Aurora Picornell Femenias «La Pasionaria mallorquina». Militante comunista con 19 años, presa política. Torturada, violada y fusilada a los 24 años en 1937. Honor eterno.

Foto. Aurora Picornell.

Memoria histórica imprescindible:

-Aurora Picornell Femenias «La Pasionaria mallorquina»

Camarada: tu artículo y singularmente donde aludes a mi persona me llena de satisfacción, porque me demuestra que mi participación en la lucha revolucionaria es un estímulo para las mujeres obreras y campesinas de Baleares. Es mi objetivo.

Dices que te considere una de las más adictas camaradas. Como a tal te considero, es más, donde hay una mujer obrera, campesina, una mujer explotada en suma, hay una hermana para mí, y máxime cuando como tú siente ansias de liberación.

Incorpórate a la lucha camarada, nunca te sentirás tan feliz como cuando veas que con tu esfuerzo contribuyes a la noble causa de los oprimidos. Luchar por una vida feliz, sin hambre, sin fascismo y sin guerras.”

(Carta de Aurora Picornell “A la compañera M. J. de Pina”. “Nuestra Palabra”, Órgano del Comité Balear del Partido Comunista de España (PCE), nº 135. Palma, 14 de mayo de 1936).

Era la noche de Reyes, 5 de enero, de 1937, cuando AURORA PICORNELL FEMENIAS, de 24 años, costurera, sindicalista y activa miembro del PCE, también conocida como “La Pasionaria mallorquina”, sería sacada de la cárcel de mujeres de Palma de Mallorca por un grupo de falangistas, y trasladada al convento de Montuir para ser vejada y torturada salvajemente, y seguidamente ser llevada a la pared del oratorio del cementerio de Porreres donde sería cobardemente fusilada junto a otras compañeras del sindicato de costureras de las Baleares, “Sindicat de Sastresses” y militantes del PCE.

Al día siguiente, 6 de enero, un jefe de la Falange, de nombre Mateo y de oficio de repartidor, se pasearía, por el barrio del Molinar de Aurora Picornell, mostrando, “ufano” y “amenazador”, el sujetador de ésta; en una muestra más de triunfo y de conquista.

Dibujo. Mujer ondeando bandera comunista.

-Militante comunista

Aurora Picornell había nacido el 1 de octubre de 1912, en el barrio costero del Molinar de Levante de Palma de Mallorca, en el seno de una familia obrera, siendo la sexta de siete hermanos, hija de Grabriel Picornell Serra, un carpintero comunista; el cual sería fusilado, junto a sus hijos mayores Ignacio y Gabriel tras la sublevación militar del 18 de julio de 1936. Mejor suerte correrían Juan y Libertad, otros hermanos de Aurora, que salvarían sus vidas pues habían embarcado el mismo 18 de julio, para participar en las Olimpiadas Populares que se debían celebrar en Barcelona, para partir tiempo después hacia el exilio.

Posteriormente Libertad viviría en México para luego en los años 50 establecer su residencia en Francia; y Juan lucharía en la II Guerra Mundial junto a la Resistencia Francesa, siendo detenido por los nazis y enviado a Dachau; para poco tiempo después de su liberación fallecer.

Cuando tenía tan sólo 16 años, realizaría su primer “pinito” literario, participando, junto a Gloria Vilalta de Barcelona y Evangelina Cáceres, en el prólogo del libro “¿Es la mujer superior al hombre? Estudio dividido en tres meditaciones” de la escritora feminista Margarita Leclerc y editado en Mallorca, que le permite conocer a Mateo Martí, que sería director de la revista “Nueva Palabra” de marcada ideología comunista. A los 18 años, en abril, escribiría su primer artículo, bajo el seudónimo de “Amanecer”, iniciándose una serie de frecuentes artículos sobre cuestiones relacionadas con la mujer, sobre política y sindicalismo dentro de la prensa de la época, entrevistando a republicanos y comunistas y pasando a coordinar dicha revista.

Integrándose tanto en la política como en el desarrollo de su dimensión de escritora; y empezaría, en 1930, a militar en la Lliga Laica de Mallorca. En 1931 organizaría el sindicato de costureras de las Baleares, “Sindicat de Sastresses”, y sería la primera mujer en pertenecer al Partido Laico de Mallorca, para ingresar más tarde, en este mismo año 1931, en el PCE, tras haber militado brevemente en la Juventud Republicana Federal.

La gente que la conoció recuerda de ella su alegría y optimismo. Era, dicen, eléctricamente optimista. Era una gran escritora y tenía un muy buen verbo. Sus escritos muestran una cosa que no se ve hoy en día. Denuncia la explotación laboral desde la primera persona, desde la práctica y denuncia a los explotadores con nombre y apellidos.” (Josep Quetglas. “Aurora Picornell. Escrits 1930-1936.” Que ha conseguido obtener y reunir cincuenta artículos de la líder comunista Aurora Picornell).

En 1932 se traslada a vivir a Valencia donde seguiría escribiendo bajo el pseudónimo de Amparo Pinós, siguiendo la costumbre de conservar las iniciales, en la clandestinidad, de su verdadero nombre. Allí se uniría a un destacado dirigente de la Internacional Comunista, Heriberto Quiñones, con quien tendría una hija, iniciando junto a él una nueva andadura política que alcanzaría su cenit cuando, tras la Revolución de Asturias de Octubre de 1934, su compañero sería detenido y encarcelado por manifestarse en contra la represión contra los mineros asturianos. Sola, tendría que regresar forzosamente al cobijo de su familia en Mallorca.

De vuelta a la isla se acrecentaría su actividad política y empieza su época de más activismo político, participa en la implantación del PCE en la isla de Menorca y en la extensión del Socorro Rojo Internacional, y pasaría a convertirse en una de las principales dirigentes del PCE de Illes Balears.

