Vascos asesinados en los campos de concentración nazis / Las fosas de la memoria en Villanueva de la Serena / Descubierto campo de concentración / Memoria de Arnao. Campo de concentración Figueras.

Foto. En campo de exterminio, pila de cadáveres.

Memoria histórica imprescindible:

-Vascos asesinados en los campos de concentración nazis.

Son menos de un centenar los asesinados listados aquí, de al menos dos centenares que se sabe que fueron encerrados en dichos campos. Estos son sólo los que aparecían con todos sus datos en unos de los cuadernos nazis conservados, en un par de campos de concentración.

Del resto de decenas o centenares de vascos desaparecidos no sabemos más cómo o cuando murieron: los que fueron asesinados cuando fueron detenidos o deportados y enterrados en algún lugar de Francia, los que murieron debido a enfermedades o hambre en los primeros campos de concentración de los colaboracionistas franceses, los desaparecidos y secuestrados, los que se sabe que estuvieron en los campos pero luego no se sabe si fueron liberados o murieron…, y tantos otros que un día salieron de Euskal Herria y ya nunca volvieron. Son miles los que murieron durante la guerra contra los golpistas franquistas pero luego, tras la derrota y el exilio, fueron centenares los que fueron asesinados por los nazis, fascistas o colaboracionistas.

https://ibasque.com/vascos-asesinados-en-los-campos-de-concentracion-nazis/

Foto. Trabajos en la fosa de Villanueva.

-Las fosas de la memoria en Villanueva de la Serena.

La ARMHEX presenta el libro de Ángel Olmedo Alonso (Coord.), “Excavación de una fosa común. República, guerra y dictadura franquista en Villanueva de la Serena”. Publicado por la Diputación de Badajoz.

https://www.elsaltodiario.com/memoria-historica/fosas-memoria-en-villanueva-serena

Foto. Ruinas de Jadraque.

-Los arqueólogos del CSIC hallan un campo de concentración franquista intacto en la España vaciada.

Más de 4.000 presos vivieron semienterrados, hacinados y mal alimentados en un monte de Guadalajara, en el que se conservan desde abril de 1939 los restos de aquel infierno.

En los mapas que señalan los 300 campos de concentración franquista no hay una localización exacta del de Jadraque, en Guadalajara. En el pueblo lo conocen, han jugado de niños en los barracones de piedra en los que vivieron los soldados del ejército de Franco. Son los únicos que quedan en pie, ensartados por las ramas de los árboles y los matorrales que crecen sin freno y esconden la memoria de la humillación y la represión.

https://www.eldiario.es/sociedad/arqueologos-csic-hallan-campo-concentracion-franquista-intacto-espana-vaciada_1_8892409.html?fbclid=IwAR1ftEc1wwWZGkMzGTaMKXhfDhoGWlUnCYyhc-XclY9msrFJKNGzc4Vq_28

Foto. Memorial en el cementerio de Cáceres.

-Solicitan el acceso público a los expedientes de presos y presas políticos del franquismo en Cáceres.

AMECECA ha demandado a la Consejera de Cultura, Turismo y Deportes la elaboración de un índice público de los expedientes carcelarios de aquellas personas que estuvieron presas en la antigua Prisión Provincial de Cáceres por motivos políticos durante el franquismo.

https://www.elsaltodiario.com/memoria-historica/solicitan-el-acceso-publico-a-los-expedientes-de-presos-y-presas-politicos-del-franquismo-en-caceres

Cartel presentación libro «Memoria de Arnao».

Libro:

-«Memoria de Arnao. Campo de concentración de Figueras»

En la historia de Figueras está señalado con letras destacadas todo lo relativo al campo de concentración de Arnao del que ningún resto físico permanece en pie. Sí resiste la historia y resiste la memoria. La historia son documentos escritos conservados en los archivos y bibliotecas, son fotografías, es la hemeroteca y también es la memoria oral de quienes sufrieron esos padecimientos.

En “Memoria de Arnao. Campo de Concentración de Figueras” Fernando García Rodríguez aporta multitud de documentos inéditos y nos relata la historia del campo de prisioneros en esa localidad del concejo de Castropol, Asturies. Pero nos habla de más cosas. De lo necesario que es conocer nuestro pasado, en algunas ocasiones para no repetirlo. Si perdemos los orígenes perdemos la identidad, y ponerle nombres y apellidos a esa parcela de la historia de Figueras era una cosa urgente. Lo que no tiene nombre no existe. Queda un monolito allí donde estuvo el campo de concentración entre los años 1937 y 1943, y desde ahora contamos con este libro de Fernando García Rodríguez. Estamos ante una potente investigación histórica que además es una defensa de los valores democráticos y éticos que dignifican a la humanidad, para que no sean objeto de olvido. Que sean más bien unos conceptos a transmitir a los jóvenes de hoy y a las generaciones venideras. No jubilemos la memoria.»

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