Israel Clemente desde la prisión de Botafuegos: Letras dolientes y acertadas. Mientras corruptos y fascistas libres, situación y recuerdo de ‘Arenas’, Manuel Arango, Lucio García, Juan García, Victoria Gómez.

Cartel. Solidaridad con Israel Clemente, romper el aislamiento.

Cartas desde prisión:

Israel Clemente López

Algeciras, 23 noviembre 2020

–Aún de los dos meses transcurridos desde la redacción de la carta, es más actual que nunca–

Hace unos días contemplaba en la pantalla de la televisión una escena surrealista, de auténtico esperpento valleinclanesco, que me dejaba boquiabierto. El que fuese en su momento vicepresidente del gobierno de Aznar y altísimo cargo en el PP, más tarde presidente del Fondo Monetario Internacional y posteriormente de Bankia, Rodrigo Rato, abandonaba la prisión madrileña de Soto del Real con semblante algo desubicado y quizás más avejentado de lo que le recordaba. Quiso aprovechar la ocasión para, ante las numerosas cámaras, desearles “justicia y libertad” a sus antiguos compañeros VIP de módulo a los que dejaba tras los muros, todos ellos cargos corruptos de su partido y otros empresarios de la “lumpen-burguesía” de su misma calaña.

Le había faltado tiempo al sr. Juez Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nazional, el muy “humanista” sr. Castro, para ponerle aceleradamente en libertad apenas trascendía a los medios la noticia de la absolución de Rato en la última causa judicial que tenía pendiente. Las razones aducidas para su liberación anticipada, verdaderamente desternillantes, se venían a resumir en que ya había cumplido buena parte de la condena impuesta, en su avanzada edad y en su delicado estado de salud, así como (esta es la mejor) que ya no existía “alarma social” causada por los delitos por los que fue condenado. No deja de ser anecdótico el que este representante de la más reaccionaria oligarquía de rancias raíces fascistas hubiese dado con sus huesos en la cárcel por un “choriceo” menor, el saqueo rapaz de las “tarjetas black” de Bankia. Lo que pasa es que ahí le pillaron, como suele decirse, “con el carrito del helado” y no tenía escapatoria posible.

Días más tarde se repetía una escena parecida. Carlos García Juliá, uno de los asesinos que en 1977 asesinaron a los abogados de Atocha, era también puesto en libertad. Había sido condenado a 193 años de cárcel, pero en 1991 se le concedió la libertad condicional, además de un permiso “especial” para viajar a Latinoamérica donde, naturalmente, se “perdió” su rastro. Hasta que hace unos meses un conocido medio de información dio a conocer su paradero. La Audiencia Nazional se vio obligada a pedir su extradición y encarcelarlo de nuevo ¡por unos días! pues de inmediato le dieron la libertad, esta vez definitiva, tras aplicarle la redención correspondiente a sus ¡30 años de fuga!

Resulta verdaderamente hiriente contemplar la imagen de esos dos miserables saliendo de prisión. Un mal chiste, de pésimo gusto. Precisamente cuando en las prisiones españolas siguen firmes camaradas míos del Partido, después de que el PCE(r) fuese criminalizado al extremo, equiparándolo penalmente a una “organización terrorista” por el gobierno de Aznar y por los tribunales de excepción que actuaron en consonancia.

En contraposición a esos despreciables individuos, quiero trazar una breve semblanza (muy personal) de varios de mis camaradas presos, que a buen seguro no van a recibir parecido trato por parte de los tribunales especiales, pese a su avanzada edad, precario estado de salud, largas condenas cumplidas y el no provocar su trayectoria ninguna “alarma social” entre los trabajadores (cosa bien distinta es a la gran burguesía y al Estado fascista).

Foto. Manuel Pérez Martínez.

Manuel Pérez Martínez

Secretario General del PCE(r), no precisa de gran presentación al ser una figura política muy conocida. El mero hecho de mantener encarcelado al máximo dirigente de un partido comunista por su militancia política es, hasta hoy, un hecho único en Europa Occidental. Se trata de otra señal inequívoca del origen y carácter fascista del actual Estado español y del acérrimo anticomunismo que constituye su auténtica columna vertebral y que inspira la actuación de sus tribunales especiales para la represión política.

