RASH: ¡Que paren la represión marroquí! / Desde Argentina: Aportes socialistas en la acción obrera y popular actual / Satán en el trono papal, de 1088 a 1303.

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Internacional:

Sahara

-ISACOM pide a la comunidad internacional que detenga la represión marroquí.

Denuncia agresión policial a un joven saharaui en Smara, Sahara Occidental ocupado.

https://porunsaharalibre.org/2022/04/18/isacom-denuncia-agresion-policial-a-un-joven-saharaui-en-smara-sahara-occidental-ocupado/

Dibujo. Mani obrera portando puños gigantes.

Desde Argentina:

«Aportes Socialistas en la Acción Obrera y Popular Actual» (fragmentos de programa radial; con los trabajadores Diego Fernando Adrián Zapata y Fernando Adrián Zapata), miembros de la Convocatoria Partido Socialista de los Pueblos Unidos (PSPU) y Sindicalismo Plural (SP), abril de 2022, Concordia, Entre Ríos, Argentina.

-«El rol indispensable de la acción obrera»

Los trabajadores somos los productores, somos los creadores de todos los progresos y los avances de la Humanidad que, muchas veces, suelen quedar en manos de explotadores y de minorías enquistadas en el poder.

La concientización obrera contribuyó, desde sus comienzos, a organizar medidas de resistencia y de lucha trabajadora, para alcanzar objetivos que sirvieran al mejoramiento de la vida obrera, primero, y de la liberación trabajadora y social en su totalidad.

La formación en la conciencia obrera y la creación de todos los espacios de unión obrera y popular han ayudado a desarrollar ideas y experiencias cada vez más eficaces y más fructíferas para las necesidades y las aspiraciones de las mayorías trabajadoras.

-«Sobre la organización y la articulación de la acción obrera»

Los explotadores capitalistas hacen alejar los avances y los progresos obreros, de las manos de otros tantos trabajadores y hermanos de toda la Humanidad que tantas necesidades y carencias padecen y sufren en el capitalismo corrupto y explotador, asesino y contaminador.

La acción obrera es mucho más que la mera resistencia defensiva ante la explotación y la represión, la corrupción y la destructividad capitalistas.

La acción obrera es la búsqueda de organización y de articulación de todas las ideas y las experiencias surgidas, desde la clase obrera, en favor de la unión y de la liberación trabajadora y, con esto, en favor de la unión y de la liberación social, popular y humana, a escala mundial.

-«La acción obrera, en la unión y en la liberación social»

Los trabajadores, día a día, generamos la producción y la riqueza de las cuales solemos quedar casi totalmente afuera, mientras el capitalismo nos roba los recursos y los logros, las materias primas y los productos que nosotros mismos, trabajadores, ideamos y creamos, generamos y necesitamos en inmensa mayoría.

Toda nuestra acción obrera tiende a buscar generar y agrupar alternativas superadoras al capitalismo, teniendo en cuenta todos los elementos de las actuales situaciones que atraviesan a la vida social y comunitaria, es decir, partiendo desde la realidad circundante.

Toda nuestra acción obrera requiere, entonces, de una gran concientización obrera y popular, de un gran desarrollo en la creación y en la generación de reclamos y de propuestas, de postulados y de iniciativas que, muy bien, pudieran servir al mejoramiento y a la emancipación creciente, plena y total de las mayorías trabajadoras.

-«La acción obrera, por la igualdad social y la libertad»

El sistema capitalista, a esta altura de las situaciones históricas, ya no puede dar respuestas, ni siquiera, a los propios postulados que le dieron origen.

Las nociones de «libertad, de orden y de progreso» han quedado sepultadas bajo los mismos pasos del capitalismo, mediante la acumulación desbordante de toda la producción obrera y del robo ultrajante a los trabajadores y a toda la sociedad.

Las respuestas a todos los grandes conflictos que se ciernen, por sobre y en contra de los intereses y de las necesidades de las mayorías trabajadoras, deberán surgir desde las mismas mayorías trabajadoras, para enarbolar los caminos que abran paso a la igualdad social, a la equidad colectiva, a la genuina solidaridad y a la libertad más superlativa y más plural posible.

-«La acción obrera, en las experiencias sociales y populares»

El capitalismo, en su afán desmedido e irrefrenable por acumular más y como sea, sigue ocasionando los mayores y más repudiables males.

La explotación y la opresión, la pobreza y la desocupación, la miseria y la marginación, el extractivismo y la contaminación ambiental, guerra y todas las formas de violencia más cruel, la proliferación de mafias y de todo nucleamiento antisocial como lo son el racismo, la xenofobia y el nazi-fascismo, entre tantas otras lacras, son resultados del capitalismo más brutal y más destructivo.

