El derrumbe del fascismo. 1944 fue el año de las victorias decisivas del Ejército Rojo sobre los ejércitos de Alemania y sus satélites. La victoria batalla a batalla hasta el Reichstag.

Foto. Colocando a bandera comunista sobre el Reichstag.

Luchas, derrotas, victorias… Antifascistas

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El derrumbe del fascismo

1944 fue el año de las victorias decisivas del Ejército Rojo sobre los ejércitos de Alemania y sus satélites. Ya en enero-febrero, las tropas soviéticas infligieron una dura derrota a la agrupación Norte y liberaron la ciudad de Leningrado de un bárbaro asedio que había durado novecientos días. En el transcurso de febrero-abril de 1944, el Ejército Rojo derrotó la agrupación de ejércitos del sur, limpió de enemigos la orilla derecha del Dniéper de Ucrania, llegó a la frontera con Checoslovaquia y Rumanía y la cruzó a fin de continuar la persecución del enemigo y liberar a los países ocupados por los hitlerianos. En abril, las tropas soviéticas recuperaron Crimea. En las ofensivas de invierno y primavera, el Ejército Rojo liquidó ciento sesenta y cinco divisiones enemigas: el enemigo perdió más de un millón de hombres.

Pero la derrota definitiva de la Alemania nazi fue resultado de la operación de Berlín llevada a cabo por las fuerzas de tres frentes del Ejército Soviético. Esta operación fue preparada con excepcional minuciosidad. Se concentró una ingente cantidad de material bélico: la moral de las tropas que atacaban Berlín era extraordinariamente elevada.

En la madrugada del 16 de abril de 1945, la artillería abrió fuego huracanado contra las fortificaciones enemigas; se lanzaron al ataque los tanques apoyados por la aviación. A pesar de su desesperada resistencia fue rota la defensa de las tropas fascistas alemanas. El 21 de abril se entablaron ya combates en la periferia de Berlín; el 25, las tropas del primer Frente bielorruso y del primer Frente ucraniano enlazaron en Potsdam, cercando al enemigo. Aquel mismo día, en Totgau, orilla occidental del Elba, se estableció el primer contacto entre las unidades del primer Frente ucraniano y el primer Ejército norteamericano.

La situación de las fuerzas cercadas carecía de esperanzas pero el mando fascista alemán no quiso cesar el combate. La batalla de Berlín fue extraordinariamente dura: cada casa se tuvo que tomar en combate. Con particular encarnizamiento se luchó por la conquista del Reichstag. En la noche del 30 de abril al 1 de mayo, se izó la bandera roja sobre el Reichstag. El 2 de mayo, el mando de la guarnición se rindió. Hitler y Goebbels se suicidaron. Más de trescientos mil soldados y oficiales alemanes se entregaron a las tropas soviéticas.

La noche del 8 al 9 de mayo, los representantes del alto mando alemán firmaron en Berlín el acta de rendición incondicional de Alemania.

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