Marlaska, «oportuno y proporcionado» el operativo en la masacre de Melilla / “Sieg Heil” y apalizar, 1.000 € / Bomba mortal contra El Papus. Septiembre 1977 / A propósito del estreno de la película ‘Modelo 77’.

Fotos. Unai Romano torturado, y Marlaska.

Muro de solidaridad y denuncias:

Represión impune:

-Dice Marlaska que en la masacre de Melilla la actuación policial fue “proporcionada y oportuna”.

Siempre dicen lo mismo todos los deshumanizados individuos. Y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha demostrado ya en no pocas ocasiones que es uno de ellos. ¿O es que acaso puede ser otra cosa un tipo que encubre casos de torturas en dependencias policiales?

Esto pasó, por poner un solo ejemplo, en el caso de Unai Romano. Pero es que, además, la Justicia europea le ha señalado en varias ocasiones por esas prácticas tan deleznables.

No nos debe sorprender, pues, que hoy en ese circo de la “democracia plena” española, llamada Congreso, el ministro del Interior haya defendido el trabajo hecho por sus subordinados (la policía española y la Guardia Civil) durante el asalto a la valla de Melilla del pasado 24 de junio, que acabó, en territorio de Marruecos, con decenas de inmigrantes muertos y un grupo de agentes heridos.

Grande-Marlaska ha calificado “de intento irregular y violento de entrada a territorio español” y ha asegurado que, para repeler el ataque, los cuerpos policiales del Estado utilizaron material de defensa “oportuno y proporcionado” al grueso de personas que intentaban acceder a España.

El titular de Interior ha expresado: “En nombre del gobierno, quiero trasladar el pésame para la trágica pérdida de vidas humanas y la solidaridad con los 55 guardias civiles y policías marroquíes que resultaron heridos”.

No hace falta añadir nada más.

https://insurgente.org/dice-marlaska-que-en-la-masacre-de-melilla-la-actuacion-policial-fue-proporcionada-y-oportuna/

Foto. Los 3 nazis, en el metro.

Nazismo impune:

-Apenas una multa de 1.000 euros a tres neonazis por la paliza a antifascistas al grito de “Sieg Heil”.

Las defensas de tres nazis han negociado la rebaja de una condena por delito de odio y por lesiones leves al reconocer ante la Audiencia de Barcelona que el 9 de septiembre de 2018 apalizaron, al grito de ‘sieg heil’, a dos chicos y una chica que volvían en Metro de una manifestación antifascista.

Los tres aceptaron una pena de multa de 1.050 euros cada uno, una inhabilitación durante tres años para trabajar en educación, una orden de alejamiento de las víctimas y hacer un curso de aceptación de la diversidad. Lejos de la pena de cárcel que, en un principio, pedía la Fiscalía.

En Insurgente.

Portada de El Papus, burlándose de los franquistas.

Guerra sucia impune:

-Bomba mortal contra El Papus. Septiembre 1977.

El humor es el triunfo de la anarquía por breves instantes, canta Quimi Portet. Los redactores de El Papus lo sabían y por eso su lema era Ni Dios, ni amo, ni CNT. A finales de noviembre de 1976 se les borra la sonrisa al recibir la visita de Alberto Rayuela, falangista y secretario nacional de la Hermandad de la Guardia de Franco, que tocándose la sobaquera le dice al director de la revista satírica y neurasténica, Xavier Echarri Moltó, que se ha quedado con su cara y que mucho cuidado. Al parecer anda muy cabreado por el tratamiento hecho al pasado 20N, con una portada que muestra a dos carcamales falangistas, uno haciendo el saludo fascista y el otro poniendo los cuernos mientras lo intenta y se justifica con un ‘es que tengo reuma deformante’. El aviso no les hace ni pizca de gracia, pero el pulso no les habrá de temblar mientras siguen dibujando y acumulando denuncias, secuestros, multas, amenazas y citaciones judiciales. En esa época El Papus sólo es superada en ventas por Hola, Garbo, Lecturas y Diez Minutos.

Apenas un año más tarde, la mañana del 20 de septiembre de 1977, un joven entrega un paquete al conserje del edificio en el que se encuentra la redacción de El Papus, en la calle Tallers, con aviso de entregarlo urgentemente al director. El conserje, Juan Peñalver Sandoval, se dispone a hacerlo y al llegar al primer piso, antes de entrar en la redacción, el paquete explota y lo descuartiza. La onda explosiva provoca una veintena de heridos. Uno de los primeros en personarse en el lugar es el señor Godó (El Papus es propiedad de La Vanguardia), que muy preocupado pregunta si los daños materiales han sido muy cuantiosos…al Conde lo que es del señor Conde.

La mano de obra del atentado está integrada en Juventud Española en Pie, grupúsculo que encabeza Juan José Bosch Tapies y suele reunirse en los billares Manila o los recreativos Oriente, propiedad de Miguel Gómez Benet, alias El Padrino, leridano, lugarteniente de la Guardia de Franco que da cobijo y trabajo a los fascistas italianos huidos de la justicia de su país y acogidos como mercenarios al servicio de las fuerzas de seguridad del Estado.

