«El Partido Comunista es indestructible». Resistencia, lucha y muerte de comunistas en Sevilla en 1948. Dossier imprescindible (I de II).

Foto de mani puños en alto, bajo bandera Popular.

Recuperando documentos históricos:

El Partido Comunista es indestructible” (I de II)

Dossier recogiendo todos los documentos y testimonios referentes a la detención en Sevilla y Granada del Comité Regional de Andalucía del Partido Comunista en marzo de 1948, y el fusilamiento de sus componentes un año después.

La publicación de gran parte de este dossier resulta fundamental para comprender que en esos duros años cuarenta no sólo había represión en España, sino también resistencia. Dicho más exactamente, que el régimen de Franco no podía ceder ni un ápice en su presión constante de encarcelaciones, torturas y fusilamientos contra el pueblo porque éste, y en especial los comunistas, no estaban dispuestos a renunciar a las conquistas logradas con la República Popular ni a dejarse explotar y avasallar impunemente.

Los documentos que siguen a continuación hablan por sí solos acerca de la barbarie fascista, pero también del temple de unos hombres y mujeres que en las peores condiciones inimaginables no sólo seguían fieles a sus ideales del comunismo, sino que proseguían con su trabajo de educación y organización políticas de los trabajadores, escribiendo periódicos, difundiendo hojillas, constituyendo células y círculos del Partido, promoviendo huelgas y actos de protesta y apoyando a la guerrilla.

También hay que hacer mención a los autores de este trabajo, en especial a Carmen Gómez Ruiz, compañera de uno de los fusilados, todos veteranos comunistas que, sin apoyo oficial alguno, ni siquiera de la dirección de IU, se han empeñado en que, por lo menos, el recuerdo de aquellos héroes que lo dieron todo, hasta la vida, por la causa obrera y popular no quede enterrado bajo las toneladas de basura «conciliadora» que han echado sobre ellos los carrillistas y anguitistas. Precisamente con el testimonio de Carmen comienza esta serie.

Carta de Carmen Gómez Ruiz.

-Sr. Manzano. Asoc. de Ex-Presos. SEVILLA Málaga, 23 de Julio, 1996

Estimado compañero:

Aunque no tengo el gusto de conocerle, me dirijo a Vd. por indicación del Presidente de la Asociación en Madrid, compañero Gervasio. El me facilitó también el teléfono para que me comunicase con Vd., pero esto no fue posible ya que, durante varios días, estuve intentándolo muchas veces y siempre daba la señal de ocupado. Es por esto, por lo que he decidido escribirle, ya que es ahí en Sevilla donde tengo pendiente un doloroso asunto que no he conseguido olvidar o mitigar.

Trataré de ser lo más breve posible, ya que el caso que voy a exponerle necesitaría muchas páginas. Yo estuve presa 10 años por luchar contra el franquismo, en tres etapas; la última de cuatro años y medio por el expediente incoado a causa de la caída del Comité Regional del Partido, compuesto por Ricardo Beneyto Sopeña, José Mallo Fernández, Manuel López Castro y Luis Campos Osaba. Los cuatro dieron su vida valientemente por la causa de la Libertad. El último de ellos, era mi marido. El Consejo de Guerra tuvo lugar los días 22 y 23 de Febrero de 1949 y el 12 de Marzo o sea, 15 días después, fueron ejecutados los 3 en Sevilla y Beneyto en Granada. Como después de este crimen yo permanecí en la cárcel cuatro años, no me fue posible saber en qué lugar y forma fueron sepultados.

Cuando salí en libertad condicional, no me era posible realizar ninguna gestión, ya que estaba sometida a presentaciones muy frecuentes ante la policía y en condiciones pésimas en todos los sentidos. Desesperada y sin posibilidades de trabajar (soy funcionaria de Hacienda, jubilada), decidí por todos los medios escapar y con pasaporte falso logré pasar la frontera francesa. Después de la muerte del dictador y ya en Democracia, regresé a España y me desplacé a ésa, personándome en el cementerio de San Femando donde fueron fusilados; di los nombres, fecha de ejecución y demás y la respuesta fue que no figuraban en el Registro, es decir que, en esa fecha, habían sido enterrados 3 hombres pero que los nombres no coincidían con ellos. Ante tal resultado, yo solicité certificado literal de mi marido y normal de los otros dos (ya que Beneyto fue fusilado en Granada), los cuales obran en mi poder.

Aunque han transcurrido 60 años (y esto lo sabemos los que hemos sobrevivido a la gran tragedia), mi recuerdo hacia ellos es constante y, dada mi avanzada edad (82 años), no quisiera morir sin poder depositar unas flores en el lugar donde cayeron.

