Libro de Javi Ávila Navas: «Un resquicio para levantarse – Historia subjetiva de la APRE (Asociación de Presos en Régimen Especial)”

Portada del libro.

Libro sobre la APRE

«Un resquicio para levantarse – Historia subjetiva de la APRE (Asociación de Presos en Régimen Especial)

Javier Ávila Navas

Breve CRONOLOGÍA DEL LIBRO

1984

28 febrero: Es detenido en Madrid. en casa de su familia, por “la mafia policial” (grupo primero antiatracos de la DGS) conjuntamente con el grupo antiatracos de Albacete. Le tienen 6 días en la DGS y otros dos o tres en Albacete (aplicación de la ley antiterrorista). Encarcelado en Albacete. Le aplican artículo 10 por un cuchillo dejado por un preso provocador. El nombre del guardia era Diego de Haro (que estuvo en Herrera en el 79).

Septiembre: Juicio en Albacete; condenado a seis años y diez meses. Artículo 10 por una pelea con otros presos (tres meses en celdas de castigo más sanciones). Primera clasificación en primer grado, destino Teruel.

1985

Traslado a Teruel: Queda impresionado por el clima de violencia entre los presos: paisanismo, abusos, violaciones, puñaladas por unas zapatillas… los presos eran niños de todos los talegos de España, los considerados más conflictivos. Algunos presos, gallegos y madrileños, decidieron enfrentar a los abusones (Acaban en “el palomar” celdas superiores en los módulos o galerías de castigo, régimen cerrado voluntario)

1986

Traslado a Cáceres 2: Clasificado en segundo grado. Sale de permiso y se hace un banco.

Traslado a Alcalá 2: Abril de 1986 Sale alguna vez más de permiso y se hace algún banco. No lo llevó bien, no se adaptó al régimen de vida del centro, le iban a regresar de grado. Traslado de prisión en régimen cerrado de vuelta.

1987

Agosto: Hace creer al educador, por medio de unos informes amañados, que su madre está gravemente enferma. Consigue un permiso y no vuelve. Atraca tres bancos en Madrid y dos en Málaga.

Septiembre: Detenido por el grupo primero en un atraco a un banco. La primera vez en su vida que no le torturan. Ingresado en Carabanchel y condenado a un total de nueve años más por tres atracos. Entra medio enganchado. En una pelea recibe dos puñaladas, pero leves.

Trasladado a Alcalá-Meco: le trasladan del módulo 4 a aislamiento 2, para primeros grados y artículo 10. Antes de un mes, le trasladan al módulo 5 (aislamiento) de la zona de cumplimiento.

1988

Julio: Pasa al módulo 3, habilitado para primer grado. Ahí transcurren unos seis meses.

Octubre: Le proponen para clasificación en segundo grado. Tiene una bronca por la ventana con unos boqueras que estaban jugando al ping pong no dejando dormir a los presos. Suben cinco y le dan una paliza. Le abren dos expedientes por “alteración del orden del establecimiento” y “agresión a los funcionarios”. Se pone en huelga de hambre y se cose la boca para que le quiten las sanciones. Consigue que le queden sobreseídas y que siga vigente la progresión de grado.

Noviembre: Es trasladado a Daroca.

Diciembre: Se le traslada en segundo grado a Alcázar de san Juan. El 25 de diciembre se fuga saltando el recinto con otro compañero.

1989

14 de febrero: Le detienen en el tren Madrid-Málaga, a la altura de Valdepeñas, con Marimar. Lleva encima 4.000.000 de pesetas, una pistola, coca y heroína… Detienen a Marimar para chantajearle, quieren que se coma un montón de bancos. A Marimar la siguen reteniendo en la cárcel de mujeres.

Marzo: Intento de fuga de la cárcel de Ciudad Real. Con otros dos compañeros, secuestran a tres boqueras y cuatro o cinco presos chivatos. Piden que liberen a Marimar, su compañera, también pide, un coche con un millón de pesetas en la puerta para huir, dos pistola y una metralleta. Asaltados por las UEI de la guardia civil, que les dejan muy maltrechos del tremendo palizon. Son trasladados a Puerto I. A Marimar la trasladan a Málaga y de allí la sueltan en libertad sin cargos. La tenían secuestrada.

Foto. Motín en la prisión de Carabanchel, en 1983.

