Mujeres en todos los frentes. Emilia Pardo-Bazán. Escritora, catedrática, primera en incorporar al proletariado en la novela española.

Foto. Emilia Pardo-Bazán.

Mujeres en todos los frentes.

Libro.

Emilia Pardo-Bazán

A Coruña 1851 – Madrid 1921

Hija de una familia gallega noble y muy pudiente, su padre le proporcionó la mejor educación posible, fomentando su amor por la literatura. La familia poseía varias residencias, entre ellas el Pazo de Meirás. A la edad de nueve años ya empezó a mostrar un gran interés por la lectura. Una de sus obras preferidas fue Don Quijote de la Mancha. Se negó a seguir las modas que limitaban a las mujeres al aprendizaje de la música y la economía doméstica. Recibió una formación sobre todo tipo de materias, con atención especial a las humanidades y a los idiomas, llegando a manejar con soltura el francés, el inglés y el alemán. No pudo acudir a la universidad, vetada para las mujeres, por lo que los avances científicos y filosóficos los siguió a través de los amigos de su padre y de los libros.

Se casó a los 16 años con José Quiroga y Pérez Deza, también de familia hidalga; él tenía 19 años y todavía era estudiante de derecho. En 1869, el matrimonio se trasladó a vivir a Madrid cuando el padre fue elegido Diputado a Cortes, tras la Revolución de 1868.

En 1876 se dio a conocer su primer trabajo como escritora con Estudio crítico de las obras del padre Feijoo, un ensayo sobre Benito Jerónimo Feijoo, del siglo XVIII, por el que la escritora siempre tuvo gran admiración, posiblemente por su obra avant la lettre. Con la obra ganó un premio, compitiendo en este certamen con Concepción Arenal.

Su primera novela apareció en 1879, Pascual López, autobiografía de un estudiante de medicina, novela romántica y realista al mismo tiempo, localizada en Santiago de Compostela. En 1881 se inició la correspondencia epistolar entre Pardo-Bazán y Benito Pérez Galdós, con quien inicialmente mantuvo una relación literaria que derivó hacia una intimidad amorosa de larga duración, especialmente tras la separación de Pardo-Bazán y su marido, cuando Galdós se encontraba en el apogeo del triunfo de La desheredada y ella acababa de publicar La cuestión palpitante.

Pardo-Bazán admiraba el naturalismo francés, pero defendía la literatura española que consideraba un realismo propio. Aunque parte de su obra está considerada como «naturalista», algunos especialistas establecen que lo relevante es el hecho de que la autora introdujo en España el debate sobre las propuestas de Emile Zola a través de sus ensayos de divulgación periodística.

En 1882 comenzó, en la revista La Época, la publicación por entregas de una serie de artículos sobre Emile Zola y la novela experimental, reunidos posteriormente en el volumen La cuestión palpitante (1883), acreditándola como una de las principales impulsoras del naturalismo en España. En la obra, prologada por Leopoldo Alas, defiende el realismo «a la española» de sus contemporáneos Pérez Galdós y José María de Pereda, y a pesar de que sus ideas habían sido publicadas por entregas anteriormente, causó un gran escándalo. Se consideró su obra como un alegato indecente de una mujer casada y respetable en favor de la literatura francesa, considerada atea y pornográfica. En realidad, aunque criticaba el naturalismo, defendía el valor literario de Emile Zola y se la identificó con la postura atea y provocativa del escritor.

Los defensores de la religión y la moral encontraron terreno abonado para el ataque. Su marido, «horrorizado» por los ataques recibidos, le pidió que dejara de escribir. Le asustaba que identificaran a su esposa con el personaje femenino valiente y revolucionario de su novela La tribuna. Pardo-Bazán se negó. Se fue de viaje a Italia y no volvieron a vivir juntos. El escándalo aumentó las ventas del libro y la notoriedad de la escritora. Desde Francia, Zola acogió positivamente el texto y se mostró sorprendido de que la autora fuera una mujer.

Otra foto de Emilia, de anciana.

En 1883 publicó La tribuna, considerada la primera novela social y la primera novela realista española. Cuenta la historia de una mujer obrera y refleja el ambiente de trabajo en una fábrica, mostrando el ambiente de las cigarreras de A Coruña. Amparo, su protagonista, es una mujer trabajadora con ideas propias. La novela narra la historia de una huelga y la de su protagonista, una joven valiente y resuelta que encabeza las reivindicaciones obreras, una mujer guapa engañada por un «señorito» que la seduce y la abandona y termina con los gritos populares a favor de la República al tiempo que ella da a luz a su hijo.

Pardo-Bazán incorporó por primera vez en la novela española al proletariado —antes que Benito Pérez Galdós y Vicente Blasco Ibáñez— describió los métodos industriales, formas de trabajo, duros horarios y el ambiente obrero en años de intensa movilización social, a la vez que realizó también un profundo análisis del mundo femenino y de la doble jornada de las obreras, siendo madres y trabajadoras.

En su novela, Los pazos de Ulloa(1886-1887), la obra que la consagró como una de las grandes escritoras de la literatura española, describe la decadencia de la oligarquía terrateniente que ha perdido su papel de liderazgo social, la nobleza degradada, patética pintura de la decadencia del mundo rural gallego y de la aristocracia.

Pardo-Bazán fue una abanderada de los derechos de las mujeres y dedicó su vida a defenderlos tanto en su trayectoria vital como en su obra literaria. Fundó y dirigió la colección Biblioteca de la mujer, con ediciones especialmente relevantes como La mujer ante el socialismo de August Bebel. Entre los temas más recurrentes de sus cuentos se encuentra el de la violencia ejercida por los hombres contra las mujeres, tema también muy presente en algunas de sus novelas.

En 1882 participó en un congreso pedagógico de la Institución Libre de Enseñanza, celebrado en Madrid, criticando abiertamente en su intervención la educación que las españolas recibían considerándola una «doma» a través de la cual se les transmitían los valores de pasividad, obediencia y sumisión a sus maridos. También reclamó para las mujeres el derecho a acceder a todos los niveles educativos, a ejercer cualquier profesión, a su felicidad y a su dignidad.

Uno de sus empeños fue también la presencia de las mujeres en las instituciones culturales. Propuso a Concepción Arenal para la Real Academia Española, pero la candidatura fue rechazada; tampoco se había aceptado la de Gertrudis Gómez de Avellaneda, ni su propia candidatura, rechazada en tres ocasiones: en 1889, en 1892, y en 1912 la Real Academia la rechazó alegando un defecto de forma, a pesar de que la escritora había logrado el apoyo de destacados intelectuales y de campañas favorables en periódicos de Galicia y Madrid.

El 9 de febrero de 1905 se convirtió en la primera mujer admitida como socia en el Ateneo de Madrid. Aunque ya era una reconocida escritora y había dado conferencias allí, no podía entrar en la casa como socia de pleno derecho. Un año después, en 1906 fue la primera mujer en presidir la sección de literatura del Ateneo de Madrid.

Pardo-Bazán fue también la primera mujer en ocupar una cátedra de literaturas neolatinas en la Universidad Central de Madrid (en 1916), además de ser nombrada en 1910 consejera de Instrucción Pública por Alfonso XIII.

Libro incluido en el catálogo de materiales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.