Ibrahim Gokçek, del Grup Yorum, 324 días en huelga de hambre / Chile, la revuelta sigue en la calle / Francia, la resistencia es un derecho. Libertad GIA / Principios de propaganda que siguen al dedillo.

Foto. Ibrahim Gokçek en huelga de hambre.

Internacional:

Turquía

-Ibrahim Gokçek está en su 324º día de huelga de hambre.

Salvo que sus demandas sean escuchadas, morirá muy pronto.

¿Qué es lo que quiere?

-Fin de la prohibición de los conciertos del Grup Yorum

-Liberación de los miembros del grupo

https://www.facebook.com/grupyorum1985/

Pancarta. Texto y dibujos fábricas, obreros, aluminosis…

Chile

-La revuelta sigue en la calle

Pancarta: “Nos intoxican, nos enferman y nos matan. ¡Por eso la fuerza pobladora se levanta!”.

Octavilla repartida el 1 de Mayo.

Francia

-¡Tenemos un mundo entero para ganar! ¡La resistencia es un derecho! ¡Libertad para Georges Abdallah!

¿Será 2020 marcado por el sello de un año de una pandemia global, de caos generalizado, de un Apocalipsis y un fin planeado del mundo? Para ciertos enfoques limitados o místicos, ciertamente.
Pero lo que será importante recordar a partir de 2020 es que fue y es el portador de tensiones fundamentales, pero también felices días de lucha por venir.
2020 es el año en que la economía se ha visto afectada por una sobreproducción incomparable, mientras que el comercio internacional se ha reducido desde 2018. Este es el año en que la esfera especulativa financiera se vio amenazada con todo momento explosivo. Este es el año en que las clases dominantes han sido cada vez más descalificadas, desacreditadas y desafiadas en la calle, por un bullicioso frente social, marcado por grandes levantamientos populares por su número y por su duración (los chalecos amarillos son una ilustración) y que, a partir de ahora, ya no duda en entrar en una confrontación directa, cada vez más radical y violenta, contra todas las formas de representación del poder. Fue en este contexto de desestabilización económica y revuelta política y social general que apareció el coronavirus; y es en este contexto que deben entenderse todas las consecuencias de esta pandemia. También esta declaración que todos pueden y deben hacerse cargo: «estamos en guerra».

Pero 2020 es y seguirá siendo el año de la creciente resistencia del proletariado y el pueblo. A esta declaración de guerra disfrazada de encierro, muchos están impulsando el virus de la rebelión. Continuar organizando y demostrar que la insubordinación está presente entre los pueblos como tendencia a continuar. En todas partes de Francia, a pesar de los dictados y las prohibiciones, las disputas se expresan y las revueltas se multiplican: en vecindarios de clase trabajadora, particularmente expuestos en el frente, las noches son incendiarias. Al mismo tiempo, estallaron protestas y huelgas en las fábricas, con gritos de «sus ganancias valen la pena, más que nuestra salud», en contra de mantener el trabajo en condiciones que desprecian la vida y la seguridad de los trabajadores: esto se ha visto en Francia (como por ejemplo en los astilleros de Saint-Nazaire); en Europa (como en la fábrica de Fiat en Pomigliano y en las fábricas del sector metalúrgico, en Brescia, Italia; o en las fábricas de Mercedes en Vitoria y Renault en Valladolid en España) y también en otras partes del mundo (como ejemplo en los Estados Unidos con protestas de los trabajadores en las fábricas Fiat-Chrysler de Indiana, en la fábrica de camiones Warren en las afueras de Detroit; en Canadá, en las fábricas de FIAT en Windsor, Ontario o en Brasil en el puerto de Santos y las fábricas Volkswagen, Toyota, General Motors ubicadas en el país). La ira está ahí y no deja de aumentar: entre los objetivos ordinarios de la policía, entre la resistencia en las cárceles, entre aquellos que están confinados a la pobreza por confinamiento, entre los trabajadores expuestos al virus que se niegan a ser el papel de la variable de ajuste que buscan imponerles, y entre toda la clase del proletariado y personas que saben que sus intereses no son los de la burguesía y que el enemigo de ayer sigue siendo el mismo antes, durante y después de la pandemia. ¡Entonces sí! Estamos en guerra en esta guerra de clases que no dice su nombre pero que es muy real. Y 2020 es y seguirá siendo un hito histórico de la resistencia de los pueblos y de esta conciencia de que un mundo nuevo no solo es posible sino necesario.

Un gran luchador ha luchado toda su vida por conseguir este nuevo mundo y continúa hoy por hoy e incansablemente durante 36 años, para proclamar desde los barrotes de la prisión de Lannemezan, su necesidad imperiosa: ¡es Georges Abdallah! Resistente, él está preso por todas las luchas y nosotros somos de todas sus luchas: antiimperialistas, anticapitalistas, antifascistas, antisionistas, y si hay un símbolo de esta revolución que viene, es el de George Abdallah. ¡Entre todas nuestras peleas, apoyemos también la que luchará por la liberación de nuestro compañero!
París, 1 de mayo de 2020

Campaña unitaria para la liberación de Georges Abdallah.

Dibujo. Poderosos ríen ante una ciudad destruida.

-Guerra sucia y propaganda:

1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

2.- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

6.- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

9.- Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

10.- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.

Principios de la propaganda nazi, creados por Goebbels.

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