Encarcelado en 1977 y liberado en 1984, volvió a pasar inmediatamente a la clandestinidad, siendo el principal arquitecto y alma de la reorganización del Partido en aquellos críticos momentos. Detenido en Francia en 2000, fue extraditado en 2006 al Estado español, donde la Audiencia Nazional inició contra él un largo proceso inculpatorio, inicialmente infructuoso. Como el evitar la liberación de este dirigente comunista constituía una poderosa razón de Estado, hubo de ser finalmente el Tribunal Supremo el que abriese la veda condenándole por un “delito de omisión”; jurisprudencia novedosa creada ex profeso para justificar la prolongación de su encierro. A raíz de ello, la Audiencia Nazional volvió a la carga aumentando su condena como “autor intelectual” de varias acciones de la guerrilla antifascista.

Gran organizador y estratega político, a lo largo de los años se ha confirmado como el más destacado teórico de nuestro Partido, siendo numerosas sus contribuciones en distintos momentos a los debates y controversias en el seno del movimiento revolucionario europeo y del movimiento comunista internacional. Contribuyó decididamente -en momentos en los que resultaba extraordinariamente complejo orientarse correctamente, debido a la confusión generada en el movimiento comunista internacional por el cisma chino-soviético como consecuencia de la ruptura con el revisionismo moderno- a asegurar la continuidad del Partido en condiciones muy difíciles, bajo circunstancias adversas a lo largo de etapas prolongadas, aplicando siempre las enseñanzas del marxismo-leninismo a las condiciones concretas de nuestro país y llenando de contenido práctico el principio del internacionalismo proletario.

En los últimos años, y pese a sus condiciones en prisión, ha venido haciendo importantes aportaciones al estudio de la dialéctica marxista, conectadas al análisis de las experiencias de la construcción del socialismo en la República Popular China y en la URSS.

Por todos estos motivos, su figura ha ido adquiriendo una significación y relevancia internacionales. Pero es que además ha devenido un símbolo; el símbolo vivo de la ruptura, a fines de los años 60, de un importante sector del proletariado revolucionario de nuestro país con el revisionismo carrillista y su asunción consecuente de nuevos métodos de lucha y organización a fin de configurar un amplio movimiento de resistencia popular en lucha contra el Estado fascista. Esto es algo que la oligarquía española y todos los partidos del régimen a su servicio, desde la “extrema derecha” a los estafadores Podemitas, nunca le van a perdonar.

Acaba de cumplir 76 años de edad, aquejado de múltiples problemas de salud, y está condenado a una cadena perpetua encubierta.

Foto. Manuel Arango Riego.

Manuel Ramón Arango Riego

Histórico militante comunista del Valle minero de Laciana (León), detenido y encarcelado en numerosas ocasiones durante el franquismo, la “transición” y la actual falsificación del parlamentarismo mal llamada “democracia” (monarcofascismo). A punto de cumplir 72 años y padeciendo múltiples problemas de salud, en buena medida como consecuencia de las brutales torturas padecidas en su juventud, sigue sin rendir la bandera de la Resistencia y la dignidad a los herederos de Franco. No se lo perdonan ni lo harán jamás mientras viva.

Tuve el inmenso privilegio de que este veterano en mil clandestinidades fuese el responsable de formarme y educarme en la moral y el estilo de trabajo comunista. Una escuela verdaderamente impagable. Siempre me viene a la memoria su imagen sentado hora tras hora frente a la pantalla del ordenador entre densas nubes de humo: redactando artículos, maquetando otros para RESISTENCIA y ANTORCHA, diseñando carteles, en sus mil facetas como destacado propagandista y agitador infatigable.

En el momento de su última detención, en junio de 2007, él y su compañera, Isabel Aparicio, ultimaban la publicación de un número especial de RESISTENCIA dedicado a todos nuestros camaradas caídos en la lucha que no llegó a ver la luz. Lamentablemente, Isabel falleció en 2014 en la cárcel de Zuera como consecuencia de la prolongada desasistencia sanitaria en prisión de sus numerosas dolencias. No estará, pues, a la puerta de la cárcel para recibir a Manuel Arango cuando el próximo abril cumpla íntegramente una condena de 14 años de prisión por su militancia clandestina en el PCE(r).

Para quienes estén interesados en conocer más detalles de la trayectoria de este indoblegable comunista, tenaz y templado hasta la médula, pueden consultar su biografía. Resulta muy instructiva, verdaderamente ilustrativa de toda una época y un país.

Foto. Lucio García Blanco.

