A los mineros de Pico Reja los volaron con explosivos / Cien objetos para no olvidar el dolor de la guerra / Otros 20 cuneteados en fosa de Granada / Mujeres republicanas, violadas y asesinadas.

Restos fosa, asesinados a metralla y fuego.

Memoria histórica imprescindible:

-La historia en los huesos: la fosa de Pico Reja y los mineros que querían parar el golpe fascista.

Un análisis químico revela metales pesados en restos óseos de la fosa común de Sevilla y apunta al hallazgo de al menos 30 miembros de la Columna Minera de Huelva, en un estudio que supone «una novedad en todo el mundo».

La historia está en los huesos. Y no es una paradoja. Un análisis científico revela la presencia de metales pesados en restos óseos recuperados de la fosa común de Pico Reja (Sevilla) y certifica que pertenecen a 30 miembros de la Columna Minera de Huelva. A una parte de aquellos trabajadores que querían parar el golpe fascista, hasta que una traición a las puertas de la capital de Andalucía reventó la suerte de torcer el relato.

La tierra del cementerio sevillano ya ha devuelto a 1.200 víctimas del franquismo. En dos de los grupos de víctimas, el 33 y 25, aparecen cuerpos tirados boca abajo, con tiros en la nuca y signos de ataduras. Otras personas, en ataúd, muestran mutilaciones extremas, metralla y fragmentos de granada, con el material óseo afectado por fuego y cubierto por una capa de ceniza. Solo una explosión puede causar «tal destrozo en cuerpos humanos», plantea el equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

https://www.publico.es/politica/historia-huesos-fosa-pico-reja-mineros-querian-parar-golpe-fascista.html

Foto. Diario de un topo.

-Cien objetos para no olvidar el dolor de la Guerra Civil.

Dos historiadores, junto con otros nueve especialistas, construyen en un libro un recorrido visual por la memoria menos significativa en los manuales de historia como botellas de laxantes, balas o diarios.

Un orinal. Siempre hay uno en los refugios antibombardeo. Tanto civiles como militares. “Naturalmente, era poco recomendable abandonar el refugio durante un ataque y, con la tensión del bombardeo, no era raro que uno tuviera la necesidad de aliviarse: el miedo es el mejor laxante. El orinal nos recuerda los olores que impregnaban los subterráneos”. Esto es un extracto del libro La Guerra Civil en cien objetos, imágenes y lugares, publicado por Galaxia Gutenberg, bajo la edición de los historiadores Antonio Cazorla y Adrián Shubert, que han realizado este diccionario visual con la ayuda de otros nueve especialistas.

https://www.eldiario.es/sociedad/cien-objetos-no-olvidar-dolor-guerra-civil_130_9052082.html?goal=0_10e11ebad6-7647281a88-64733153&mc_cid=7647281a88&mc_eid=741781b133

Foto. Quitando tierra de una fosa por desenterrar.

-Aparecen los restos de 20 víctimas del franquismo en una fosa común de Granada.

El equipo ArqueoAntro, que recupera ahora diez cuerpos de una fosa de Nigüelas, ya encontró ocho en junio de 2021 y tuvo que parar el proyecto por falta de presupuesto.

Un equipo multidisciplinar llamado AqueoAntro ha encontrado los restos de 20 víctimas del franquismo en una fosa común de Nigüelas (Granada). El grupo ha recuperado este mayo doce cuerpos de una fosa común ubicada en el cementerio de Nigüelas después de diez días de intensa excavación. Estos doce cuerpos se suman a los ocho que localizaron el pasado junio cuando arrancaron el proyecto que se paralizó por falta de presupuesto.

La campaña de excavación, dirigida por el arqueólogo Miguel Mezquida y el antropólogo Javier Iglesias, se ha basado en los testimonios orales recogidos entre los familiares de las víctimas, ya que no había constancia de los fusilamientos en el archivo municipal.

https://www.publico.es/politica/aparecen-restos-20-victimas-franquismo-fosa-comun-granada.html#analytics-noticia:relacionada

Foto. Daría y Mercedes Buzadé.

-Las víctimas ‘olvidadas’ de Franco: violencia sexual, tortura y humillación contra las mujeres republicanas.

Cinco de los testimonios biográficos los han obtenido gracias a sus familiares y testigos. Cuatro de las mujeres, continúan desaparecidas en la actualidad.

*Margalida Jaume Vendrel era una relojera asentada en la localidad de Manacor (Mallorca). En 1936 su marido fue retenido «sin motivo aparente» durante una semana en la comisaría local, periodo tras el cual Margalida, embarazada de siete meses, fue llamada también. Ambos «sufrieron todo tipo de humillaciones y torturas, y finalmente fueron ejecutados». Años después, un vecino del pueblo admitió haber sido testigo de las violaciones que la mujer sufrió durante su retención por parte de al menos uno de los falangistas.