Por tanto, el dirigirme a vosotros, es por si pudierais ayudarme a resolver esto, o sea, aclarar por qué razón sus nombres no figuran en el Registro del Cementerio y, si para facilitar la gestión necesitáis una fotocopia de los certificados de defunción, os la remitiría enseguida.

No quiero hacer más extensa mi carta para no molestarle y, de antemano sé que el encargo es difícil, pero, por intentarlo que no quede y yo os quedaría muy reconocida, tanto si es posible conseguir algo, como si no lo fuera.

Le ruego perdone la extensión de mi carta y en espera de que me contestéis sea cual fuera vuestra impresión sobre este asunto, aprovecho la ocasión para enviar fraternales saludos a Vd. y a todos los compañeros de la Asociación, a la que pertenezco en Madrid.

Carmen Gómez Ruiz

Dibujo de A. Masson. «El tercio en Sevilla» (un criminal ha arrasado la ciudad)

-Introducción

Salí de la Prisión Central de Burgos en Febrero de 1959, antes de salir me dieron el cursillo de liberto, ya que nunca dudé en incorporarme nuevamente a la lucha. Salí, me casé con mi compañera, la cual me había esperado 6 años de novio más los 10 de prisión. Para mí, no fue nunca un sacrificio, mis principios estaban por encima de todo; pero para ella, para la que ahora es mi mujer, sí fue un verdadero sacrificio.

Durante el viaje de novios ya contacté en Granada con Félix Cardador y no llegó al mes se presentó en mi casa Miguel Caballero; contactamos y de nuevo a la lucha. Desde que me incorporé nuevamente al trabajo clandestino, uno de mis objetivos fue el de hacerme con la defensa de Mallo, Campos y Castro. Esos hombres, mejor dicho, esos HÉROES no debían de quedar en el anonimato ni sólo en el recuerdo de aquéllos que los conocimos. Para mí lo fueron todo, mis camaradas, mis maestros y con su ejemplo fueron formando mi forma de vida como comunista, en ellos pensaba los 21 días que estuve en comisaría y me dieron fuerza y energías para resistir a las pretensiones del enemigo.

Después de 35 años de búsqueda, por fin llegó a mis manos la tan buscada defensa que hicieron los tres camaradas ante el Tribunal Militar. Dicha defensa la tenía en su casa la viuda de un camarada, Paquita Tercero; la defensa fue realizada durante el período que ellos estuvieron en la cárcel, manuscrita, algo ilegible, aunque eso era lo de menos.

Comencé las pesquisas yendo a casa del catedrático en Derecho y abogado Manuel Jiménez Fernández, en la calle Pérez Galdós.

En su momento el partido me había encomendado la tarea de hablar con él para que se hiciese cargo de la defensa de los tres camaradas. Hombre honrado, liberal pero con sus temores ante el tipo de enemigo que tenia enfrente, Jiménez Fernández no aceptó el caso diciéndome: «que estaba demostrado que los abogados civiles ante los Tribunales Militares siempre iban en perjuicio de los encartados». Posteriormente lo volví a ver para entregarle la defensa que ellos mismos iban a hacer, llamada: «¿De qué se nos acusa?». Por todo ello, una vez en libertad, lo visité en el Archivo de Indias, con la idea de recuperar dicho documento y hacerle copia, pero no lo conseguí. Cuando falleció, su archivo fue donado a la Hemeroteca Municipal de Sevilla; fui allí a ver si lo tenían, pero en la donación no fue incluida la documentación de su bufete.

También hice otra gestión en el Consulado Francés, situado en el barrio de Santa Cruz, pues en 1948 se había entregado una copia de la mencionada defensa al Cónsul para que la hiciera llegar a su gobierno, e intercediera por sus vidas que estaban en peligro de muerte. Le comenté al Cónsul que tenía la obligación de presionar al gobierno franquista no sólo porque eran luchadores por la libertad, sino también porque los tres habían participado en la lucha contra los nazis en el maquis francés e incluso uno de ellos, José Mallo, estaba condecorado con la medalla de la Legión de Honor francesa. Pues bien, me informaron que allí guardaban los documentos cierto tiempo y después los destruían.

Se consiguió con mucho esfuerzo que nos hicieran 25 copias de la defensa; después conseguimos otros documentos: la noticia publicada en ABC de 1949 en la que se recogía a bombo y platillo las detenciones de estos camaradas, incluso echaron las campanas al vuelo diciendo que habían terminado con el PCE en Andalucía para años. Su sorpresa fue que a los veinte días escasos, el Partido se había reorganizado, la dirección fue reemplazada por los que no fuimos detenidos, y que el 1 de Abril, a los dos meses, salió a la calle, nuevamente, el Mundo Obrero y algunos otros documentos pidiendo la libertad de los tres camaradas.

