1º de Mayo: luchemos por unas verdaderas libertades políticas y sindicales / La agudización de la crisis y la organización necesaria / «Amigos» de la clase obrera: Sánchez Dragó; UCE.

Cartel 1er de Maig. M. proA.

Movimiento obrero. Sus luchas, su brutal situación:

-1º de Mayo 2020:

Ahora más que nunca, luchemos por unas verdaderas libertades políticas y sindicales.

Moviment pro Amnistia.

Encaramos este Primero de Mayo en medio de la pandemia de la Covid-19 y bajo el decreto de estado de alarma impuesto por el Gobierno PSOE-Unidas Podemos. A la carencia de derechos y libertades democráticas en el Estado español, se le ha sumado la pérdida de la libertad de movimiento y una fuerte militarización del espacio público, aprovechando como pretexto la crisis sanitaria. El incremento del control social, la brutalidad policial y la ofensiva mediática para legitimar las medidas anticipan un escenario fuertemente represivo en previsión de futuras luchas y protestas.
La emergencia por la expansión del virus ha estado especialmente grave en el Estado español, debido fundamentalmente a los sucesivos recortes en sanidad durante los últimos años por parte de las administraciones burguesas (estatales y autonómicas) y por no haber dispuesto de los recursos de la sanidad privada, a pesar de que el Gobierno «progresista» mediante el decreto de estado de alarma tenía esta posibilidad.
Las condiciones de vida de la clase obrera han empeorado muchísimo. Los ritmos de trabajo y la explotación van en aumento. Los ERTE’s, los ERE’s y la carencia de protección y medidas de higiene por quien todavía conservan el trabajo son parte del día a día.
A raíz de la pandemia se están implementando fuertes cambios en la esfera económica, marcados por la destrucción de buena parte de sectores productivos y la sustitución por otros en una nueva fase de acumulación de capital y de reestructuración financiera. Todo ello comportará generalizar la miseria y multiplicar la explotación sobre la clase obrera.
El Régimen del 39 tratará de coger oxígeno con una reedición de los Pactos de la Moncloa, pidiendo la colaboración de los diferentes partidos y garantizando así su mantenimiento, es decir, el mantenimiento de la propiedad privada, la unidad indivisible del Estado de los monopolios y la continuidad del monarco-fascismo.
Es urgente organizar la respuesta a la dura realidad que sufrimos. Luchar por nuestros derechos y libertades y recuperar las calles, pues la crisis sanitaria no tendría que comportar la pérdida de la movilización ni la virtualización del derecho a protesta.

¡La organización al margen del Régimen es el único camino!

¡Viva la lucha de la clase obrera!

¡Amnistía total!

Pantallazo video Resisteix.

-La agudización de la crisis y la organización necesaria

Resisteix lleida

¿Qué consecuencias van a empeorar las condiciones de vida, el aumento de la explotación o el aumento del control social? ¿Cómo lo manejará la rama izquierda del régimen? ¿Cómo organizar la respuesta?. 9,40 minutos.

https://www.youtube.com/watch?v=g7TavHscagk

Texto y dibujo obrero con lanzacohetes.

-Viva la lucha de la clase obrera

El artículo “Por mero instinto de clase, por orgullo de clase”, con dibujo de M.P.M. “La respuesta”.

Foto. Abascal y Dragó con el libro.

‘Amigos’ de la clase obrera:

-Abascal y Sánchez Dragó

El líder de Vox y el escritor clasista, presentaron justo hace un año el libro de Fernando Sánchez Dragó: “Santiago Abascal, España vertebrada”.

Otro biógrafo de los nuevos falangistas cuneteros. Lo digo tras leer el pestilente libro.

Portada «De Verdad»: «Sí se puede, vota UPyD Rosa Díez»

-UCE

“En marzo antes del encierro la tuve buena con dos de la UCE. Cuando puedan salir, seguro que volverán a la guerra sucia, a engañar a los trabajadores con su simbología comunista. Si te asaltan y van de obreristas, les recuerdas su voto a UPD y a la reaccionaria fanática Rosa Díez. A cada cual lo suyo. A”.

2 comentarios sobre “1º de Mayo: luchemos por unas verdaderas libertades políticas y sindicales / La agudización de la crisis y la organización necesaria / «Amigos» de la clase obrera: Sánchez Dragó; UCE.