Casi un año de aislamiento en Puerto I: Allí se gesta el primer APRE.

Participan, en un principio, aparte de él, Andrés Caro Garrido, Pablo Andrés Giménez Moreno y algunos otros. Se redactan unos estatutos que se envían a diferentes medios de comunicación, juzgados de vigilancia, dirección general, etc. Con el tiempo, llega a haber unas 40 personas en diferentes penales de primer grado que se consideran miembros de la asociación y un número bastante mayor de simpatizantes. Se comunicaban de boca a oreja con las conducciones y a través de notas y cartas. Denunciaban la situación dentro del régimen de primer grado (malos tratos, duras condiciones de aislamiento, intervención y limitación arbitraria de comunicaciones, abandono de los enfermos, despojo de pertenencias, ausencia de actividades culturales y recreativas…) ante el JVP la DGIP y todos los organismos que se les ocurrían, un verdadero bombardeo de denuncias, al principio colectivas y después individuales, cuando las colectivas eran rechazadas por la administración, que las consideraba ilegales.

Hacia el verano intenta fugarse a la carrera durante una visita al hospital “Mora” en Cádiz por la lesión del hombro causada por el asalto en C. Real, se lo impiden los guardias civiles de la escolta considerablemente reforzada.

Diciembre: Le trasladan al Hospital Penitenciario a operarle del hombro que le habían lesionado en el asalto de Ciudad Real. Los presos de los GRAPO están allí en huelga de hambre, alimentados a la fuerza y en unas condiciones terribles.

1990

Febrero: Estando en el Hospital Penitenciario procedente de Alcalá-Meco ingresan para revisión a Juan Redondo Fernández. Está muy jodido física y mentalmente. Los boqueras han estado acosándole brutalmente; algunos compañeros han denunciado la situación, pero no están haciendo nada en realidad que sea efectivo. Ávila le promete a Redondo que cuando le den el alta, hará, intentará hacer algo en Meco para sacarle de esa situación.

Dan de alta a Ávila Navas siendo trasladado al módulo 3 (primer grado) de la zona de cumplimiento de Alcalá-Meco. Habla con los compañeros de la situación de Juan Redondo y de la APRE. Él lleva una navaja escondida en el vendaje del hombro. Consigue otros cuchillos talegueros.

14 de febrero: Se apoderan del módulo 3 y de enfermería. Toman 9 rehenes: un médico, una médico, una ATS y 6 carceleros. Javi Ávila elabora una tabla reivindicativa de 14 puntos, incluido el cambio en la situación de Juan Redondo. El secuestro dura unas 14 horas. Cuando está garantizado el traslado a Logroño de Juan Redondo y habiendo salido en la radio la tabla reivindicativa, gracias a un boqueras que la graba y se la entrega a los periodistas, sueltan a los rehenes advirtiendo que, si hay represalias, la próxima vez van a ir a muerte.

Esto supone la presentación pública de la APRE. A partir de aquí empieza a reflexionarse entre los compañeros que se consideran pertenecientes o próximos a la asociación sobre la necesidad y posibilidades de realizar acciones de este tipo para luchar por los objetivos de la APRE.

Febrero: Javier Ávila Navas es trasladado a Daroca, al modulo de aislamiento.

14 de marzo: Habiendole sacado recién de aislamiento, se produce un motín. Los boqueras están efectuando medidas reivindicativas protestando por la presión sobre ellos de ETA para combatir la dispersión de sus presos. A los presos del módulo 2 (2ª fase de primer grado) les reducen el tiempo de patio de cinco a dos horas, por lo que deciden amotinarse. Javi está en el módulo 1 (1ª fase) junto con Tarrío. Les llaman unos compañeros desde el tejado. Ávila redacta una tabla reivindicativa mientras los otros hacen lo necesario para sacarles al tejado. Suben casi todo el módulo 1; ya estaban los del módulo 2, y después suben también los del 4. No tienen rehenes. Hacen una asamblea; decididen que un grupo vaya a enfermería a por alcohol, para hacer cócteles molotov, y otro a talleres, a por una radial para abrir la torre central de control y coger a los boqueras que estaban allí como rehenes. No les da tiempo: intervienen las UEI de la guardia civil con material antidisturbios y les reducen a tiros, pelotazos de goma, algún bote de humo y luego a culatazos y porrazos. El motín no llega a durar dos horas. La tabla reivindicativa que había sido arrojada por Javi Ávila, desde el tejado a un jefe de servicios no llega a salir en ninguna parte. Asaltados brutamente por las FSE unos 15 presos son reprimidos en el módulo aislamiento donde quedan más de un mes custodiados por la guardia civil en condiciones muy duras. Al resto los encierran en sus celdas.