Este documento que llegó a mis manos, ha ido aumentando con toda una serie de documentos convirtiéndose hoy en un libro. Todo ello ha sido gracias a la colaboración de Paquita Tercero, Carmen Gómez Ruiz, esposa de Luis Campos Osaba, detenida en la misma causa y condenada a seis años y, muy especialmente, de Antonio Mezquita Gallego que nos trajo un verdadero tesoro documental del Archivo Histórico de Salamanca y de otros lugares.

Después de este preámbulo, paso a explicar brevemente y muy por encima un poco del pasado, a partir del inicio de la guerra de 18 de Julio de 1936, para hacer una idea de cómo quedó el pueblo y el enorme esfuerzo que se tuvo que hacer para levantar el espíritu combativo contra el franquismo. Dichas estas palabras, todos sabemos lo que fue el movimiento del 36 al 39. Sevilla entera era una cárcel, para ello habilitaron locales grandes, salas de espectáculos como el cine Jáuregui, el Kursal, el Variedades, el Pasaje Oriente; en la parte trasera de la Plaza de España, desde lo que hoy es Capitanía General hasta la Torre Norte, cogieron un gran espacio e hicieron un recinto comunicado con los sótanos de la Plaza de España… En fin, seria interminable relatar la cantidad de cárceles que habilitaron; les faltó espacio y hasta cogieron dos barcos grandes y los pusieron en el centro del río entre las dos orillas; las cárceles estaban atestadas, las celdas y los espacios centrales, las marquesinas y los patios estaban abarrotados, se llegó a dormir en una loseta de 25 cm.

En el cementerio, diariamente se fusilaba desde la noche hasta clarear el día, y así durante años. Personalmente he podido ver los libros de entrada de aquellas fechas y a pesar de que yo sabía todo aquello, me quedé estupefacto al ver hojas y hojas con los registros de entrada. En cada página se tenía que anotar datos de tres cadáveres, sin embargo en este período solo se anotaba la fecha, la misma fecha en hojas y hojas y estoy seguro que anotarían muchos menos de los que realmente entraban.

Durante ese periodo el Movimiento lo componían distintos grupos: la Falange, los carlistas «Requeté», la Policía, la Guardia Civil con el conocido sargento Rebollo, la Guardia Cívica, «el Arca de Berenguer». Todos estos grupos y cuerpos tenían a individuos que se dedicaban a detener y, además, tenían sus propias cárceles; no necesitaban papeles oficiales para sus detenciones, detenían y fusilaban arbitrariamente, sólo en cada cárcel existía un registro y por las noches nombraban el número que le correspondía fusilar; por ejemplo, en el Pasaje Oriente (conozco este hecho porque mi padre estuvo allí) iban nombrando, la saca podía ser de unos 25 presos, algunos salían, otros no contestaban porque sabían que era para matarlos y los que les faltaban para rellenar el cupo los escogían a base de culatazos. Como no había control, en muchos casos se nombraba a personas que habían sido fusiladas en días anteriores.

Dibujo. Prensa obrera en las fábricas.

Los detenidos mayormente eran obreros, sindicalistas, socialistas, comunistas, republicanos, anarquistas y toda persona que ellos tenían como demócrata y liberal; pero también se daban casos, y no pocos, de detener a personas que habían sido denunciadas por desafecto al régimen y en realidad la denuncia estaba motivada por envidias, cuestiones personales, deudas económicas, peleas matrimoniales o de noviazgos, etc.

Ya a finales de 1938 se iban normalizando algo las detenciones (es que si no paran, terminan con Sevilla). Se dio el caso, y esto es un botón de muestra, que tuvieron que detener a confidentes como el llamado «el Peregrina», «el Lecherito» y otros elementos de la brigadilla de Rebollo por «EXCESO DE PATRIOTISMO».

Cuando se fueron aminorando estas arbitrariedades criminales, terminó la guerra, y a partir de Marzo de 1939 se vuelven a llenar las cárceles y se crean campos de concentración. En esta fecha comienzan a funcionar los Tribunales Militares pues había que darle cierto aire de legalidad al sistema tras el triunfo del «Glorioso Alzamiento».

Los Tribunales Militares eran un teatro, salían penas de muerte a barullo, condenas de 30 y de 20 años a montones. Los condenados eran mandados a batallones de trabajadores, a batallones disciplinarios, a campos de condenados, etc., etc. A medida que fue pasando el tiempo se rebajaron las condenas y los iban confinando. Aquí, en Sevilla, teníamos el campo de La Corchuela (Dos Hermanas), en donde hicieron el célebre canal de riego además de otros trabajos, dicho campo se mantuvo durante muchos años.

