Pedro Mateo Merino, comunista e internacionalista. Comandante del Ejército Republicano. Coronel del Ejército Rojo.

Foto. Pedro Mateo Merino.

Memoria histórica imprescindible:

-Pedro Mateo Merino, comunista e internacionalista.

Un sencillo estudiante de Ciencias, llegó a ser Comandante de la 35º División del Ejército Republicano de España.

Poco se recuerda a Pedro, posiblemente por ser comunista, y dedicar su experiencia al pueblo soviético y cubano. Allí donde impartió sus clases, ha quedado como un ejemplo de conciencia de clase, y sobre todo su carácter humilde y honesto. Hasta el último día defendió el socialismo como única salida de la humanidad. Y ese mensaje lo esparció a quienes le escuchaban. 

*A la vanguardia del Proletariado

Pedro Mateo Merino, nació en Humanes de Mohernando, en Guadalajara, el 4 de diciembre de 1912. Hijo de unos modestos campesinos vivió junto a sus padres, y aprendió a valorar el tesoro del trabajo, la fecunda labor del esfuerzo y su recompensa, tarde o temprano. Por ello desde muy joven a sus padres les demostró unas inquietudes, preguntaba por todo y tenía una infatigable sed por hallar respuestas. Estudiaba tras ayudar en las faenas del campo, y gracias a esa perseverancia convenció a sus padres para que fuera a Madrid, con los gastos que entonces suponía para ellos. En Madrid, terminó el bachillerato y se puso a estudiar Ciencias Exactas, en la Universidad Central, hasta que la guerra le impidió terminar la carrera.

Afiliado al movimiento estudiantil (FUE y FUHA), luchando contra la dictadura de Primo de Rivera, siendo encarcelado en Madrid, Zaragoza y Barcelona. 

Una vez triunfó la república, sus actividades por la consolidación de las libertades obtenidas se ampliaron. Ingresa en el Partido Comunista. Son días febriles para los estudiantes antifascistas. En la Universidad las ideas progresistas chocaban con las rancias costumbres religiosas y morales de las tradiciones conservadoras. Los choques entre los partidarios de las leyes republicanas en la instrucción y los del bloque reaccionario compuesto por la CEDA y los falangistas, eran continuos. Todo desembocó en el golpe militar del 36.

«Muchos españoles jóvenes y maduros quiere saber de primeras fuentes cómo fue posible la guerra de 1936-1939 como se forjó la resistencia a qué se debió el nuevo Ejército Popular de la República improvisado organizado restituido con la mayor premura. Precariamente armado y equipado, lograda batirse durante casi tres largos años contra un Ejército profesional entrenado y mandado según todas las reglas del Arte Militar bien equipado y armado reforzado por unidades italo-germanas, con tropas africanas y legionarias en vanguardia. Cómo supo sobreponerse reveses y contratiempos y otros tantos puso al enemigo al borde de la derrota, para caer luego apuñalado por la espalda por el judas de turno. ¿De dónde salía tanta decisión tanto espíritu de sacrificio y tanto heroísmo?… Desde lo más hondo de cada testimonio vivido trasciende la respuesta entre innumerables causas y razones. Ninguno sobra. También las páginas que siguen pueden serlo… fresca la mente, desde la atalaya de los años: pues aunque aquí no esté toda la verdad, todo lo que esta aquí es verdad, como historia viva que no se dejara enterrar. Y tal vez las andanzas y reflexiones de los años bélicos que ellas encierran contribuyan a precisar algunos aspectos de la historia reciente de nuestro sufrido país, de la primera sangrienta confrontación de la democracia con el fascismo. Cuando la bandera de la República Española con destellos de aurora marchaba a la cabeza de las manifestaciones democráticas en todos los confines del mundo, como enseña de la vanguardia mundial de la lucha armada contra el fascismo».

A toda velocidad se crea una columna de milicias, siendo elegido Pedro como capitán de una compañía que toma posiciones en Somosierra, parando a las fuerzas golpistas que venían desde Burgos. Conoce en los combates a Valentín González, «El Campesino». También en las trincheras comparte sus vivencias con Rosario Sánchez Mora «La Dinamitera», inmortalizada en el poema de Miguel Hernández.

Su capacidad es reconocida. Va ascendiendo en el mando de diferentes pequeñas unidades hasta llegar a ser Comandante de la 101 Brigada Mixta en Mayo de 1937. Siendo ya, teniente coronel le nombran Comandante de la 35º División del Ejército Popular, una de las mejores unidades de la República.

Portada del libro de Pedro Mateo.

