Graves negligencias médicas penitenciarias en el tratamiento de Mª José Baños Andujar. Incompatibilidad en medicamentos, no atender serios síntomas…

Poster. «MariJose Baños Presa antifascista de los GRAPO».

Cartas desde prisión

M.ª José Baños Andujar

Cárcel de Picassent

Hola a todos, lo primero un gran abrazo lleno de ánimo y cariño. Ya sé que mucho de vosotros lleva tiempo sin noticias directas mías, pero no ha sido una buena época, voy a explicar y a la vez denunciar las negligencias médicas que me han llevado a una situación bastante límite e incluso, como se me informó en el hospital peligrosa.

Hace algo más de dos años empecé a tener síntomas: vómitos, continuas nauseas y diarreas, todo indicaba que se trataba de una gastroenteritis, aunque a ningún médico le extrañó que me durase un mes y que la recuperación fuese de otro mes, en el último año empezaron a ser más seguidas y me duraban meses, la última de cinco meses.

La pérdida de peso fue notable y mi deterioro físico saltaba a la vista, pero por lo visto aquí nadie se preocupó hasta que la Subdirectora médica me vio y se dio cuenta de que realmente no estaba bien, y me remitió a una médica que decidió enviarme al hospital para que me viese un especialista.

Cartel «Libertad presos políticos enfermos, les quieren dejar morir».

En noviembre salí al hospital y tras varias analíticas y comprobar que llevaba diecisiete años tomando la misma medicación contra el SIDA decidió pedirme cita para el especialista y un par de semanas después salí de nuevo al hospital, la especialista que me atendió era nueva y lo primero que le extrañó era que se habían suspendido las revisiones, también le extrañó que nadie se diese cuenta de que llevaba demasiados años con el mismo tratamiento sin cambiármelo así que optó por retirarme urgentemente el anterior tratamiento y me puso uno nuevo, tras dos años con problemas los síntomas fueron desapareciendo aunque no terminaba de estar bien.

En diciembre en una nueva revisión se lo comenté a la médica y miró a ver si había alguno de los medicamentos que fuesen incompatibles. Cual sería su sorpresa cuando uno de los medicamentos que me había recetado el médico de la prisión para el insomnio no era solo incompatible con el tratamiento del SIDA sino que era peligroso.

Según la médica era tan sencillo como mirar en la guía médica donde esa combinación aparece con un punto rojo de peligro.

Ambas negligencias han sido denunciadas ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria.

Por último decir que día a día voy recuperándome y agradeceos a todos, vuestro apoyo y ánimo que nunca me ha faltado.

Saludos y Resistencia.

Mª José

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