  1. Pepe Contestar

    ¡¡¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!!!
    Querid@s Compañer@s:
    Este año, nuestro Primero de Mayo nos coge bajo Toque de Queda.
    Según dicen, estamos saliendo de la “Crisis Sanitaria”, que nos deja un rastro de muertos, (casi todos de los nuestros) y, tras dos meses de aislamiento, varios millones de despidos por ERTES, ERES y por la cara; Autónomos, pequeños comercios, bares, etc. que no podrán volver a abrir; miles de personas en las colas para pedir alimentos sumidas en la desesperación…
    Y ahora empieza otra “pandemia”, la de la Crisis Económica que, según todos los indicios Macro y Microeconómicos, va a tener consecuencias catastróficas para la Clase Obrera y sectores populares. Más nos vale no creer en los cantos de sirenas “progresistas” y prepararnos para la pelea, porque “SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO”
    Así que tenemos mucho tajo por delante. Y desde luego, no será con aplausos, cacerolas ni “redes sociales”, como vamos a defender la Sanidad y la Enseñanza Pública, los puestos de trabajo, las pensiones y unas condiciones de vida dignas.
    Habrá que salir del tratamiento de Chok y miedo con el que pretenden paralizarnos y hacernos tragar otra vez con la Crisis. Habrá que organizar reuniones y asambleas, y hay que volver a las calles enarbolando nuestras reivindicaciones, y unir tod@s todas las luchas sectoriales porque es una sola lucha de clase y un estado de emergencia clase: o nos salvamos tod@s o no se salva nadie.
    El Primero de Mayo, es el día de la Clase Obrera, nuestro día para la Unidad y la Lucha, por nuestra Dignidad, nuestros Derechos y aspiraciones de Justicia y Libertad, conquistado con mil sacrificios. No podemos dejar que se nos arrebate con la coartada del virus. Así que ya deberíamos ir pensando en celebrarlo este Otoño. TENEMOS MILLONES DE
    MOTIVOS… Y MÁS QUE NOS VAN A DAR.
    ¡¡¡VIVA EL 1º DE MAYO!!! (Aunque sea Octubre)

  2. Comité d'Asturies Pola Amnistía Contestar

    El 1 de Mayo tiene su origen en la lucha histórica del movimiento obrero por la reducción de la jornada laboral a las ocho horas de la que consta actualmente, ciñéndonos a la legalidad, intentando con esto que la clase obrera tuviera el control de sus propias vidas.

    Con exactitud histórica, el 1 de mayo responde a un doble origen: norteamericano y europeo. En EEUU en 1868, tras varios años de movilizaciones, una ley federal instituyó la jornada de ocho horas para los trabajadores dependientes del Estado o que trabajaran para él. Las manifestaciones, huelgas y tomas de posición por la extensión de esta al resto de los trabajadores del sector privado continuaron en los años siguientes. Concretamente en 1884 en el trascurso del IV Congreso de la AFL (Federación Americana del Trabajo) fue cuando de manera explícita apareció por primera vez la idea de organizar el primero de mayo como una jornada de reivindicación obrera. Se optó por ese día porque era conocido en los estados de Pennsylvania y de Nueva York como el movingday. Se trataba de la fecha en la que concluían los contratos y se iniciaban los de la nueva temporada. Representaba, por tanto, el comienzo del curso laboral. Sin embargo, cuando adquirió mayor resonancia internacional y se estableció el 1 de mayo como el Día del Trabajador fue en 1886 tras una moción de la AFL, a medida que se iban incrementando las protestas laborales y la actividad sindical por todo el país.

    El 1 de mayo de 1886 en Chicago diversas organizaciones convocaron una huelga general, por lo que se declaró el estado de sitio en la ciudad y las autoridades procedieron a practicar detenciones masivas por los disturbios con un balance de muertos en torno al medio centenar de militantes. El proceso contra el movimiento obrero fue el similar al organizado a lo largo de la Historia hasta nuestros días: capturando a los dirigentes más significativos, montando un juicio-farsa en el que se presentan falsos testigos, se fabrican acusaciones falsas, y finalmente se dictan sentencias severísimas. Descabezando el movimiento, se creía que acabaría desapareciendo. Así fue como el 20 de agosto de 1886 ocho acusados fueron condenados a la horca, los denominados “mártires de Chicago”, ejecutados el 11 de noviembre de 1887. Fuera de la sala del tribunal, uno de los miembros del jurado declaró cínicamente: “les colgaremos igualmente. Son hombres demasiado sacrificados, demasiado inteligentes y demasiado peligrosos para nuestros privilegios”.

    En el caso de Europa, la proclamación del 1 de mayo como Día del Trabajador tiene sus raíces en los dos Congresos socialistas obreros internacionales de Paris en 1889. Específicamente en el II Congreso fue en el que surgió oficialmente el 1 de mayo con carácter internacional. Además, la importancia de estos eventos reside también en que se trata del momento fundacional de la Segunda Internacional de Trabajadores. En ambos Congresos se elaboraron un programa muy similar, en especial por lo que concierne al establecimiento de una legislación laboral internacional. Así, a partir del 1 de mayo de 1890 se sucedieron de manera más generalizada en diversos países los llamamientos y las convocatorias para llamar la atención a las autoridades sobre las condiciones de miseria y la explotación de los asalariados.

    En el actual contexto de la crisis mundial por el COVI-19 consideramos de vital importancia recordar el pasado histórico de esta fecha como llamamiento a la unidad de la clase obrera ante la agudización de la crisis capitalista, que seguirán pagando los de siempre. Sin embargo, una vez más se propugnan discursos interclasistas, diciéndonos que con los sacrificios de “todos” saldremos de la actual crisis.