*Daria y Mercedes Buzadé Adroher eran dos hermanas que partieron a Mallorca en 1936, desde Barcelona, como personal sanitario en una expedición republicana. Semanas después de iniciar el viaje, las enfermeras fueron detenidas por tropas franquistas e interrogadas por las autoridades, que ordenaron, además, que todas ellas fuesen examinadas «para comprobar su virginidad». Tras ello, fueron «brutal y repetidamente violadas por un grupo de falangistas». Se cree que al día siguiente fueron asesinadas en el cementerio de Son Coletes, pero sus restos se encuentran en una fosa común.

*Pilar Sánchez Lladrés militaba en el Partido Socialista y habitaba en el barrio obrero de La Soledat, en Mallorca. En 1936, tropas franquistas detienen a su marido y a sus cuatro hijos, pero no a Pilar, que había conseguido esconderse. Días después, y debido a la incertidumbre sobre el estado de su familia, Pilar sale de su escondite y enseguida es denunciada y detenida por miembros de la Falange. Los cuatro hombres que la detuvieron fueron autores de las palizas y violaciones que sufrió Pilar, según el relato de un vecino que fue testigo de los hechos. Los mismos hombres que abusaron de ella repetidas veces la asesinaron en septiembre de 1936 y abandonaron su cuerpo, que se encuentra en una fosa común del cementerio de Sencelles.

*Matilde Landa Vaz militó en el Partido Comunista y fue parte activa del mismo desde la proclamación de la Segunda República. En 1939 fue detenida y juzgada en un consejo de guerra. Tras seis meses en los calabozos de la Puerta del Sol, fue trasladada a la prisión de Las Ventas, y posteriormente a la prisión de mujeres Can Sales, en Palma de Mallorca. Viendo que la mujer se había convertido en un referente para el resto de reclusas, las autoridades iniciaron una labor de adoctrinamiento para convertirla al catolicismo, «como maniobra propagandística del régimen y como golpe de efecto para minar la moral del resto de mujeres presas». En 1941 la aíslan y obligan a bautizarse. Antes de la celebración del bautizo, la joven acude a la enfermería, en el piso más alto de la prisión, y desde allí se arroja al patio. Tras 45 minutos de agonía, y todavía inconsciente, las autoridades carcelarias la bautizan. Su cuerpo fue inhumado en el cementerio municipal de la localidad.

Violencia sexual, tortura y humillación

«A las mujeres se les aplicó otra modalidad represiva mucho más brutal». Este tipo de violencia, «no suele ser objeto de denuncia, por pudor o por vergüenza», de modo que «romper esto es sumamente importante».

Aunque la represión franquista recayó sobre las espaldas de hombres y mujeres, la motivación, las causas y los efectos son necesariamente distintos. Los «crímenes de género» incluyeron aspectos como la violencia sexual, habitualmente ejercida por «los funcionarios de prisiones o por falangistas que entraban en las cárceles a visitar a las mujeres de manera recurrente». Las mujeres eran detenidas y violadas, no sólo por su lucha política, sino también por el «delito consorte, es decir, por ser familiar de hombres con ideas contrarias a las del régimen».

Por otro lado, el régimen franquista se caracterizó por negar la existencia de presas políticas, que fueron tratadas como delincuentes comunes. «Las torturas a las que fueron sometidas las mujeres se ejercían con el mismo odio y fuerza que hacia los hombres, pero había un componente de género específico hacia ellas, tanto en los insultos como en el uso particular y sexuado de la violencia, las descargas genitales y golpes en el bajo vientre».

Fue común, asimismo, el robo de bebés, que ronda los «30.960 niños y niñas». Los hijos de las mujeres que eran asesinadas fueron entregados a familias de militares franquistas para «eliminar la semilla marxista» y darles una educación afín al régimen. Hasta los años 80, muchas mujeres sufrieron el robo de sus hijos en los hospitales bajo la excusa de enfermedad grave y posterior muerte del bebé.

Finalmente, las mujeres fueron sometidas a humillaciones relacionadas con cortes de pelo al cero y purgas con aceite de ricino. Las mujeres, «que no podían controlar sus esfínteres», eran obligadas a pasear por las calles de su pueblo o ciudad, bajo las burlas y agresiones de sus vecinos.

En: Infolibre.

Texto sobre foto asamblea de obreras.

-Difunde www.presos.org.es

La memoria histórica, la lucha obrera, las cunetas y fosas comunes, de dónde venimos, miles y miles de presos y presas políticas, las familias fascistas con los mismos poderes, a sangre y fuego contra el orgullo republicano…

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