Entrevista muy interesante a Paco Cela Seoane por ‘El Bloque del Este’: «¿Cuál era mi deber como obrero y con conciencia de clase?… Yo he sido, soy, y pienso morirme siendo comunista».

Foto. Paco Cela.

Entrevista a Paco Cela Seaone

Paco Cela Seaone, gallego, ex preso político, por militancia en el PCE(r) y en los GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre). Puesto en libertad tras 32 años preso en las cárceles del Estado español en el País Valencià.

1. ¿Cómo adquiriste conciencia de clase?

Fui adquiriendo conciencia de clase en un contexto muy favorable, desde finales de los años 1960 se empezaba a ver como el movimiento obrero y popular se iba recuperando de la derrota de la guerra civil. Un movimiento que paulatinamente va adquiriendo un carácter revolucionario, que va desbordando los cauces del régimen franquista, que lo va aislando socialmente y que lo acosa por todas partes. Se empieza a producir también todo un rosario de huelgas obreras, como por ejemplo la mítica del año 68 de la minería asturiana, huelgas obreras en Euskal Herria, en Catalunya, en Madrid, en Vigo, en Granada… Así como huelgas en el sector de la enseñanza, la universidad, huelgas y movilizaciones, protestas en la calle, etc etc… Y junto a esto también está el terrorismo de estado y la represión, hay obreros que son literalmente asesinados bajo el fuego de las fuerza represivas, otros muchos heridos de bala, como por ejemplo ocurrió en Ferrol en 1972 y en Granada creo que un año después y a la par la actuación de los grupos para policiales como Cristo Rey, Batallón Vasco-Español, ATE, etc etc. Que se dedican a dar palizas e incluso a asesinar a sindicalistas, a disidentes y opositores al régimen franquista etc… Y además en el campo internacional soplan vientos a favor, está el hecho de la Revolución Cubana y la repercusión que tiene en el continente de América Latina, el ejemplo del internacionalismo proletario del Che en Bolivia, la durísima derrota de los yankees en Vietnam, la explosión del movimiento revolucionario en América Latina que culmina con la toma del poder con el Frente Sandinista, los procesos de liberación nacional en África, la causa Palestina, el surgimiento en Europa de las Brigadas Rojas en Italia, de la RAF en Alemania, junto a la asistencia del IRA y de ETA. Es decir se conjuga una ola revolucionaria muy potente, y por decirlo así, solo tenías que dejar que te aupase, además en España a diferencia del resto de Europa, la persistencia de una dictadura fascista abierta, ayudaba lo suyo a una toma rápida de conciencia revolucionaria.

2. ¿Cuándo empezaste a organizarte en los movimientos de masas?

Pues como muchos y muchas de mi generación, empecé a organizarme muy joven, con 15 o 16 años, cuando cursaba estudios de bachillerato me integré en las Juventudes Libertarias y cuando ingresé en el mundo laboral a la CNT (Confederación Nacional del Trabajo). Mi época de estudiante lo recuerdo como una etapa de despertar, viniendo de aquella cultura franquista de cuartel y sacristía, como comprenderás empezar a descubrir a los clásicos del marxismo, del anarquismo, la historia de la guerra civil, la resistencia antifranquista (los maquis), descubrir la literatura y poseía soviética, la francesa, la latinoamericana, descubrir la poesía de Machado, de Lorca, de Miguel Hernández, de Neruda, de César Vallejo, de León Felipe…. Descubrir el movimiento contra cultural, descubrir el cine de Buñuel, el cine soviético etc, etc, etc. Era como adentrarse en un mundo nuevo y además, claro que soñábamos con tomar el cielo por asalto, lo soñábamos por que lo veíamos factible, lo veíamos posible, el movimiento revolucionario mundial estaba a la ofensiva y el capitalismo en su fase imperialista estaba a la defensiva. Y además tengo que decir también, que había un gran manantial de ilusión y entusiasmo revolucionario, y del mundo laboral aprendía la seriedad de la lucha de clases, la necesidad de la disciplina y la organización que en la lucha contra la burguesía y los patronos si no respondes a su estado, a su brazo armado que son las fuerzas represivas, a su violencia, jamás podrás ganar una sola lucha, jamás podrás dar ni un solo paso adelante en la obligación de liberar a tu clase y tu pueblo de liberarlo de las cadenas que lo oprimen y lo esclavizan.