Apodada “La Pasionaria Mallorquina” sería muy activa en la defensa de la emancipación de la mujer y recorrería las diferentes poblaciones de la isla denunciando, con nombres y apellidos, a quienes explotaban a las trabajadoras y trabajadoras; convirtiéndose en la roja de las islas y en la referencia del movimiento obrero y comunista balear, quedando señalada como uno de los objetivos principales de la Falange mallorquina. Sería también la organizadora y responsable de la sección femenina del PCE y aumentaría su intervención en mítines políticos, hasta que fue detenida, en octubre de 1935, y juzgada por vender, junto a otras compañeras, ejemplares de la revista “Nuestra Palabra”, pues ésta contenía material subversivo. Encarcelada, seguiría escribiendo sobre las penosas condiciones en las que vivía, acusando el trato injusto que se les hacía padecer a las presas, lo que haría que por parte de la parte conservadora de la población pasara a ser una odiosa roja.

Recuperada la libertad, Aurora seguiría colaborando con su compañero, que había sido liberado en 1935. Con la dirección del Socorro Rojo Internacional y de la revista “Nuestra Palabra” en su mano, siguió trabajando para que las mujeres mallorquinas ganaran peso en la política y en lo social del aquel entonces. Por las noches, se dedicaba junto otras y otros compañeros, a enseñar a los niños sin recursos del barrio del Socors de Palma a leer y escribir, junto su camarada comunista Joan Mercante y que sería también asesinado en Porreres en la misma noche que ella.

En la primavera de 1936, Aurora y su compañero Heriberto Quiñones, enfermo de tuberculosis, viajarían a Madrid para que este fuera tratado de su enfermedad; volviendo poco tiempo después a Mallorca pues allí se encontraba la hija de ambos de muy corta edad llamada Octubrina Roja (que, posteriormente, la dictadura católica del franquismo rebautizaría como Francisca), pues se encontraba al cuidado de la familia Picornell.

Dibujo. Mujer entre rejas.

-Frente al fascismo

Al producirse el golpe de Estado militar del 18 de julio de 1936, Aurora fue, junto a otros dirigentes del Frente Popular, a solicitar al gobernador Civil, Antonio Espina García, miembro del Partido Republicano Radical Socialista, la entrega de armas para enfrentarse a los golpistas y derrotar al fascismo. Sin embargo, éste les manifestaría que no sería necesario pues el general Manuel Goded Llopis (que estaba implicado en la conspiración militar y que había sido designado jefe de sublevación en Barcelona) le había prometido esa misma mañana su lealtad a la República. Al día siguiente el general Manuel Goded dictaría un bando militar, y Mallorca caería en manos de los sublevados franquistas. La represión franquista comenzó ese mismo día 19 de julio mediante las listas hechas tanto por los líderes locales de la Falange, como los núcleos de poder tradicionales y los caciques de los pueblos.

Tal como estaba calculado y acordado por los militares golpistas, el general Manuel Goded se trasladó, en un hidroavión, a liderar la sublevación en Barcelona. Un vez llegado a la ciudad condal conseguiría arrestar al comandante en Jefe de la IV División Orgánica, el general Francisco Llano de la Encomienda; sin embargo, fracasaría en su intento de tomar el control de Barcelona, y tras duros combates, el general Manuel Goded se rendiría, siendo arrestado, en el mismo día 19, por las autoridades republicanas, y fusilado el 12 de agosto.

Conociendo que sería uno de los objetivos de los facciosos, Aurora se refugiaría en la Casa del Pueblo, donde fue inmediatamente detenida el 19 de julio de 1936 y encarcelada, en noviembre de 1936, en la prisión de mujeres de Can Sales de Mallorca. En un primer momento hubo un intento de obtener su liberación por la vía de la negociación por parte de su compañero Heriberto desde Barcelona, mediante un intercambio de prisioneros, pero los intentos fracasarían absolutamente.

Aurora, sentenciada a la pena capital desde que fue detenida, sería sacada de la prisión, junto a algunas compañeras costureras, por un grupo de falangistas en la noche de Reyes y llevada al convento de Monuiri donde sería torturada cruelmente.

Al despedirse de sus compañeras de celda, se llevo consigo una bobina de hilo y les dijo: “Si sobrevivo, os haré llegar estos hilos”. Sin embargo, esperaron en vano, la bobina nunca regresaría. Esa misma noche frente a la fachada del cementerio de Porreras fue asesinada a sangre fría, con 24 años, junto a otras cuatro compañeras del sindicato de costureras: las también comunistas Catalina Flaquer Pascual y sus dos hijas Antonia Pascual Flaquer y María Pascual Flaquer, y Belarmina González Rodríguez, sin militancia política conocida, todas ellas habían sido detenidas y encarceladas en los días inmediatamente posteriores al golpe de Estado fascista. Todas ellas víctimas de salvajes violaciones y vejaciones, para ser finalmente fusiladas. Todas ellas son conocidas como “Les Roges des Molinar”.

Solo en la isla de Mallorca, la cruel represión franquista costaría la vida a unos 2.300 republicanos. El cuerpo de Aurora Picornell tirado en una fosa común, nunca fue localizado.

Es todo un símbolo para las izquierdas de este país, y especialmente de las militantes comunistas. Una mujer que luchó por ser siempre libre y que cayó bajo las balas asesinas de unos fascistas. Una aguerrida mujer comunista de verbo, y escritura fácil, que ha formado parte de una de las familias más marcadas y represaliadas de Mallorca.

Artículo completo:

https://amistadhispanosovietica.blogspot.com/2021/01/aurora-picornell-la-pasionaria.html?m=1

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