Estados Unidos: Así expolia y masacra
Agenda
Cuba 1848-1959
Siempre ha triunfado la Independencia
-y III-
…Viene del domingo 25 de febrero
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Por entonces un diputado de la Asamblea exclamó:
“Tres fechas tiene Cuba: el 10 de octubre de 1868 aprendimos a morir por la patria; el 24 de febrero de 1895 aprendimos a matar por la independencia; y hoy 28 de mayo de 1901, día para mí de luto, nos hemos esclavizado para siempre con férreas y gruesas cadenas.”
Así fue como la “diplomacia de la bayoneta” le permitió a Washington, representando la farsa de la concesión de la independencia formal a Cuba, convertirla en realidad en un “protectorado” que acabara en una simple anexión. En los años que fue presidente Estrada Palma (1902-1909), partidario de la anexión, el país se convirtió en una enorme subasta en la que todo se vendía al poderoso vecino del norte: la tierra, las minas, las plantaciones de azúcar y tabaco, los yacimientos minerales… En febrero de 1903 se firmó un tratado sobre el arrendamiento a EEUU de parte de la bahía de Guantánamo y el territorio adyacente para crear allí una base naval vigente hasta día de hoy.
En 1906, invadieron la isla 24.000 marines que actuaron como si fuera suya, pasando de nuevo el poder a los generales norteamericanos. La prensa estadounidense se dedicó a pregonar de nuevo “la incapacidad” de los cubanos y la misión civilizadora “de la gran democracia del norte”.
En toda la isla se produjo una ola de huelgas sin precedentes. Los trabajadores exigían ante todo la evacuación de las tropas de ocupación norteamericanas y la independencia inmediata y completa de Cuba. El renacer de la lucha antiimperialista del pueblo cubano obligaron a Washington a poner fin a la ocupación militar de la isla, que había durado casi tres años; sin embargo, las tropas estadounidenses no abandonaron la isla por mucho tiempo. Pretextando el movimiento iniciado en Cuba por los negros y los mulatos contra la discriminación racial, Washington declaró que los intereses de los ciudadanos norteamericanos corrían peligro y de nuevo, entre mayo y junio de 1912, envió a Cuba la infantería de marina.
El nuevo presidente títere de Cuba, Mario García Menocal (1913-1917), permitió a los EE.UU. consolidar aún más las posiciones en Cuba, especialmente en la industria azucarera.
En la isla empezaron a formarse de hecho “supercorporaciones” norteamericanas, que gozaban del apoyo financiero de influyentes círculos industriales estadounidenses y, particularmente, de los bancos.
Decenas de años de “protectorado”, permitieron a los EEUU imponer regímenes dictatoriales, como el de Machado y Batista.
Pero el pueblo cubano se levantó de nuevo, liderado por Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, que desde hacía años combatían desde las montañas al régimen de Batista y sus “protectores” yanquis. El 1 de enero de 1959 triunfó la revolución antiimperialista y Cuba comenzó la construcción de la primera sociedad socialista en el hemisferio occidental.