Entre 1941 y 1942 van saliendo hombres de las cárceles y algunos, por su cuenta, comienzan a actuar, sobre todo, alrededor de la solidaridad hacia los presos y sus familiares, pero con una organización primaria que consistía en recoger medios económicos para enviárselos. Por esas fechas hubo una gran redada llamada la de la CENTENA; en Córdoba mataron a 15 ó 20 personas sólo por ayudar a los presos. Cuando llegué a Burgos todavía había un buen número de ellos que estaban cumpliendo condena de los 30 años que les habían echado.

En el 1943 o 1944 hubo una caída en Sevilla, en ella cayeron Blanco Brualla, Zapata, Castro Campos y otros, los cuales formaban un grupo con mayor grado de organización. En 1945, hubo otra caída bastante numerosa; por entonces se trabajaba alrededor de la consigna de Unión Nacional, que disponía de un periódico con ese mismo nombre confeccionado en ciclostil. En esa caída fueron detenidos muchos camaradas de Construcciones Aeronáuticas, SACA, Pirotecnia; yo me quedé en puertas, también cayó Andrés Rodríguez, Novillo, Inurria, el módico Toscano, Pariente, Naranjo, en fin, muchos más.

Al ser Sevilla la primera ciudad que cayó en manos de Franco, actuaron con más saña para que sirviera de ejemplo; no es el caso de entrar en detalles del TERROR que impusieron desde el primer día, pues nos desviaríamos de lo que tratamos y no habría papel para detallado; pero es necesario exponerlo para dar una idea de lo difícil que era poner nuevamente en marcha la organización y la lucha. No se jugaba con días en Jefaturas o cuarteles de la Guardia Civil, sino con montones de años y penas de muerte.

Después de la detención de Andrés Rodríguez -mi contacto en Construcciones Aeronáuticas-, realicé una lista abierta para la recogida de dinero para las familias de los detenidos que habían quedado desamparadas. Decidí confeccionarla abierta con dos objetivos: eliminar el aire de clandestinidad y ampliar la participación incluso hasta de los jefes de la fábrica.

En mis visitas a la cárcel pedía a los compañeros que me pusieran en contacto con alguien de la organización aunque, por otro lado, también había contactado con Antonio Calderón que intentaba lo mismo y realizaba la misma labor pero en los talleres.

Por fin nos pusieron en contacto con Carmen Díaz, la cual nos recogió para la organización. Estuvimos durante un tiempo con esta tarea dentro de la fábrica, hasta que un día Carmen me dio un contacto con un camarada; Ramiro Fuente Ochoa; a los pocos días con otro: Antón Cabanillas; días más tarde con Muriana. Todos me parecían muy preparados políticamente y les tenía que contar detalles de la fábrica, número de obreros, etc., etc. Aunque yo estaba algo mosqueado porque ninguno era de Sevilla. Cuando al poco tiempo contacté con Rafael Armada me explicó que la nueva dirección, en aquellos dos o tres meses, había llegado a la conclusión de empezar la organización desde cero en Sevilla. Las direcciones anteriores se habían apoyado en camaradas veteranos conocidos por la policía, facilitándoles las sucesivas caídas y que al ser todos conocidos entre sí no se guardaban los secretos más elementales, ni métodos de clandestinidad. La conclusión era montar la organización con camaradas jóvenes y totalmente desconocidos para la policía y los comunistas veteranos; en Sevilla se iba a empezar con dos personas: José Díaz Mosquera, de la Hispano Aviación, y yo, de Construcciones Aeronáuticas.

Después de dicho esto paso a exponer lo que con los años supe.

El Comité Central del PCE creyó oportuno darle un nuevo giro a la lucha, para eso fueron preparando a camaradas probados y fogueados y con unas características especiales para la tarea que se avecinaba. Lo mismo que en otros lugares de la geografía española, a Andalucía enviaron un primer grupo reducido que apenas pudo realizar alguna labor; entre ellos a José Benítez Rufo, conozco esto de oídas, el resto, que no llegué a conocer, fueron detenidos en la zona de Camas.