    Por ello, consideramos craso error desde las organizaciones de los trabajadores suavizar y edulcorar a las clases explotadores abogando por la vía de la conciliación y no de la lucha. Hoy más que nunca, hay que insistir en la concienciación como clase obrera y en la identificación de sus sujetos antagónicos. La brecha entre ricos y pobres es enorme y se ha ampliado, tanto en los ingresos como en la riqueza. Trabajamos masivamente en la industria y en el sector servicios, siendo este último el que más crece y más se precariza cada día, viéndose así debilitados sectores productivos claves, deslocalizándo los centros industriales en regiones con baja sindicalización y mano de obra barata.

    En el contexto de esta reestructuración económica los políticos capitalistas se encargaron de difundir desde la década de los 70 la consigna del thatcherismo“que la sociedad no existe, sino únicamente hombres y mujeres individuales” Desde entonces, se ha ido sentenciando que no hay alternativa al capitalismo, prevaleciendo como el sentido común naturalizado de las venideras generaciones.

    En pleno 2020, la mayor parte de la fuerza laboral en el mundo se encuentra bajo relaciones sociales capitalistas, mientras los medios masivos bombardean con discursos de que el origen de clase ya no importa, todo el mundo tiene la opción de ascender de nivel de vida con emprendimiento y esfuerzo. Todo depende de los individuos. La desigualdad se acrecienta y el mercado laboral cada vez es más inseguro, pero si no consigues un buen trabajo es por tu falta de esfuerzo y sacrificio, como si las clases de algo subjetivo se tratasen.

    Ante este panorama de individualismo, los agitadores populistas de los intereses del capital, encarnados en sectores de la ultraderecha han extendido en este clima el discurso de enfrentamiento y de división entre trabajadores nativos o extranjeros, además de las diferenciaciones de género. La estrategia ante ello de la izquierda del sistema ha sido aupar discursos interclasistas en claro beneficio del capital; y en contrapartida otras organizaciones no han salido del bucle de una contraofensiva reaccionaria de buscar estrategias de movilización en base a análisis mecanicistas de la explotación económica.

    Ambos enfoques prácticos derivan de una deformación de la correlación de clases, que se debe examinar y enfocar en la estrategia política atendiendo siempre a las condiciones materiales objetivas de cada contexto determinado. Para ello ha arrastrado y contaminado con sus concepciones pequeñoburguesas de la política a grandes sectores de la clase obrera. De esto se ha derivado la nefasta estrategia sindical de la vía de la conciliación con la patronal y de perder la perspectiva de poder ofensivo contra las relaciones de producción. Los sindicatos deben ser la herramienta para agrupar el pulso contante de la clase obrera frente al capital entorno a sus centros de trabajo. Los sindicatos no deben institucionalizarse porque propician las relaciones paternalistas con los trabajadores siendo el lugar donde muchos sólo acuden a que le solucionen problemas a título particular. El sindicalismo debe ser una lucha constante por las mejoras de las condiciones materiales inmediatas de los trabajadores que abarque todos los métodos de lucha posibles. Debe representar los intereses de la clase obrera y de los sectores populares y su estrategia debe residir en la confrontación, no en la conciliación y desmovilización.

    Un ejemplo notorio de la falta de agitación y propaganda de las organizaciones sindicales es el silencio mediático de las muertes laborales. Un total de 695 trabajadores fallecieron en “accidente” laboral en 2019 Es decir, casi dos trabajadores fallecidos cada día en un accidente en su puesto de trabajo o de camino a este. Los cientos de trabajadores muertos en el Estado español son la cúspide visible del sistema de trabajo al que se ven sometidos a vender su fuerza de trabajo para recibir salarios que en la mayoría de los casos no aseguran ni la supervivencia de las personas.

    Además, estas cifras revisten en las muertes directas, porque aún hay ambigüedad por contabilizar los fallecimientos de muchos trabajadores que mueren al contraer numerosas enfermedades relacionadas directamente con la exposición a sustancias insalubres en sus empleos, y por el propio desgaste físico de los ritmos de trabajo. La muerte laboral es la punta de la explotación capitalista. Una sociedad que prioriza el beneficio del capital frente a la vida de las personas, está y estará siempre en el límite del colapso estructural.

    Frente a la estigmatización y fragmentación de la clase obrera se torna indispensable la intensa labor de rearme moral y de valores revolucionarios entre los miembros de esta. Tenemos que recuperar su carácter combativo e identitario. La clase obrera existe objetivamente por las relaciones de explotación como un hecho estructural identificado tanto en el lugar que ocupan las personas en la estructura de clases como en la producción social. La desigualdad no es reflejo de diferencias individuales, es un hecho objetivo de acceso desigual a recursos, tanto económicos como culturales. Ganar esa batalla en la mente de los trabajadores es la labor más importante para recobrar cierta unidad de clase y plantear la acción colectiva frente el pensamiento único capitalista.

    ¡Por unas libertades políticas y sindicales plenas!

    ¡Recuperemos la identidad de la clase obrera!

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