Cartel de 1977, de presos del PCE(r) y de su CC.

3. ¿Cómo llegaste a tener contacto con el PCE(r)?

Más que hablar de mí, me parece más interesante comentarte el contexto, la atmósfera y el clima que existía. Todo aquel clima de efervescencia y entusiasmo revolucionario, provocaba un incremento muy rápido del nivel de conciencia política, de conciencia antifascista, antiimperialista… Ese es un clima que va a ir propiciando que sectores importantes del proletariado y del pueblo, sobre todo de la juventud, comprendan que solo la Revolución Socialista podía sacar a la humanidad de aquel atolladero en el que la habían metido. Pero había un problema, la traición del PCE de la mano de Carrillo, la traición del revisionismo moderno, pasándose con bagajes al camino de la burguesía, había dejado huérfano de dirección revolucionaria al proletariado y hubo que ponerse a la tarea, como primer paso sin el cual no se podía ni soñar dar ningún otro y ese paso era la reconstrucción del partido de la clase obrera. Un puñado de hombres y mujeres, de comunistas, se echaron a su espalda esa titánica tarea, a lo largo de casi una década de forma clandestina, silenciosa, participando en las luchas obras y del pueblo que se estaban produciendo, fueron consiguiendo elaborar la línea política, el programa, la estrategia, la táctica y los métodos de lucha. Y que hoy estemos aquí todavía en pie prueba que no lo debieron hacer tan mal, que sus aspectos generales y esenciales de esa línea política es justa, la cuestión fue que el I Congreso del PCE(r) se celebró en 1975 en el mes de junio, y nada más nacer el PCE(r) tuvo que enfrentar la gran farsa de la modélica transición quedándose por completo solo en la denuncia contra el todo atado y bien atado. Con todavía una pero que muy insuficiente implantación en las fábricas y en el movimientos de masas, y por tanto también con una capacidad muy limitada para llegar a sectores importantes de la clase obrera y los movimientos populares, todo el aparato represivo del estado se ha echado encima del PCE(r). Empezaron a suceder las caídas y los camaradas acribillados por las fuerzas represivas, o los escuadrones de la muerte del terrorismo de estado. Las organizaciones de masas como el SRI y la ODEA, o Pueblo y Cultura, literalmente fueron barridas por la represión a la vez que se lanzaba una de las más feroces, brutales y sucias campañas de guerra psicológica y descrédito amplificada por el PSOE, el PCE, CC.OO, por UGT… Aquello de los ‘oscuros y extraños GRAPO’ que te podías levantar acusado de ser agente de la CIA, podías comer siendo agente de la KGB y acostarte siendo agente del franquismo residual y golpista. De traca vamos, pero logró crear de cierta medida un clima de desconfianza hacia el partido y junto a las falsas ilusiones creadas en torno a la consecución hacia una más falsa democracia es lo que explica en medio de aquel clima de efervescencia revolucionaria, que muchos, muchísimos jóvenes y no tan jóvenes, dispuestos a comprometerse no consiguiesen encontrar la vía, el camino a la senda para conectar con el partido o la inversa que el partido no pudiese conectar con ellos. Yo tuve suerte, en mi barrio vivía un amigo, Albino, que junto con Roberto se habían conectado con el PCE(r), a través de ellos conecto yo, de no haberse dado esa casualidad es muy posible como le ocurrió a tantos jóvenes que me hubiese quedado varado en ese apeadero esperando ese tren que nunca llegaría. Por cierto Albino y Roberto, cuando contaban con 22 años, junto con Dolores y Cabeza fueron acribillados en Girona en 1981.