Otro segundo grupo fue enviado escalonadamente a medida que se afianzaban; Félix Cardador, que estuvo poco tiempo y que cayó con algunos más que tenían la emisora del Partido; después vinieron Ramiro Fuentes, Antonio Cabanillas, Muriana, Rafael Armada, Ricardo Beneyto, José Mallo, Manuel López Castro, Luis Campos Osaba, Julián Morante, Nicolás García Bejar y otros que no conocí. Por lo que sé, Sevilla era punto de tránsito hacia otros lugares. A los que he nombrado llegué a conocerlos porque trabajé con ellos, de entre ellos a algunos los enviaron a Huelva, otros a Granada e incluso a Madrid.

Los que quedaron fijo en Sevilla fueron Mallo, López Castro, Campos Osaba y Julián Morante. Estos camaradas pertrechados ideológica y organizativamente impusieron los métodos clandestinos a rajatabla: nada de nombres, todos con nombres de guerra; estafetas para cada cosa; un camarada para cada trabajo; aquel camarada que diera su casa para reuniones se desvinculaba de la organización: la secretaría de propaganda desligada de la organización y antes de llevar un paquete de propaganda había que asegurarse de que estaba a salvo; los contactos a hora fija sólo podían esperar diez minutos, si no estaba, se volvía a la misma hora a los dos días para saber si había pasado algo; los centros de trabajo eran utilizados por un solo camarada; el camarada que tuviera una tarea especial era desvinculado con alguna excusa de la organización de donde procedía, para que nadie se atreviera a acercarse; cuando por casualidad había que entrar en un café, lo primero que se hacía era pagar la consumición por si había que salir corriendo, evitando que el camarero te llamara la atención, Los pueblos que estaban organizados eran en torno al 80 % y dependían de su comarcal para centralizar los informes y la propaganda. Cada comarcal tenía que buscar su estafeta en Sevilla para que sólo ella y el camarada asignado por propaganda la conocieran y así se limitaran las consecuencias de las caídas. Cada secretario de una organización inferior se veía con el secretario de la organización superior y así hasta llegar al provincial; es decir, los secretarios de política, organización y finanzas y propaganda se veían con regularidad con sus superiores informándoles de los problemas y éstos trasladaban a los responsables las orientaciones políticas; los informes políticos se realizaban regularmente, tratándose problemas de carácter local, nacional e internacional.

Existía la Comisión Político Militar a cargo de un secretario del Comité Regional, aislada del resto de la organización y con la responsabilidad de coordinar la lucha antifranquista de la región con el Aparato guerrillero y sus Estados Mayores de las zonas guerrilleras de Granada, Málaga, Córdoba, Cádiz y parte de Extremadura con incursiones en la Sierra Norte de Sevilla. Se trataba por todos los medios de dar una regularidad a la prensa; podía haber fallos dada la clandestinidad en la que estábamos y los fallos técnicos o de seguridad que no se podían prever.

Esta fue la gran labor del grupo de camaradas: empezando con dos personas se organizó un radio, después se llegó a organizar cuatro sectores, a su vez, cada sector cogía los contactos de los lugares de trabajo y barrio de su zona, por lo que se organizó toda Sevilla. Se crearon organizaciones de masas donde llegaba la política del partido que consistía en la lucha contra la dictadura franquista y por la República de España. A continuación [ver cuadro adjunto] voy a exponer las distintas células del partido que había en Sevilla en esos años así como las organizaciones de masas y los camaradas, cuadros medios e intermedios que se destacaron en la lucha; aunque faltan muchos porque la memoria a nuestra edad falla después de tantos años y también porque por motivo de la clandestinidad no pude conocer ni a todos ni, en muchos casos, su verdadero nombre. Mi deseo hubiera sido el hacer mención hasta del último militante, porque luchar en aquella época era una heroicidad y gracias a todos fue una etapa gloriosa para el PC de España en Sevilla, gracias a estos tres camaradas fusilados y a otros que no los pudieron coger se consolidó el trabajo y se tuvo en jaque al enemigo durante cuatro años. El comisario Neto, de la Político Social, me dijo que se veía que yo era un gran admirador de Alfonso (Mallo), y que ellos tenían una gran capacidad y que eso era lo que mas les perjudicaba. Por esto lo ASESINARON.

Paso a describir el desarrollo que tomó el PC en Sevilla y su provincia en los cuatro años que estuvieron al frente los camaradas que pasaron por Sevilla y muy especialmente de este Comité Regional que fue el que más duró; el desarrollo fue espectacular, la misma policía lo admitía y estaba sorprendida, pues aunque había detenciones, eran mínimas y gracias a los métodos empleados apenas se extendían. Esto fue posible no sólo gracias a ellos sino también a la calidad de los militantes y cuadros medios e intermedios de los que se rodearon. Camaradas que en un 80 % eran jóvenes, valientes, con un gran espíritu de clase y entregados totalmente a la lucha con una voluntad férrea y autodisciplinados.