*Papel esencial en la Batalla del Ebro

Esta División en 1938, estaba compuesta por la XI, XII y XV Brigadas Internacionales, estando integrada en el XVº Cuerpo de Ejército, al mando de Manuel Tagüeña. En la parte central del Frente del Ebro, cruzaron con barcazas el río, haciendo retroceder a dos batallones enemigos que defendían Ascó, avanzando y tras una durísima batalla vencen a la 50º División franquista, ocupando La Fatarella. En aquellos días la 35º División era la punta de lanza del ataque republicano, destruyendo las defensas fascistas, fue tomando La Venta de Camposines, Corbera de Ebro, llegando hasta Gandesa. Las pérdidas fueron grandes, y por orden del mando, su unidad fue retirada a segunda línea. Tras recuperar a los heridos y sepultar a los fallecidos, volvió al combate la división. Rechazó en el frente de Corbera de Ebro, cuatro contraofensivas militares enemigas, luchando su división contra varias divisiones frescas fascistas, siendo atacados continuamente por el grueso de la artillería franquista y por su aviación. El mando republicano ordena retirarse tras el río Ebro, pues mientras la 35º aguantaba, las demás cotas del frente, muy menguadas no podían mantenerse. Así la 35º División se retiró hacia el norte, cruzando el Ebro por Fayón. Todos los historiadores burgueses han estimado que esta retirada fue modélica, pues era la última división republicana que mantuvo las posiciones en la orilla perdida, y ante las acometidas legionarias, los combatientes comunistas antifascistas les paraban en seco. Hasta el último combatiente fue embarcado.

En Barcelona es condecorado con la medalla republicana más importante en tiempos de guerra: La Medalla al Valor y a la Libertad. En los últimos meses de 1939, luchando constantemente en el Frente de Cataluña, va coordinando el exilio hacia Francia. De allí marchó con otros mandos comunistas republicanos a la Unión Soviética. Sigue los cursos de estrategia en la Academia Militar «Frunze». A la vez que consigue graduarse en Ciencias Económicas.

*Coronel del Ejército Rojo

En Junio de 1941, los nazis invaden la URSS. Se presenta voluntario, pero al Ejército Rojo le era más necesario sus conocimientos de lucha quedando, con otros españoles, de profesor de Táctica y Estrategia en la Academia, pues sus antiguos profesores son movilizados en los frentes de lucha. En Noviembre de ese año, la situación en Moscú era crítica. Las abrumadoras fuerzas del eje convergían sobre la capital de los soviets. El Ejército Rojo envía en la defensa a sus mejores unidades y sus más expertos dirigentes. Voluntario, Mateo Merino, se encuentra en las primeras lineas de las afueras, con otras unidades internacionalistas proletarias, muchas de ellas con centenares de españoles, y así junto a las milicianas y milicianos de las fábricas moscovitas, van creando diferentes anillos defensivos alrededor de la capital y Pedro recibe el mando principal de un sector defensivo. Por aquellos años los obreros moscovitas con orgullo decían: «Tranquilo camarada junto con nosotros se encuentran nuestros spantsis (españoles) y esos no retroceden». Aún es más. Alrededor de Moscú, en las noches de combates se oía «Si me quieres escribir, y saber mi paradero, si me quieres escribir, y saber mi paradero, en el frente de Moscú, primera línea de fuego».

Pasado el peligro vuelve a ser profesor de la Academia. Le ascienden a Coronel del Ejército Rojo.

Terminada la guerra, ayuda a la organización del Ejercito Popular Yugoslavo. En los años 50, en la URSS, se incorpora en diferentes organismos soviéticos de enseñanza del español. Poco después estudia ingeniería en Praga (Checoslovaquia). Visita Polonia. A principios de los 60 se instala en Cuba, donde trabaja como profesor de estrategia para sus Fuerzas Armadas Revolucionarias, durante diez años. También allí revalida su licenciatura de Ciencias Económicas. 

Tras una primera denegación, en los años 70 vuelve a España, instalándose en Móstoles, donde milita en el PCE y al final de sus días en el PCPE. Fallece el 19 de Noviembre del año 2000.

«Y no se trata de remover viejas aguas, sino de de evitar la repetición de una inmensa tragedia…» Así comienza su libro de memorias donde expone sus conclusiones sobre su vida, que significó la República Española no tanto para los trabajadores sino para el conjunto del proletariado mundial. No es escritor, pero de una forma muy cercana va desgranando su pensamiento antifascista. Nos habla sencillamente de la crueldad del capitalismo, de como logra corromper las mentes para inutilizar las más brillantes ideas, para encauzarlas hacia el beneficio de una minoría de privilegiados. Aboga por que en el futuro, las mujeres y los hombres puedan caminar libres del trabajo asalariado. Así, hasta el último de sus pensamientos iba dirigido a los jóvenes, a que no se dejasen engañar por el mercado y luchen por el Socialismo.

https://amistadhispanosovietica.blogspot.com/2013/07/pedro-mateo-merino-comunista-e.html

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