La acción obrera ha desplegado y ha aportado numerosas experiencias de reivindicación, de acumulación de ideas y de propuestas consignadas, con muy grandes logros favorables a la clases productiva, a la clase trabajadora misma, facilitando extraer enseñanzas que eleven aportes transformadores, democratizantes, reformistas e, inclusive, revolucionarios, en el sentido de una verdadera transformación de toda la vida comunitaria y colectiva, social y ambiental.

-«Los logros y los avances de la acción obrera»

El capitalismo no da muchos márgenes de superación en sus formas actuales.

La conciencia social y la acción obrera, en diferentes lugares, en distintos tiempos y en situaciones muy particulares, ha logrado implantar conquistas y reivindicaciones de los trabajadores.

En tal sentido, todos los espacios en los cuales la acción obrera haya logrado internarse y accedido a implantar y a desarrollar sus postulados proletarios y populares son válidos y sirven como referencia obrera, de cara a posteriores avances favorables a las necesidades y a las aspiraciones de la clase trabajadora, desde las mayorías laboriosas y desde los más diversos sectores sociales y populares de toda la comunidad actual y futura.

Dibujo. Capitalista frente a obreros. La balanza va a su lado.

-«La acción obrera, desde lo posible, hacia lo más necesario»

La búsqueda de superar al capitalismo también lleva mucho tiempo en la historia reciente, con diferentes formas de resistencia y de lucha, con períodos marcados por mayor o menor alcance de reivindicaciones y de logros por parte de los trabajadores.

Las numerosas rebeliones obreras y campesinas, las crecientes revoluciones populares, las oleadas de creaciones movimientistas, surgidas desde el mismo seno de las mayorías trabajadoras, en muy distintas situaciones contextuales, demuestran que, no sólo es posible conquistar reivindicaciones obreras y populares sino, también y por sobre todo, es necesario impulsarlo y lograrlo, abriendo rumbos a unidades y a liberaciones sociales más amplias y más abarcativas.

-«Perspectivas de la acción obrera, hoy»

Es cierto que el capitalismo está debilitado y, a la vez, ha perdido gran parte de su sustento ideológico y político, social y cultural.

Cada vez son menos quienes lo sostienen y lo exaltan, quienes lo propugnan y lo ensalzan como a una «panacea», sin tener que recurrir a la violencia más brutal y más antisocial, o sin tener que negar sus consecuencias tan injustas, tan indeseables y tan destructivas.

Sin embargo, esto no significa que «el capitalismo caerá por sí solo», sino que es preciso y, prácticamente imprescindible, que existan propuestas y programas, consensos y acuerdos emanados desde la acción obrera.

Esto debe brotar y crecer desde todos los espacios proletarios y populares, que faciliten y extiendan, masiva y pluralmente, las nuevas demandas y reivindicaciones de la clase productiva y laboriosa, ya no sólo en forma defensiva sino, crecientemente, en pos de nuevos avances transformadores desplegados por la correspondiente acción obrera.

-«Por una acción obrera concientizada y superadora»

El capitalismo es un sistema claramente injusto y, obviamente, inviable y sin futuro, debido a su propia esencia de acumulación y de despilfarro desenfrenados, lo cual ocasiona una enorme destrucción de recursos y de energía, sólo para satisfacer a unos cada vez más pocos, en detrimento de cada vez más y más trabajadores, en particular, y de todos los seres humanos en general. La acción obrera, entonces, no puede ni debe quedar reducida, ni a sostener el mantenimiento del capitalismo, ni a sufrir, pasivamente, las brutales y reiteradas crisis capitalistas.

En consecuencia, la acción obrera, concientizada y organizada, debe proponerse generar ideas y propuestas que unifiquen las demandas de las mayorías trabajadoras y populares, a la vez que, también,deberá crear e implementar alternativas favorables a los más vastos y amplios sectores laboriosos y productivos de la cultura y de la sociedad, a futuro, rumbo al porvenir.

-«La acción obrera, frente a las crisis actuales»

Las crisis actuales, como expresión del sistema capitalista en quiebre total, plantean gravísimas situaciones de destructividad para la condición humana y para la totalidad de la vida ambiental.

Las crudas pujas entre los intereses de las grandes potencias imperiales, de muy variados signos pero de opresiones, de injusticias y de violencias similares, mediante guerras e invasiones; dictaduras y represiones; hambre y desigualdad, miseria y contaminación masiva, entre otros tantos crímenes siguen usando como «variable de ajuste» al enorme esfuerzo de la clase obrera y de las mayorías populares.