4. ¿Qué fue lo que te hizo llegar a militar en los GRAPO?

¿Qué les lleva a los mineros, a los obreros de astilleros, los de la siderurgia o la construcción etc etc.. a ir a la huelga, a cortar carreteras, a montar barricadas con neumáticos incendiados, a utilizar cócteles molotov y a emplear los recursos que tengan a mano? ¿Es violencia? ¡Evidentemente! Aunque hay que aclarar que es defensiva, de respuesta a la que sufren ellos de respuesta a las fuerzas represivas y cotidianamente en la fábrica por parte del empresario. Es un hecho y no una opinión que la violencia entre las clase explotadora y la explotadora es de siempre y se expresa de mil maneras diferentes al margen e independientemente de la existencia o no de organizaciones revolucionarias. Marx de hecho calificó la lucha de clases como el motor de la historia y es también un hecho, y no una opinión que toda revolución a lo largo y ancho de toda la historia de la humanidad no se ha llevado a cabo por vías pacíficas. Por su parte Lenin, decía (cito de memoria por que no lo tengo a mano) «si una clase oprimida y explotada no busca armas y aprende su manejo merecería ser tratados como esclavos». Los métodos de lucha, no son una cuestión de principios, vienen determinados por las condiciones en que una organización revolucionaria tiene que desarrollar su actividad política, lo que si es cierto es que hay que aprender a desarrollarlos todos combinando los viejos y los nuevos, legales e ilegales, los pacíficos y violentos, utilizando en cada momento los más adecuados a una situación concreta, no creo que hayan muchas personas con conciencia de clase que duden de la legitimidad e incluso el deber de defender con las armas en la mano a la Segunda República, a la del 16 de Febrero, la República Popular, contra los golpistas/fascista, contra la contrarrevolución. Tampoco creo que haya muchas personas que duden de la legitimidad de la guerrilla antifranquista, del maquis, de luchar con las armas en mano contra el régimen fascista de Franco. Por tanto la pregunta que yo me hice fue muy sencilla ¿La transición tras la muerte de Franco dio paso a una democracia? ¿Dio paso a un marco de totales libertades políticas y sindicales? ¿En aquel marco político era posible defender los intereses de mi clase y de mi pueblo y cuál era mi deber como obrero y con conciencia de clase?

Dibujo. Franco lleva de la mano a Juan Carlos.

5. ¿Cómo calificarías la violencia y tensión de los años de la transición?

