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La barbarie imperialista: Los bombardeos de los aliados sobre Alemania
Esta es otra historia poco conocida de la IIª Guerra Mundial. Los bombardeos sobre Alemania se sucedieron durante toda la guerra. La aviación británica bajo el mando de Harris “el carnicero”, se hizo cargo personalmente del mando de los bombardeos y aplicó una política de terror, a base de raids incendiarios contra las ciudades costeras de Lubeck y Rostock, seguidos por el “raid de los Mil Bombardeos” que arrasaron Colonia en 1942.
A la aviación británica pronto se unió la estadounidense. En 1943, los aliados lanzaron 200.000 toneladas de bombas. El ataque más mortífero se produjo en Hamburgo en el que murieron 50.000 civiles, la mayoría en un ataque con bombas incendiarias, lo que convirtió a esta ciudad en un infierno, ardiendo por los cuatros costados.
Se podría pensar que los bombardeos trataban de diezmar el poderío militar nazi y que estos se realizarían en zonas estratégicas, donde estuvieran concentradas las tropas, aeródromos, fábricas de armamento y objetivos militares en general, pues bien, la realidad fue bien distinta. Los bombardeos se centraron en los barrios obreros de las ciudades… Arthur Harris, conocido como “el carnicero”, mariscal de la Real Fuerza Aérea Británica y por tanto responsable de los bombardeos, mantenía que dejar a los obreros sin casa causaría tan graves daños a la producción de armamento como bombardear las fábricas y los muelles; además, los barrios obreros no estaban protegidos por las defensas antiaéreas y eran más fáciles de atacar. En estos barrios vivían en su mayoría obreros socialdemócratas y comunistas que habían luchado contra el régimen nazi.
En esta línea, no deja de ser significativo que el mayor bombardeo contra Alemania se produjera a menos de tres meses de terminar la guerra, en febrero de 1945, contra la ciudad de Dresde que en ese momento no era ningún objetivo militar y se había convertido en el destino de miles de refugiados, y tampoco contaba con defensas antiaéreas pero esto no fue un impedimento para que cerca de 800 aviones aliados atacaran durante varios días la ciudad. El 75% de las bombas que se lanzaron eran incendiarias, lo que produjo un gigantesco incendio que calcinó unos 15 kilómetros cuadrados. En total se lanzaron 2.640 toneladas de bombas que causaron la muerte a más de 150.000 personas, la mayoría población civil y la destrucción completa de la ciudad.
En total, la aviación británica lanzó 955.000 toneladas de bombas sobre Alemania, a lo que hay que sumar las 400.000 toneladas de los estadounidenses. Se calcula que una quinta parte cayeron en zonas pobladas por civiles.