Fuga de 1.350 presos de las cárceles de Brasil, ante la cancelación de salidas y aislamiento contra el virus en prisiones abarrotadas.

Foto. Presos huyendo de la cárcel de Mongaguá.

Brasil

Motines y fugas en las cárceles brasileñas

-1.350 presos huyeron de varias cárceles brasileñas en días pasados

Se retienen rehenes en algunas unidades penitenciarias. Las «medidas para contener el coronavirus» habrían causado enorme insatisfacción, los motines y fugas.

En el Centro de Progreso Penitenciario (CPP) Dr. Rubens Aleixo Sendin, en Mongaguá, en la costa de São Paulo, unos 400 internos huyeron.

La cárcel tiene una capacidad de 1.640 presos y tenía 2.796 presos, un total de 1.156 presos más que su capacidad. La rebelión sería una reacción a la decisión del CGJ de suspender la liberación temporal de prisioneros debido a la pandemia del nuevo coronavirus. A los prisioneros se les dijo esa tarde que no podrían abandonar las unidades. Entre las no excarcelaciones y el colapso carcelario para un encierro sanitario, los presos iniciaron el motín. Además de la fuga, los presos retienen a 8 carceleros en esta cárcel de São Paulo.

Se están produciendo además, actos de insubordinación, motines y rebeliones en cárceles de varias ciudades como: Oswaldo Cruz, Hortolandia, Pemano, Tremembé, Sao José dos Campos, Franco da Rocha, Sao Vicente, Valparaíso, Campinas y en Osasco, municipio de la región metropolitana de Sao Paulo, la capital regional.

En la prisión de Tremembé Dr. Edgar Magalhães Noronha (SP), la rebelión empezó después de la suspensión de salida temporal de Pascua, programada para el martes 17, por el coronavirus. El motín habría comenzado después de que los prisioneros supieran de la suspensión.
En la cárcel de Mirandópolis, en el interior de São Paulo, se rebelaron el 16 por la noche.
Los presos en la Penitenciaría de Porto Feliz (SP) se rebelaron también el lunes por la noche. Parte de los prisioneros huyeron y los que permanecieron en la unidad se amotinaron y quemaron colchones.

Según la prensa, los fugados serían unos 1.350 presos y en las cárceles en las que se realizaron las fugas centenares de presos siguen amotinados en rebeliones. Los medios de comunicación brasileños han noticiado explosiones e imágenes con presos con los rostros cubiertos amotinados.

«Tanto el Grupo de Intervención Rápida (GIR) como la Policía Militarizada han sido accionadas y están al frente de la situación para recapturar a los presos que se fugaron” ha publicado la Secretaría de Seguridad. Más policía, más represión.

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