Inmediatamente a la redada y detención del Comité Regional de Andalucía -que supuso veinticuatro detenidos-, el camarada Julián Pérez Morante (Andrés), único miembro del Comité Regional que no fue detenido, organizó pocos días después un nuevo Comité Regional y el Partido continuó con su lucha. Había quedado intacta su estructura, y a los cuarenta y cinco días, es decir el día 1 de Abril, hizo su aparición nuevamente el Mundo Obrero hecho a imprenta.

José Cordero González

Secretario de Organización del Comité Regional de Andalucía del PCE en 1949.

Sevilla, Agosto 1997

Texto. Células y pueblos organizados.

-Extensión de la Organización del PCE en Sevilla (1948)

CELULAS ORGANIZADAS EN 1948

Maestranza de Artillería, Pirotecnia Militar, Casa Britaniz, Tranvías de Sevilla. Teatro San Femando, Fábrica de corcho, Amstrong, Carpintería Manuel Casana, Catalana de Gas, Maestranza Aérea, Matadero Municipal, Fábrica de Tornillos, Productos Químicos Farmacéuticos, Fábrica de cerillas, Taxistas, Construcciones Aeronáuticas, Hispano Aviación, Industria Subsidiaría de Aviación, El Puerto de Sevilla, Trueba y Pardo, Cruzcampo, Casa Ford (talleres), Fábrica de Uralitas, SACA, Entrecanales y Távora, Construcciones Escribano, Agroman, Dragados y Construcciones, Fundiciones Balbontín, Ferrocarriles MZA, Ferrocarriles Andaluces, La Exportadora, Hytasa, Colonia de Dos Hermanas (La Corchuela), Construcciones Eléctricas (contadores).

CELULAS DE BARRIOS

Macarena San Marcos, Aguadulce, Cerro del Águila, San Bernardo, Cortijo Maestro Escuela, Ciudad Jardín, Triana.

PUEBLOS ORGANIZADOS

Aguadulce Alanís Alcalá de Guadaira Alcalá del Río La Algaba Arahal Aznalcollar Bellavista Benacazón Bollullos de la Mitación Bormujos Brenes Burguillos Camas La Campana Cantillana Carmona Castilblanco de los Arroyos Castilleja de la Cuesta Castillo de las Guardas Cazalla de la Sierra Coca de la Piñera Constantina La Corchuela Coria del Río El Coronil Los Corrales El Cuervo Dos Hermanas Ecija Espartinas Fuentes de Andalucía Gelves Gerena Gilena Gines Guadalcanal Guillena Lebrija Lora del Río Mairena del Alcor Marchena Minas del Castillo Montellano Morón de la Frontera Navas de la Concepción Olivares Osuna Palomares del Río La Pañoleta Paradas Peñaflor Pilas Pruna La Rambla El Ronquillo Salteras San Jerónimo San José de la Rinconada San Juan de Aznalfarache Sanlucar la Mayor Santiponce El Saucejo Tocina Tomares Umbrete Utrera Valentina de la Concepción Villanueva del Ariscal Villanueva del Río y Minas Viso del Alcor Manzanilla (Huelva) La Línea (Cádiz) Algeciras (Cádiz).

CÉLULAS ESPECIALES Y ORGANIZACIONES DE MASAS

Unión de Intelectuales Libres (UIL), Militares de la República (AFARE), Policías Armadas, Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), Socorro Popular Antifranquista, Mujeres Antifascistas, Unión General de Trabajadores (UGT)

PLANTES Y HUELGAS IMPORTANTES

CASA. Plante por comida; Britaniz. Huelga por salario; Hispano Aviación. Huelga por despido de un maestro; Exportadora y Dos Hermanas. Huelga por salario y condiciones de trabajo; Puerto de Sevilla. Huelga por implantación de nuevo estatuto; Amstrong. Huelga por salario; Távora. Huelga brazos caldos por salario; Movilización por la riada de Sevilla de 1948; Fábrica de cerillas. Huelga por salario; Recogida de firmas en momentos cruciales.

Recorte ABC marzo 1948, detenciones de comunistas.

-(ABC. Nº 13.909. MARTES 16 DE MARZO DE 1948)

DESCUBRIMIENTO DE UNA ORGANIZACIÓN COMUNISTA EN SEVILLA, Y DETENCIÓN DE LOS PRINCIPALES DIRIGENTES

La Brigada Político Social de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla acaba de conseguir un nuevo éxito al lograr la desarticulación total del partido comunista y Juventud Socialista Unificada, cuya existencia se dejaba sentir en esta capital a través de la intensa campaña de su Prensa clandestina y otras actividades subversivas que sus componentes realizaban.