La modélica y pacífica transición o el timo de la estampita. Veamos en que consintió ese juego de trileros. Todas las estructuras del franquismo entraron en la democracia sin ni siquiera cepillarse la camisa azul del yugo y las flechas. Toda la oligarquía en pleno aquella que se enriqueció a la plácida sombra del franquismo siguió al frente de sus negocios para seguir medrando y enriqueciéndose a la no menos plácida sombra de la democracia. El ejército golpista y fascista que se levantó contra la República entró en la democracia amenazando día sí y día también con el ruido de sables. Es decir, con un golpe de estado si no se tragaba con la democracia diseñada por el propio régimen franquista, de hecho, constitucionalmente son los garantes primeros y últimos de la indisoluble unidad de la patria, vamos que siguen teniendo la sartén por el mango. El famoso TOP (Tribunal de Orden Público), mudó en Audiencia Nacional, los altos magistrados de la judicatura franquista aquellos fascistas confesos con toga, aquellos que firmaron sentencias de muerte, aquellos que avalaron la tortura, el terrorismo de estado, aquellos que condenaron a decenas y decenas de años de cárcel a todo opositor al régimen franquista fueron los que coparon el tribunal supremo y constitucional de la flamante estrenada democracia. La policía, los grises y guardia civil entraron en democracia sin tan siquiera cambiar el color de sus uniformes, y toda la plantilla de torturadores del franquismo continuó en la democracia, donde para más inri fueron condecorados y ascendidos. Y así podríamos seguir con un interminable etc etc etc… El único problema es que había un movimiento revolucionario de masas en la calle exigiendo sus verdaderos derechos de libertades políticas y sindicales, y también había un problema que eran las organizaciones revolucionarias que denunciaron aquella gran estafa política y exigían una ruptura radical con el régimen franquista. Hay que decir antes de continuar, que el régimen franquista no habría podido imponer la transición que él mismo diseñó, sin la colaboración y participación entusiasta de esa izquierda rastrera, cobarde, servil y domesticada (PCE, CC.OO, PSOE y UGT). El régimen para tratar de contener y neutralizar a las organizaciones revolucionarias, fue aprobando toda una serie de leyes antiterroristas, que no solo recopilaban todas las leyes anti subversivas del franquismo, si no que las adornaba y profundizaba. De esta forma, fue dando carta de naturaleza democrática al terrorismo de estado, a la tortura, a las cárceles de exterminio… Y para tratar de contener y neutralizar aquel movimiento, encauzarlo y dirigirlo a los cauces legales se firmaron los Pactos de la Moncloa, basta señalar algunos acontecimientos para ver cómo de modélica y pacífica fue la transición, los fusilamiento de 1975, el asesinato de los abogados laboristas de Atocha de 1976, el asesinato de 5 obreros en Gasteiz en 1976, el asesinato de Germán en San Fermines del 78 y otro joven después en Rentería, el asesinato de Yolanda líder estudiantil en Madrid a manos del Batallón Vasco-Español, el asesinato de 3 jóvenes en Almería y las terroríficas torturas que recibieron al ser confundidos con miembros de ETA, los cientos de estudiantes heridos a manos del fuego real por las fuerzas represivas, las decenas de muertos a manos de la Guardia Civil en sus controles, la muerte de Arregi militante de ETA y de José España Vivas militante del PCE(r) en dependencias policiales, el asesinato de Eizagirre y otro militante del Partido en París a manos del Batallón Vasco-Español, así como Argala y otros refugiados de ETA en Francia, la muerte de Crespo Galende del PCE(r) en 1981 en huelga de hambre, atentados y bombas en locales de la izquierda abertzale, el grupo terrorista Guerrilleros de Cristo Rey disparando contra manifestantes, dando palizas a sindicalistas y a líderes estudiantiles. Aún con todo ello no pudieron acabar con el movimiento de resistencia, seguimos estando presentes.

6. ¿Hizo bien el GRAPO en practicar la lucha armada?

Esto es algo que tendrá que juzgar la clase obrera y el pueblo. Los únicos con legitimidad para hacerlo.

Foto. Presos en la Comuna Carlos Marx en Soria.

7. ¿Qué trabajos realizaban los presos políticos en las cárceles a nivel político?