Miguel Gómez Benet corre con los gastos y son habituales las reuniones en su finca leridana de Castell de Beme para hacer prácticas de tiro con los amigotes, prácticas que incluyen una ametralladora antiaérea. Gómez Benet es íntimo del gobernador civil de Lleida, Aparicio Calvo-Rubio, que murió en su cama a principios de 2014 y tuvo una exitosa carrera judicial en el Tribunal Supremo, llegando en 1988 a ser nombrado fiscal general antidroga y que a punto estuvo de ser nombrado Fiscal General del Estado en 1997. En el grupo hay dos fascistas italianos que atienden por ‘Mario’ y ‘Giuseppe’ y que siempre se ha sospechado pudieran ser Giuseppe Calzona y Carlo Vanoni.

Alberto Royuela desaparece de escena y salen a relucir sus estrechos contactos con el coronel de Estado Mayor Luis Marín de Pozuelo, segundo jefe de Estado Mayor del Ejército en Barcelona, que antes ha estado destinado en el Estado Mayor Central del Ejército, en Madrid.

Tras el atentado en El Papus, Alberto Royuela se da el piro y son detenidos Miguel Gómez Benet, Juan José Bosch Tapies, José Manuel Macías González, Isidro Carmona Díaz Crespo, Juan Carlos y Javier Pinilla Ibáñez, Francisco Moreno Fernández, Francisco Abadal Esponera, Angel Blanco Férriz, José María Rico Cross, José López Rodríguez, Joaquín Agustín Borrás y Gil Casaoliva Careta. Los trece acumulan un buen historial por apaleamiento de militantes de CC.OO y universitarios, tiroteo a la tienda de discos Orley, lanzamiento de cócteles molotov en el bar Las Sirenas o la colocación de una bomba en el Teatro Villarroel.

La investigación policial es digna de una Papunovela y ni siquiera se toman muestras del explosivo utilizado, T4 de uso militar. La responsabilidad del atentado se circunscribe a los empleados del mes de la trama negra y se aparca indagar de dónde vienen las órdenes. Los dos fascistas italianos desaparecen del mapa y en febrero de 1978 la Audiencia Nacional empieza a regalar libertades condicionales que algunos aprovechan para fugarse, empezando por Gómez Benet, que manda saludos desde Brasil.

De los 13 detenidos sólo 6 están presentes en el juicio por el atentado que se celebra en marzo de 1983. Gómez Benet ha vuelto para morir en Andorra de una cirrosis. Las penas de los acusados se ven substancialmente reducidas al considerarse como atenuante su buena conducta y el haber tenido explosivos durante tres meses sin utilizarlos en todo ese tiempo (sic). Nadie cumple su pena entera. A Juan José Bosch Tapies le caen 13 años de los que cumplirá 3, gentileza de la libertad condicional otorgada por el juez Donato Andrés Sanz, detalle que aprovecha para irse al Paraguay. Donato Andrés Sanz tiene la mano floja con los permisos, que en su momento otorgará a los asesinos de Yolanda González y a uno de los asesinos de los abogados de Atocha.

Una última y sangrante viñeta. En 1985 el Tribunal Supremo considera improcedente una indemnización al semanario, ya que las indemnizaciones por acto terrorista se conceden a personas físicas y no a personas jurídicas, además de dejar claro que la culpa de la explosión es del conserje Juan Peñalver Sandoval por no haber tomado las precauciones necesarias. El chiste no tenía ni puta gracia.

Toni Álvaro.

Copel: una historia de rebeldía y dignidad.

Sobre la COPEL:

-Dos idiomas en las mismas cárceles [artículo de Antonio Pérez a propósito del estreno de la película “Modelo 77”]

En el 70º Festival de Cine de Donostia-Zinemaldia, ha causado sensación la obra que la inauguró: Modelo 77, dirigida por Alberto Rodríguez, una película sobre la creación de la COPEL (Coordinadora de Presos en Lucha), descrita dentro de ese panorama general de dolor y rabia, motines y fugas masivas –no siempre exitosas– que rodearon la llamada ‘transición’. El corolario es llamativo: cuando, en 1977, el gobierno español se vio obligado a conceder una amnistía, ésta benefició a los presos políticos –y, de paso, firmó un infame punto final para los verdugos franquistas–, pero no se acordó de los, entonces, 8.000 presos sociales –mal llamados comunes. De aquella discriminación, tan cruel como arbitraria, surgieron las protestas más justas y más duras que han conocido las cárceles españolas contemporáneas. Y la COPEL fue su adalid. Véase el documental dirigido y producido en 2017 por algunos de sus antiguos portavoces, COPEL: una historia de rebeldía y dignidad.

http://tokata.info/dos-idiomas-en-las-mismas-carceles-articulo-de-antonio-perez-a-proposito-del-estreno-de-la-pelicula-modelo-77/

Cartel. ‘Lloviendo piedras’, en Gasteiz.

Convocatorias:

-Solidaridad con Donbass.

En varias ciudades y poblaciones, presentación del libro «Lloviendo piedras», por David Cacchione, de Banda Bassotti, en solidaridad con Donbass.

Ésta, en Gasteiz, el 29 septiembre, 19 h. Gaztetxe.

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