La gran huelga de 1984 en Reino Unido. Mineros contra Thatcher. Y II. «El enemigo interior», guerra secreta contra los mineros.

Foto. Mineros frente a muro policial.

Luchas obreras rescatadas del olvido

Agenda

Reino Unido -1984-

La Gran Huelga Minera contra Thatcher -y II-

Viene del domingo 22 de octubre.

… /… El otro elemento esencial de la lucha minera fue el apoyo familiar, en concreto del recibido por parte de sus mujeres, que organizaron el movimiento de solidaridad y no dudaron en constituir la primera línea de los piquetes. Todo tipo de organizaciones populares de todo el país se solidarizaron con la Huelga Minera, convocando centenares de manifestaciones y protestas y organizando colectas para la financiación de la lucha.

La burguesía desató toda su furia contra los mineros, sabedores de que estos representaban la parte más avanzada de un proletariado combativo que amenazaba con alzarse y derrumbar todo su edificio de explotación. La represión se intentó legitimar desde los medios de comunicación, los cuales llevaron a cabo una odiosa campaña de manipulación y criminalización de los mineros, demonizando a sus líderes y alabando las políticas del gobierno. Para la burguesía, la huelga representaba una guerra: Thatcher llegó a compararla a la guerra de las Malvinas (1982) al declarar que en esta habían luchado contra el enemigo externo y ahora le tocaba el turno al enemigo interno. No exageraba, la represión se saldó con 3 huelguistas asesinados, 20.000 heridos, 11.300 detenidos y 200 procesados.

A comienzos del año 1985 la huelga fue finalmente sofocada y los mineros volvieron al trabajo. El auxilio de algunos países europeos como Polonia ―el General Jaruzelski, Primer Ministro polaco, suministró carbón al Reino Unido para minimizar el impacto de la huelga― y la miseria en la que estaban sumidas las cuencas mineras desgastaron el conflicto. A pesar de la amarga derrota, la Gran Huelga Minera es recordada por los obreros de todo el mundo como una lucha ejemplar contra el desmantelamiento de la industria en los países imperialistas. No en vano representa, junto a la huelga general de 1926, la máxima expresión de la lucha obrera británica en el siglo XX.

Texto S. Milne.

*EL ENEMIGO INTERIOR – La guerra secreta contra los mineros

Seumas Milne -extractos-

“La guerra secreta contra los mineros fue la contrapartida oculta de la lucha abierta que llevaron a cabo los sucesivos gobiernos conservadores… Fue una campaña encubierta que alcanzó su apogeo durante la huelga de 1984-1985, pero que continuó mucho tiempo después… fue incluso más allá de la propaganda y la intervención policial… en el seno del movimiento desplegada abiertamente por el gobierno para destruir al sindicato más poderoso del país… la facción pro Thatcher en el Gabinete y a sus partidarios en los servicios de seguridad, …se mostraron dispuestos a recurrir a cualquier método a su alcance ―desde la financiación secreta de esquiroles a la vigilancia electrónica masiva, desde la manipulación de agentes provocadores a los intentos de “comprometer” a dirigentes mineros― con el fin de socavar o desacreditar tanto al sindicato como a sus líderes. (…)

El despliegue policial, muy difundido por los medios de comunicación a escala nacional ―11.000 arrestados, los cortes de carreteras y el uso de la fuerza policial a gran escala― fueron solo la cara pública de una campaña encubierta, que progresivamente fue guiando y dominando las tácticas utilizadas para tratar de romper la resistencia de los mineros.”

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