Jamás los GRAPO se han definido como el brazo armado del PCE(r).
  • 7. Solo El Alcazar sabría que es eso de “cumplir su servicio en filas”.
  • 8. Confunde organizaciones. El PCE(r) no tuvo relaciones con Albania.
  • 9. Párrafo con saña e inquina. Las normas de seguridad no son para crear desconfianza, sino para asentar la seguridad clandestina de una organización revolucionaria.
  • 10. Manipula y mezcla a conciencia compañerismo con compadreo.
  • 11. Insiste en las relaciones con el PCE(m-l), cuando no existían.
  • 12. Cita una organización desconocida, hace la muletilla “todo es GRAPO”, y tergiversa lo que es un frente de masas.
  • 13. Unos profesionales del crimen como el ejército golpista español y su brazo periodístico El Alcazar, tildando de delincuentes las filas de un partido integrado en su enorme mayoría por obreros.
  • 14. Esa acción armada fue del FRAP, con lo que su ‘hilo’ argumental cae desde el principio.
  • 15. De nuevo mezcla organizaciones que no tenían ninguna relación orgánica.
  • 16. Cortarles la cabeza. Hércules mató a la hidra. Eran tiempos de B.V.E. y guerra sucia policial. Y lo decían tan impunemente que sentó cátedra «antiterrorista».
  • 17. La insoportable necesidad de El Alcazar de intentar evangelizar desde el nacionalcatolicismo los actos políticos, habitual en toda su existencia, del 26 de julio de 1936 al 6 de noviembre de 1987. Teniendo en sus manos mucha documentación que la policía política les pasó en hilo directo tras ser incautada en detenciones en los años 75 y 76, en El Alcazar manipulan los estatutos, las normas de seguridad, las fechas muy señaladas, los contactos descartados, el organigrama… El Alcazar no recordaba el octavo mandamiento: “No darás falso testimonio ni mentirás”. Claro, que para ellos la Iglesia seguía siendo en 1977 la de los curas matarifes falangistas, aquellos del «Contra los rojos no vale mandamiento. Hay que eliminarlos»…
Portada El Alcazar alabando a Franco.

Carta sobre El Alcazar:

“Hice la mili en Burgos, allá por 1985. En el hospital militar, pasaba a diario por delante de la mesa de correspondencias. Todos los días, el primer diario en llegar era el ultrafascista El Alcazar (varios ejemplares). También llegaban otros, como el ABC, y recuerdo El País. Había un conserje de prensa, un cabrón de sargento que en la taquilla tenía las fotos de Franco, Primo de Rivera y de Blas Piñar y una pegatina de Fuerza Nueva, que cuando le tocaba a él de ‘guardia’, El País (y otros) iba directamente al cubo de la basura, y del ABC, aunque lo circulaba, decía que eran unos maricones que habían dejado tirado al Caudillo. Cuando pasaba el día del ejemplar, recortaba noticias del vocero del fascismo golpista y las pegaba en las camaretas, advirtiendo que al ‘hijoputa que las arrancara’ le iba a hacer como ‘si tuviera un vasco delante’. Los recortes desaparecían, volvía la amenaza, volvían los recortes, volvían a desaparecer…

Hicimos llegar el recado a otro de los conserjes, para que nos guardase la otra prensa que aparecía en la basura, y nos contestó ‘aquí a los mandos sólo les interesa lo que diga El Alcazar y el ABC’, así que a nadie le iba a importar lo desechable. También era mentira, pues cuando el fascista chusquero se dio cuenta, los empezó a tirar en otro sitio fuera de nuestro alcance. A un yonqui que estaba de pruebas en el hospital, le rodeó un día y le dijo que ‘a todos los putos rojos, drogadictos y melenudos’ había que matarlos uno a uno, mientras le daba con el ejemplar enrollado de su diario favorito golpes fuertes en la cara. Se vengaba en el más débil de que se arrancasen los recortes fascistas. Ese es mi recuerdo de la prensa española en la mili”. S.

En un fanzine antimilitarista, años 90.

Portada de 1977 de Diario 16.

-Intoxica que algo queda.

Realmente, la manipulación sobre el PCE(r) y los GRAPO, tuvo su primera gran expresión unas semanas antes en el periódico Diario 16, que en diciembre de 1976 intentó con varios artículos (luego ya fue una constante manipulación) manipular hasta la composición ‘étnica’ de los militantes de los GRAPO, inventando noticias que entonces eran «exclusivas». Durante los secuestros de Oriol y Villaescusa por parte de dicha organización armada, llegaron a publicar que -en base a unas hipotéticas cartas manuscritas por los secuestradores- resultaba que los militantes que habían escrito las cartas eran extranjeros, más concretamente suramericanos. Luego vino lo de que favorecían los intereses de la extrema derecha… Dadas por «exclusivas» agrietadas, todos se sumaron a la coletilla «todo es GRAPO». Al fin y al cabo, El Alcazar contaba con militares y policías en su redacción, y para manipular, perfectos…

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