Recientemente se tuvo noticia de la llegada a Sevilla, procedente de la Escuela Terrorista de Toulouse (Francia), de un sujeto llamado Ricardo Beneyto Sopeña, que utilizando diversos nombres, con instrucciones y consignas del Comité central del partido, traía la misión de reorganizarlo en esta región, comenzando seguidamente a desarrollar sus actividades. Tras múltiples gestiones, se logró su localización y detención, interviniéndosele importantes documentos, que pusieron al descubierto el vasto plan de trabajo que traía y el resultado logrado hasta el momento de su captura.

Su detención, que el partido comunista estimó como una sensible perdida, provoca en el mismo una fuerte reacción y seguidamente atraviesan la frontera pirenaica, clandestinamente, otros tres miembros, que traen a Sevilla la misión de reemplazar al primero, haciéndose cargo de la labor que aquél había iniciado y que éstos intentan y consiguen completar.

Conocida la presencia de los mismos, son objeto durante varios meses de estrecha y discreta vigilancia, y comprobadas sus actividades, se procede a su detención, tratándose de los llamados José Mallo Fernández, el que procede de Rusia: Manuel López Castro y Luis Campos Osaba, todos los cuales, que usaban nombres y documentación falsa, constituían el llamado Comité Regional. Sometidos a hábil interrogatorio, se puso al descubierto la organización y funcionamiento del partido comunista en esta capital, descubriéndose igualmente el lugar donde tenían instalada la Redacción de los periódicos clandestinos «Mundo Obrero», «Juventud» y «Demócrito». Interviniéndoseles las máquinas, multicopistas, clichés, vatios millares de propaganda impresa para ser distribuida y un abundantísimo material de imprenta para ser utilizado en sucesivas ediciones.

Fue asimismo intervenido un fichero de la organización, fondos en metálico y numerosos e importantes documentos, consiguiéndose también la detención de sesenta individuos más, todos ellos dirigentes de los distintos comités que habían logrado constituir en diferentes sectores de esta capital, pueblos de esta provincia, puerto y en algunas importantes fábricas de esta capital.

Con este magnífico servicio puede decirse que ha quedado totalmente desarticulada la organización comunista en esta ciudad y provincia al ser detenidos sus dirigentes e intervenido todo el aparato de propaganda que utilizaban.

Mundo Obrero de 1/4/1948.

EL PARTIDO COMUNISTA ES INDESTRUCTIBLE

(Publicado en Mundo Obrero, editado por el Comité Regional de Andalucía del Partido Comunista. 1 de Abril de 1948)

Sí; el Partido Comunista es indestructible. Y esto es así, porque el Partido Comunista no es un Partido más, sino el Partido del pueblo. Para acabar con el Partido Comunista hay que acabar con el pueblo y eso es tarea imposible.

El Partido Comunista no es el producto de las maquinaciones de algunos exaltados o aventureros políticos, sino el producto lógico, natural e inevitable de las contradicciones existentes en el sistema capitalista; son estas contradicciones y la lucha entre explotadores y explotados, la causa fundamental que hace necesario nuestro Partido y contribuye a su continuo desarrollo.

El Partido Comunista no es un Partido de importación, sino que, por el contrario, nace, crece y vive y se fortalece en su lucha diaria, con las fuerzas más progresivas y democráticas de cada país. El Partido Comunista es el Partido de los obreros, de los jornaleros y desposeídos del campo, de los pequeños y medios campesinos, de los artesanos, de los pequeños y medios industriales, de los intelectuales libres de la corrupción nazi-falangista, en una palabra de la casi totalidad del pueblo español cuya libertad e intereses económicos y políticos están siendo liquidados por el franco-falangismo y que el Partido Comunista defiende.

Hablar en Sevilla de la destrucción del P. Comunista es una balandronada de la Jefatura de Policía, los hechos sacarán a estos señores de sus hermosos sueños.

