“8 de Marzo. Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Mujeres en todos los frentes”. Nuevo libro.

Portada librito «Mujeres en todos los frentes».

Difusión:

Nuevo libro: “8 de Marzo. Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Mujeres en todos los frentes”.

5 €. 92 páginas. Todos los domingos a la mañana en el puesto de solidaridad con los presos políticos, en Tirso de Molina, Madrid.

El catálogo de materiales ha sido renovado a marzo de 2022.

Portada y contraportada libro.

A modo de prólogo:

Los breves resúmenes biográficos que ofrecemos a continuación no son más que una pequeña muestra de mujeres de nuestro país que han luchado en todos los frentes: en el cultural, en el pedagógico, en el político, en el militar…

Desde finales del siglo XIX y a lo largo del XX, esas mujeres no solo defendieron a los trabajadores tanto del campo como de la ciudad, además, y sobre todo, denunciaron la terrible situación que padecía “la mitad del cielo”: pedagogas, escritoras, poetisas, obreras, campesinas, antifascistas, comunistas, anarquistas, guerrilleras, lucharon por revertirla. Lograron el derecho al voto, gracias al cual pudo triunfar el Frente Popular; tras estallar la guerra civil revolucionaria, combatieron en el frente contra los fascistas, se infiltraron en las filas enemigas o bien, aseguraron la industria armamentística y organizaron todo tipo de servicios en la retaguardia. Unas lucharon por conservar las conquistas democrático-revolucionarias que habían conquistado, otras iban más allá: estaban convencidas de que bajo el sistema capitalista, todo logro podía perderse, por eso su meta era caminar hacia el socialismo.

Derrotadas las fuerzas populares, aquellas que lograron cruzar la frontera con Francia, no dudaron en incorporarse a la resistencia contra los nazis cuando estos invadieron ese país. Muchas de ellas pagaron un alto precio por ello: los campos de concentración fueron para la mayoría su último destino. Ni siquiera allí cejaron en su lucha. A pesar de la estrecha vigilancia de los SS, en las fábricas de armamento en que les obligaban a trabajar como esclavas, lograban sabotear máquinas y obuses que “quedaban inutilizados con gozosa frecuencia”.

En el Estado español, los fascistas desposeyeron a las mujeres de todos los derechos que habían adquirido. “Levantaos, hermanas… No os quedéis en el margen…” Y se levantaron. Durante los años más negros del franquismo, las mujeres proletarias fueron las primeras en ir a la huelga, mientras que aquellas que se vieron de nuevo relegadas al hogar, organizaban piquetes de solidaridad con sus compañeros huelguistas.

Con la llegada de la farsa Transicional, las mujeres no dejaron de luchar. Acudían masivamente a las manifestaciones por la Amnistía; las obreras del textil se lanzaban periódicamente a la huelga; por otro lado, las mujeres comunistas y antifascistas se incorporaban a las organizaciones guerrilleras. Sin embargo, actualmente las reivindicaciones de las mujeres trabajadoras quedan ahogadas por las de las feministas burguesas. Los sucesivos gobiernos de turno han ido reconociendo algunos derechos formales, cuestión de encalar la fachada del régimen monarco-fascista. Pero la situación real de las mujeres trabajadoras no hace sino empeorar de año en año. La traición de los carrillistas primero y los apagafuegos de los socialfascistas, podemitas y demás ralea, han sembrado la impotencia, el desencanto y la desconfianza a todo lo que suene a “político”. Ante esta situación, no podemos más que remitirnos al deseo que para las nuevas generaciones expresaba una de nuestras protagonistas: “Que sigan unidos en la lucha, porque sin la lucha, hoy más que nunca, no somos nadie”. Ese es el camino.

—Nota—

Nuestros lectores echarán en falta algunas reseñas biográficas de mujeres que sin duda han jugado un importante papel en diferentes campos de la lucha antifascista. Es el caso de escritoras como Constancia de la Mora, Luisa Carnés; de destacadas revolucionarias como Virginia González, Lina Odena, Aida Lafuente o la comandante Luna, de resistentes como Neus Catalá, de comunistas como Isabel Aparicio, muerta en las cárceles de la “democracia” a causa de la desatención médica. No ha sido un olvido, sino que a todas ellas y a algunas otras les hemos dedicado su espacio en anteriores publicaciones.

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