La clase obrera, las mayorías laboriosas, las inmensas masas trabajadoras y democráticas, republicanas y soberanas, productivas y generadoras, genuinamente progresistas y, esencialmente, revolucionarias son quienes, central y muy pluralmente, aportarán las respuestas alternativas y superadoras, rebeldes y verdaderamente constructivas en favor de las nuevas necesidades y las nuevas reivindicaciones y aspiraciones de las enormes poblaciones y de las más variadas comunidades socio-culturales del planeta, desde ahora en adelante.

Sobre telar cristiano, sangre.

Nacional-catolicismo

-Satán en el trono de Papa:

  • Año 1088-1099. Urbano II. Decreta la primera cruzada contra las ‘hordas turcas’ en 1095 y obliga a los ‘buenos cristianos’ a ir contra los infieles de los confines de Jerusalén y de la ciudad de Dios. El grito de guerra “¡Dios lo quiere!”. Cuando los cruzados llegaron a la ciudad santa, cometieron una de las mayores matanzas de la historia del catolicismo. “No distinguieron al matar si musulmanes o judíos, si ancianos, mujeres o niños de pecho” “Los sarracenos fueron torturados y decapitados y entregados al fuego. En las calles se amontonaban cabezas, manos y pies cortados…”. “Abrían en canal los cadáveres de los musulmanes, pues habían oído que tenían oro en su interior”. “En Maarat, los nuestros cocían a los paganos adultos, ensartaban a los niños en espetones y se los comían asados”. Urbano II había prometido indulgencia plenaria -perdón de todos los pecados fuesen cual fuesen- a los partícipes en la cruzada y había animado a bandidos, mercenarios y disipados de su alma a enrrolarse. Estas cartas, están en el archivo de la Santa Sede. La cruzada fue considerada un “éxito” y la terminaron en 1099.
  • Segunda cruzada (1144-1148). La aprobó Lucio II, la continuó Eugenio III. Fracaso absoluto. Matanzas indiscriminadas.
  • 1184. Lucio III decreta la inquisición medieval, contra los cátaros.
  • Tercera cruzada (1187-1192). En 1187 se sucedieron tres Papas, Clemente III la sustentó durante 3 años y Celestino III durante el restante. Fracaso absoluto. Matanzas indiscriminadas.
  • Año 1198-1216. Inocencio III, sobrino del Papa Clemente, ordenó la cuarta cruzada, desde el inicio de su papado hasta 1204. Matanzas indiscriminadas en Constantinopla. Proclamó la bula papal De contemptu mundi, donde se erigía representante único de Dios en la tierra y el poder sobre cualquier hombre o rey. Se otorga la potestad de coronar o deponer a su deseo. Ordenó las masacres de los cátaros en 1209, 1210 y 1213.
  • Año 1216- 1227. Honorio III. Persiguió a muerte a los cátaros.
  • Año 1227-1241. Gregorio IX. Persiguió a muerte a los cátaros. Se crea en 1228 la “inquisición secular”. Se pagaban dos marcos al que capturase un hereje. En 1239 ordena la matanza de Mont-Aimé, donde se quema a 200 cátaros.
  • Año 1254-1261. Alejandro IV. Papa que extermina el último bastión cátaro en 1255.
  • Año 1294-1303. Bonifacio VIII. De la familia Gaetani, subió al papado con el apoyo de Carlos II. Una bestia negra. “Desde el comienzo de su gobierno, Bonifacio se lanzó a la práctica de la simonía (compra o venta de lo espiritual por medio de bienes materiales) y el nepotismo”. Confesaba que el papado era “Yo soy la Iglesia y la Iglesia soy yo”. Comenzó a comprar para su familia tierras y campos, hasta tocar con las de otro tirano. Se declararon la guerra y usó bulas papales para sus únicos intereses personales. Arrasó las tierras de los Colonna y saqueó a su antojo. Asesinó a 6.000 personas. Como “el amo del mundo por mandato de Dios” declaró una bula prohibiendo imponer a la Iglesia cualquier impuesto sin el permiso papal. Canonizó a quien admiraba. En 1300 instauró el Año Santo Jubilar, una verdadera mina de oro para sus bolsillos. Declarado enemigo de Felipe el Hermoso, se declaran la guerra. Felipe ordena detenerlo, pero es liberado por sus fieles. Se traslada a Roma, pero muere a los días. Había además metido preso al anterior papa San Celestino V, una verdadera rara avis, un Papa eremita y buena persona, que dimitió nada más llegar al papado. Celestino le dijo a Bonifacio “Has entrado como un zorro, gobernarás como un león y morirás como un perro”.

Continuará…

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