Para nosotros la cárcel es un frente de lucha más donde lo que cambian son las condiciones y armas con las que se combate, metafóricamente se podría decir que cambias el fusil por el bolígrafo, nuestro norte siempre ha sido que somos militantes del movimiento de resistencia y que nos debemos a él, a su fortalecimiento y desarrollo. Que a pesar de todos los pesares seguimos inmersos en el seno de nuestra clase y nuestro pueblo, y en función de esa concepción nos organizamos y funcionamos, cuando hemos podido estar juntos en una misma cárcel nos hemos constituido en Comuna, donde la Asamblea era el máximo orden de gobierno y se formaban círculos para escribir artículos y grupos de trabajo para la prensa del movimiento de resistencia, para desarrollar la línea teórica, para establecer relaciones con presos políticos de otros países, intercambiar experiencias etc etc. Otra faceta importante eran los trabajos manuales, que la AFAPP (Asociación de Familiares y Amigos de Presos Políticos) vendían a posterior en la calle, de esta manera hacíamos que la carga económica para nuestras familias fueran las menos posibles, también se le daba mucha importancia a la cultura, se hacía representación de obras de teatro, recitales de poesía, charlas sobre literatura, hacer pinturas, cine… Y se fomentaba que se escribieran poemas, obras de teatro, historias, relatos, novelas y se invitaba a que se pintara, de hecho hemos tenido una producción cultural que aunque humilde y modesta ha sido significativa y por lo general ha tenido una buena acogida. Otro aspecto importante, es que éramos comunistas y antifascistas y vivíamos como tales, teníamos tantísimo grado de disciplina y organización consciente y hasta militante diría yo que dejaba incluso a los carceleros con la boca abierta, el dinero se socializaba y se aplicaba el principio de según la norma de «cada cual según sus capacidades, cada cual según sus necesidades», también se cuidaba con mimo el compañerismo y la solidaridad, de hecho yo en algún poema relato y he manifestado que para mí dentro de todas las limitaciones que impone el medio fue como vivir en la sociedad comunista del mañana en pequeñito, por eso siempre hemos luchado con uñas y dientes por tener estas condiciones de encarcelamiento que nos fuera permitiendo contribuir a la lucha de nuestra clase y de nuestro pueblo para romper las cadenas que nos esclavizan y a la vez que nos permitiera crecer ideológica, política, cultural y humanamente. Convertir la cárcel en una universidad que forje revolucionarios, que les sean útiles a la clase obrera y al pueblo para alcanzar el objetivo de construir el hombre y el mundo nuevo, y en ese empeño hemos usado todos los medios y recursos a nuestro alcance, desde la desobediencia de las normas, hasta las huelgas de comunicaciones, chapeos etc, etc… Y claro está el de las huelgas de hambre. ¿Cuantas hemos llevado a cabo? No sé a ciencia cierta cuantas, pero muchas, la mayoría de los camaradas veteranos no creo que bajen de 15 huelgas de hambre, es posible que incluso alguna más, pero de todas ellas destacan las que estuvieron a tumba abierta, a muerte, la de 1981 para romper el régimen de exterminio de la cárcel de Herrera la Mancha donde murió Kepa, y la de 1990 contra la política de dispersión que le costó la vida a Sevillano y dejó en silla de ruedas a otro buen número de camaradas. Los presos políticos han dado un ejemplo para la clase obrera de resistencia, de coraje, de los que la clase obrera y el pueblo se pueden sentir pero que muy orgullosos. En las cárceles jamás han sido arriadas la banderas revolucionarias y más bien antes que después esos vientos de libertad derrumbarán los muros y alambradas y recorrerán los pueblos y ciudades de este país.

Foto. Solidarios a la puerta de la cárcel a la espera de la libertad, con pancartas y banderas.

8. ¿Participarás de ahora en adelante en las jornadas por la libertad de los presos políticos?

Te voy a contestar con una cita de mi secretario general Manuel. Tras el derrumbe de la URSS y el campo socialista, cuando ni Dios ni su santa madre sabían ni qué hacer ni por dónde empezar, pues en un pleno del comité central del PCE(r), si no recuerdo mal en 1990, Manuel vino a decir lo siguiente: «La revolución es, en primer lugar y antes que nada una cuestión de actitud, de manera que si mañana se produjera una cataclismo cósmico y la humanidad regresase a la época de la Roma de los césares o al Egipto de los faraones pues con todo y eso, nosotros no podríamos ser otra cosa distinta de lo que somos, comunistas.» Yo he sido, soy, y pienso morirme siendo comunista y con esto creo que lo digo todo.

Pancarta «Forza Carlos».

9. ¿Cuál fue tu sensación al saber que te ibas de la cárcel?