Hablar de la destrucción del P. Comunista en Sevilla y Andalucía, cuando sólo en aquella capital hay por ejemplo más de tres mil familias que viven a la intemperie, porque ya no hay ni puentes, ni alcantarillas capaz de cobijarlos, cuando en Sevilla decenas de miles de familias viven en tristes habitaciones en la más espantosa promiscuidad, padres, hijas, hermanos y hermanas, y aun a veces personas que no son de la misma familia, cuando el 35 % de los niños de nuestra Región anda descalzo y casi desnudo, cuando una gran parte de la juventud femenina tiene que vender su cuerpo para medio vestirse y alimentarse, cuando las calles están llenas de pordioseros, cuando los sueldos de los obreros no pasan de 18 pesetas y algunos como los ferroviarios ganan 10,50 y el pan y los garbanzos y todo hay que comprarlo de estraperlo, cuando en Andalucía hay más de un millón de jornaleros que no trabajan en el campo ni medio año y cuando lo hacen ganan 10 ó 12 pesetas y todas las leyes que los amparan están condensadas en el vergajo de la guardia civil, cuando en Andalucía hay más de un millón de pequeños y medios campesinos que no pueden vivir porque las comisiones de requisas, las fiscalías de tasas y los de abastos se les llevan la cosecha, cuando no se les facilita ni abono, ni semillas, ni aperos y sólo se preocupan de saber si tienen o no contacto con los guerrilleros; cuando ocurre todo esto y esto no es más que una pálida exposición de la situación de como vive nuestro pueblo, frente al lujo de los jerarcas, los palacios de los grandes magnates y terratenientes, los cuarteles del ejército, policía, guardia civil y policía armada, los magníficos y abundantes convenios y las casas de pisos que se fabrican con alquileres de 600 pesetas en adelante, es imposible hablar de la destrucción del Partido Comunista, porque el Partido luchando contra esta situación cuenta con la adhesión de nuestro pueblo.

¿Pero dónde radica fundamentalmente la indestructibilidad del Partido? En que el Partido lucha contra Franco y Falange, no solamente en declaraciones formales más o menos teóricas, sino prácticamente y con todas las formas de lucha. En que el Partido es el alma de la Resistencia popular antifranquista, el alma de la unidad del pueblo contra Franco y los capituladores. En que el Partido lucha por una República verdaderamente democrática, que dará pan y trabajo, paz y justicia a nuestro pueblo, en que los comunistas, forjados -como dice Dolores- en la dura pero aleccionadora escuela de la lucha, no nos asustamos ni paralizamos nuestra acción, por el terror y las persecuciones, porque tenemos confianza absoluta en la clase obrera y el pueblo, confianza absoluta en el triunfo de la justa causa que defendemos. Porque los comunistas sabiendo que nuestro Partido es el Estado Mayor de combate de la clase obrera y del pueblo, y sabiéndose sustentados en una teoría de vanguardia, la teoría marxista-leninista-stalinista, que nos permite orientarnos en las situaciones más complejas y delicadas, se convierten, cada uno de ellos en organizadores, orientadores y dirigentes del pueblo, y en las fábricas, cuando se protesta por un mayor sueldo, en la lucha por mejores viviendas, en la constitución de los Sindicatos de clase, en la ayuda a los presos y perseguidos por el franquismo, en la lucha guerrillera, en la organización de las mujeres y de la juventud, los comunistas ocupan el puesto de vanguardia.

El Partido Comunista es hoy, en España, el alma de la lucha por la independencia y la soberanía de nuestro país antes vendida al eje ítalo-alemán y hoy vendida a los trusts sin patria de los imperialistas anglo-yankis, para que les sirva de futura base de agresión contra la Unión Soviética y las Nuevas Democracias.

El Partido Comunista para fortalecer la lucha antifranquista, para llevarla por cauces de unidad de democracia y de República, ha enviado camaradas valiosos que en Andalucía y en España son bien conocidos, algunos como Ramón Vía, asesinado en Málaga, y otros que se encuentran en las cárceles, pero que cuando estos camaradas han caído han dejado un positivo balance de trabajo antifranquista. Por eso comunista es sinónimo de heroísmo, audacia, valor, abnegación y espíritu de sacrificio sin límites; es sinónimo de combate, de lucha por la unidad de todas las fuerzas antifranquistas; sinónimo de luchador por la República, en una palabra comunista es sinónimo de vida para el pueblo y muerte para sus enemigos.

Por eso cuando la prensa de Sevilla publicó el 16 de Marzo pasado la nota de la Jefatura de Policía en la que se decía que se había detenido a los dirigentes y militantes del Partido en Sevilla y su provincia, y que por ahora tal Partido había dejado de existir, el pueblo de Sevilla como los de toda Andalucía y España, vieron cuan miopes, cínicos y cretinos son los falangistas al hacer una afirmación que hoy ni el propio «Caudillo» que es el padre de los más cretinos, se hubiera atrevido a hacer. Un Partido como el Comunista que lucha, vive y piensa con el pueblo, que es hijo de éste, que le de sus mejores combatientes, es indestructible, aunque los enemigos, como los avestruces no quieran ver la realidad y metan la cabeza debajo del ala.

*Publicado en la revista Antorcha, n.º 8, de Mayo de 2000.

(Continúa mañana)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.