Crónica: De visitas carcelarias por las prisiones de Puerto III y Jaén. Los presos políticos comunistas, ejemplos de personas solidarias, de moral revolucionaria alta y firme.

Sobre dibujo joven ondea bandera «Visitando a los presos políticos, solidaridad».

Crónica de solidarios con las y los presos políticos.

Colaboración:

En este año 2022 es la primera que venimos a comunicar con los compañeros y compañeras presas. Cada año “bajamos” dos o tres veces a visitarlos. Como así hacen todos los solidarios y familiares, vamos a visitarles en prácticamente todo el Estado.

A nosotros en concreto que tenemos la circunstancia de tener la familia en Andalucía hacemos de “base” para ir a comunicar a Puerto III en Cádiz y a Jaén (antes íbamos también a Algeciras que estaba allí Israel Clemente, ahora lo trasladaron a León).

La primera visita, en febrero, fue vis a vis con Nacho Varela Gómez en Puerto, esta vez tuvimos la suerte de coincidir con Carmiña Cayetano, ex-presa política y compañera de Juan García, que también hacia el vis a vis. Esta circunstancia nos dio pie para poder abrazar a Juan. Se puede decir que son abrazos muy especiales, pues, no lo hacíamos nosotros desde finales de los años 90 del siglo pasado, que Juan estaba en la calle.

Con Nacho, como siempre su abrazo es fuerte y cariñoso, que te emociona. En las 3 horas que estuvimos con él, el tiempo pasa volando, con una intensidad de escucharle en los distintos temas que abordamos desde los familiares, amigos, camaradas presos-as, hasta los políticos-sociales y por supuesto en el plano internacional. Como los presos políticos se mantienen en la actualidad, a pesar de las condiciones que les impiden conocer lo que nosotros conocemos aquí fuera, pero, aun así, con su perspicacia y su gran curiosidad, captan la realidad palpitante de lo que se cuece aquí en la calle. Por algo son comunistas.

Hay una cosa que nos llama mucho la atención, y sé que en la “peña” de la calle se quiere saber: cómo mantienen esa moral alta y firme, ante todas las medidas que el gobierno a través de Instituciones Penitenciarias aplica, durante tantos años de cárcel. Una de ellas es el aislamiento. Cuando hablamos del aislamiento no nos referimos a que estén aislados de manera absoluta de la calle, no, nos referimos a que no están juntos, en colectivo, con los demás camaradas presos en un mismo módulo (digo módulo, pues, en una cárcel hay muchos módulos, que te pueden aislar y no ver a nadie de tus compañeros).

Tenemos la costumbre de preguntar a los presos-as, de cómo lo llevan, el aislamiento, para mantener su vida diaria en prisión. Hay que hacerse la idea de que llevan decenas de años aislados unos de otros, es decir, cada uno, sólo, en una cárcel. Por ejemplo, Juan y Nacho que por circunstancias de una operación de traumatología pendiente, han coincidido provisionalmente en Puerto III, tienen que pasarse todo el día en el patio; y que si quieren unas condiciones para estudiar y poder hacer cosas para organizarse la vida diaria sin estar en el patio, con todo lo que ello implica de ruido, vocerío, permanentemente la televisión alta y demás, tienes que aceptar el sometimiento del “módulo de respeto”. ¿Qué significa el “módulo de respeto” en esta cárcel?, pues, renunciar a tu dignidad, así de sencillo, que quiere decir que si lo haces, cruzas la línea roja, pues tienes que renegar de tu condición de militante y aceptar todo su reglamento y valores de este régimen. Pero, a pesar de ello y en esas condiciones se organizan y tejen su vida diaria, leen, escriben y comentan las cosas de la vida. Así, nos contaba Nacho como los presos sociales están todo el día “colgados” con la droga legal de la medicina psiquiátrica que le dan por receta. Los medicamentos son para que estén precisamente “colgados” y no hagan nada, y sean piltrafas humanas, esa es la famosa política de “reinserción en la sociedad”. Así también, le preguntamos por la comida y la atención médica y como nos decía: en relación a la alimentación, que es mala y de baja calidad para que sea aceptable humanamente. Y con respeto a lo segundo es embrutecedor, pues, si aquí fuera estamos como estamos con la sanidad pública, en las cárceles mucho peor.

Foto. Pancarta 12 fotos y bios de presas y presos políticos del Colectivo.

Otra cuestión que le preguntamos a él y a todos los presos políticos que vamos a comunicar, ¿cómo se explica que en decenas de años, que no son pocos, no tuvieron ningún incidente de mención, con los demás presos? Una en la que coinciden todos, es la vida organizada que llevan a cabo y por supuesto la fuerza moral que trasmiten con su ejemplo diario. Ayudan a los presos sociales en lo que puedan, sin ningún tipo de lucro ni interés personal, mantienen un estilo de vida sencillo, estudian, escriben, etc. (hay un relato, relativamente reciente, que se llama “Módulo 13” escrito por “Arenas”, que es muy vivo de lo que significa “la fuerza moral”).

A finales de marzo, fuimos a comunicar a Jaén para ver a Santi Rodríguez y a Mónica Refoxos. Nada más llegar para meter los libros y ropa ya nos encontramos con el primer impedimento de las normas de los “demócratas” penitenciarios: la cultura se pesa. Sí así como lo escucháis, los 14 libros que teníamos que meter a Santi, pues los necesitaba, no podía ser “pesaban mucho” y hubo que repartir el paquete con Mónica.

Ya en la comunicación, sólo de 40 minutos y a través de cristales, nos recibieron con toda sus sonrisas de calor humano, de que a pesar de estar ahí dentro y condenados a muchos años, no les borran su inmensa humanidad de clase, así son Santi y Mónica. Los 40 minutos pasan como una ráfaga por las conversaciones que no se acaban y lo abordamos “todo” lo que podemos. Es una emoción que queremos volver para vivirla. Cómo nos transmiten su espíritu de preocupación de los asuntos de aquí fuera, con su estilo de organizarse y de estudio de los más variados temas (no solo de política de clase que es fundamental), preguntando por los demás camaradas presos, cómo están…etc.

Llevamos unos cuantos años por las tierras de Andalucía y como se dice “los solidarios y revolucionarios no tenemos patria”, nuestra patria es la Solidaridad con mayúsculas de los obreros y obreras de todo el mundo, y ahora aquí, en ésta Andalucía solidaria, nos acogen, nos hacen sentir como en nuestra tierra y la prueba es que en las “caminatas” visitando los distintos sitios como Córdoba, Cádiz, Jaén, Granada, Málaga, etc. hemos visto y sentido que en todos ellos hablan de los presos y las presas políticas y se organiza la solidaridad en la calle, y ¡¡en eso estamos!!.

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