No es fácil contestar a esta pregunta, porque son un aluvión de emociones y emociones muy intensas y contra opuestas, las que te manan desde lo más hondo del alma y por eso es difícil describirlo con palabras. Mira, por una parte sientes una explosión de alegría desbordante, porque hombre, vas a poder caminar de nuevo por las anchas alamedas, vas a volver a abrazar a tu compañera, a la familia, a los camaradas, a los amigos, vas a volver al seno de tu clase y de tu pueblo que son los que con su solidaridad han alimentado el seno de tus alas. Volver a recorrer los paisajes de tu infancia, volver a oír el son del mar y de sus oleajes, disfrutar de una comida con la familia, de vino con los amigos… Pero por otra parte, sabes que dejas dentro otros muchos camaradas, y un camarada es un hermano del alma, es el que jamás te falla fueren cuales fueren las circunstancias, es el que siempre te tiende la mano cuando tropiezas y te descalabras, es con quien te has jugado la vida a cada tramo del camino, es con quien te has puesto los ovarios o los huevos negros del humo de mil batallas, en definitiva, son esa banda de cabronazos los que le ponen la sal a la vida. Y en este caso concreto, además con los camaradas veteranos, con Manuel (mi secretario general) el único secretario general de un partido comunista que ha sido encarcelado en la Europa occidental, desde la segunda guerra mundial hasta nuestros días, con Victoria, con Arango, con Lucio, con Juan… Camaradas que llevamos toda la vida juntos, compartiendo barricadas y sueños, que tienen, 70, 72, 73, 75 años, que llevan entre 20, 25 o 30 años de puta trena, que el que no está jodido está desgangañado, que el que no está cojo está tuerto, saber que los dejas dentro es muy duro, bastante más duro que la represión y los palos y a la vez el orgullo de decir «hostia cabrones, estos son mis camaradas», y ya ni te cuento cuando hemos estado juntos. Recuerdo cuando salí por primera vez de la cárcel de Zamora en 1983, los camaradas formaron un pasillo, empezaron a aplaudir, pero aplaudir con cada poro del alma y empecé a recorrer el pasillo y uno a uno comencé a abrazar a cada compañero, en un abrazo así créeme cabe por entero el mundo y el hombre nuevo que vamos a construir. El nudo en el estómago, en la garganta y cuando enfilé el camino a la última puerta de cerrojo a mi espalda, los camaradas puño en alto cantando el himno de los GRAPO, las lágrimas apenas contenidas en los ojos y el corazón, el bárbaro orgullo de ser un militante de la revolución. No obstante, esta nueva libertad, que el mes que viene va hacer ya 1 año, fue (como decirlo)… Triste y amarga, justo 15 días antes de salir, al llamar a casa por teléfono, mi hermano Suso me dio la noticia de que mi hermano Carlos había sufrido un derrame cerebral del que ya no se pudo recuperar. Cuando yo caí por primera vez en 1981 Carlos tenía 8 años, desde entonces hiciese calor o lloviese, o nevase, ha recorrido junto con mi madre «la Pepita» todas las cárceles por las que hemos pasado Suso y yo, que no son pocas, siempre preocupado por nosotros, cuidándonos, mimándonos, dándonos su amor a manos llenas, defendiéndonos en la calle con uñas y dientes, a nosotros y a todos los presos políticos. Hizo de su solidaridad una bandera, y eso le llevo a la cárcel en 2008. Como ya sabrás para mi salida había previsto un recibimiento y un acto en Castellón, y hubo mucha gente a las puertas de la cárcel, pero se suspendió, porque a Carlos lo mantenían artificialmente con vida en espera de que llegase yo. Y sí, pude darle el abrazo de despedida, abrazo en el que casi se me va la vida, pero en medio de ese dolor, el orgullo por el reconocimiento que tuvo, fue impresionante la cantidad de gente que fue a despedirlo.

En ‘El Bloque del Este’. Texto y fotos:

https://oscar-elbloquedeleste.blogspot.com/2020/04/entrevista-paco-cela-seaone.html?m=1

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