Lucio García Blanco

Veterano comunista asturiano, preso en numerosas ocasiones, quien a comienzos de la lejana década de los 90 en Gijón me fue haciendo transitar gradualmente hacia la militancia organizada, (y aficionándome a la sidrina) entre charla y charla sobre “marxismo-leninismo”, mientras contestaba pacientemente a mil preguntas fruto de mis inquietudes juveniles.

Encarcelado por su activa militancia durante la “transición”, se volvió a unir a la clandestinidad partidista en otras tres ocasiones durante la larga década ominosa del gobierno del PSOE de los GAL, cuando había que nadar fuertemente a contracorriente frente a las persistentes tendencias claudicantes y desmovilizadoras que se imponían en los medios de la izquierda sindical como consecuencia de las reconversiones industriales que laminaron a la clase obrera asturiana (y de otras regiones) en los años 80 y primeros 90.

Inasequible al desaliento, forjado en los malos tiempos y en los peores, así es Lucio. Acaba de cumplir 70 años y cumple una condena de 19 por su militancia clandestina en el PCE(r) y el apoyo a la lucha de resistencia.

Foto. Juan García Martín.

Juan García Martín

Experimentado militante comunista sevillano. Estuvo 20 años encarcelado por su participación en la guerrilla antifascista de los GRAPO durante los “años de plomo” de fines de los 70.

A finales de los 90 se pasó a la clandestinidad de nuevo, esta vez en las filas del Partido. Detenido en 2006, fue condenado inicialmente a 11 años de prisión por su militancia clandestina en el PCE(r).

Hubiese quedado en libertad en 2017, pero a los tecnócratas represivos no les debió de parecer suficiente, por lo que orquestaron y consiguieron su incriminación fraudulenta en la acción directa de los GRAPO contra empresarios aragoneses de 2006.

Cuando me encontré al camarada en una rueda de reconocimiento en los sótanos de la Audiencia Nazional me llevé una sorpresa mayúscula: “Pero, ¿tú qué haces aquí?”, le dije. Él no sabía a lo que venía. Cuando se lo expliqué contestó: “¡Ah, bueno! Entonces tranquilo”… Reacción normal en alguien completamente ajeno a aquellos hechos.

“Democracia” homologada a la española: ni los autores reconocidos de la acción armada ni 18 testigos oculares lo relacionaron con ella. Bastó una “testigo”, quien afirmó haberle visto allí “con una seguridad del 80%” (¡!), para condenarle a otros 83 años de prisión. La supuesta “testigo” admitió que le “sonaba” de las fotografías publicadas profusamente por la policía en la prensa zaragozana con fines intoxicadores. Durante mi detención, en los cinco días que pasé en la Dirección General de la Guardia Civil, los interrogadores no me preguntaron por él ni en una única ocasión. Bien sabían que no tenía nada que ver.

Acaba de cumplir 70 años y virtualmente enfrenta una pena de cadena perpetua, pues tiene fecha de salida de prisión en 2046.

Foto. Victoria Gómez.

En fin, son tantos los recuerdos de todos estos mis camaradas, tan plenos y llenos de sentido, que a veces alborotan la quietud de mi celda y llegan en tropel sin previo aviso…

A todos ellos, así como a otros que no son objeto de estas letras, les debo en gran medida el haber tenido la oportunidad de unirme en esta larga carrera de relevos. Una gran responsabilidad para mi generación, y aun mayor para las siguientes que habrán de sucedernos. Los comunistas no podemos sino ser optimistas en términos históricos, precisamente porque, pese a los retrocesos momentáneos, comprendemos el sentido y la mecánica de las fuerzas que hacen avanzar la historia.

La denuncia política de la situación de estos veteranos comunistas presos, así como la campaña por su liberación y por la consecución de la Amnistía Total, son una necesidad permanente a fin de ir articulando un amplio movimiento antirrepresivo y de solidaridad con proyección de futuro.

Me he limitado en estas breves semblanzas a aquellos camaradas que en el momento de su detención militaban exclusivamente en el Partido y no en la guerrilla antifascista, pero ni quiero ni me puedo olvidar ahora de nuestra querida Victoria Gómez Méndez, a punto de cumplir los 70 años en breve, y cuya trayectoria de lucha y compromiso da para escribir otro denso capítulo en este amplio libro colectivo que aún está muy lejos de concluir.

Sirvan estas deslavazadas letras de pequeño homenaje a todos ellos.

ICL.

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