30 de marzo: Ávila se fuga del furgón en el traslado hacia Herrera de la Mancha, haciendo un agujero en el suelo con ayuda de una sierra.

Se refugía en Aluche en casa de una familia belga donde vive Marimar. Viaja a Gandía a atracar un banco. Les detienen a todos e ingresan en la cárcel Fontcalent. Él, Ávila Navas, se hace responsable de todo y, a la semana, tienen que soltar a todos los demás.

Verano: Le meten en aislamiento y a los pocos días le trasladan a Herrera de la Mancha. Allí Julepe le enseña unos supuestos estatutos de APRE, muy legalistas, contemporizadores con la administración y totalmente contrarios al espíritu inicial de la asociación, y le cuenta que de algunos compañeros que habían pertenecido a APRE en sus principios, unos están en libertad condicional, otros en régimen abierto y otros trasladados en segundo grado cerca de sus casas.

Julio 90/enero 91: Estatutos de APRE r. Se reconstituye APRE que había quedado en escombros y se le denomina APRE(r)

Postal. «Aniquilamiento». Presos encerrados en cubículos.

1991

Marzo: Al enterarse por un compañero que viene de conducción de que la administración carcelera está pensando en formar un GAL carcelario y ha propuesto a algunos compañeros atentar contra los presos políticos a cambio de beneficios penitenciarios, deciden hacer un motín. Participan siete compañeros. Aserrando los cangrejos de dos celdas, y con unos baldeos improvisados como armas, se apoderan del módulo de aislamiento donde se atrincheran y toman como rehenes a dos carceleros. Pasadas unas 18 horas, les asaltan unos 20 picoletos de los GAR, apuntándoles algunos con sus metralletas, y les envían a todos al hospital golpeándoles con barras de hierro y bates de beisbol.

20 de marzo: Ávila despierta, recobra el sentido en el hospital provincial de Ciudad Real destrozado por la paliza. No sabía dónde estaba ni qué hora era. Le llevan a la enfermería de la zona de cumplimiento de la cárcel de Alcalá-Meco. Dos compañeros tienen que bañarlo ya que no puede valerse por sí mismo.

22 de marzo: le llevan de conducción hacia la cárcel de Badajoz, llevándole a rastras hasta el furgón, después de rociarle con gases lacrimógenos, le patean y le arrancan la vía con suero que llevaba puesta. En Badajoz, el subdirector quiere llevarle a aislamiento, pero el médico (Pablo, buena persona) insiste en que lo lleven a la enfermería por su pésimo estado, estaba totalmente morado y roto, allí en enfermería es donde se encuentra con algunos presos de los GRAPO que le dan cuartelillo y les cuenta lo ocurrido verbalmente y les reproduce por escrito la tabla reivindicativa de 18 puntos que los Medios de comunicación de masas omitieron.

24 de marzo: Pasados un par de días, le dan un par de bastones (unas muletas) le trasladan al módulo de aislamiento. Poco después, se presentan en ese módulo, acompañados por la plana mayor del penal, un inspector y una psicóloga de la DGIP, que le proponen sacarle de aislamiento y darle un destino en el economato, mientras se va gestionando su puesta en libertad, a cambio de que se desvincule de APRE, traicionando a sus compañeros. Rechaza muy indignado la sucia y vomitiva propuesta.

Mayo: Es traslado a Puerto I ajuicio. Le trasladan a Alcalá-Meco. Se encuentra allí con Llopis Catalán, que iba a ser trasladado a Herrera de la Mancha, y planean hacer dos motines simultáneos, uno allí y otro en Meco, con las reivindicaciones de APRE.

10 de julio: En el módulo 7 (aislamiento), de la zona de cumplimiento de Alcalá-Meco -totalmente mecanizado, por lo que no se puede hacer otra cosa-, al enterarse por la radio de que se ha liado en Herrera, alrededor de siete compañeros -todos los que estaban encerrados allí, entre ellos uno de los GRAPO- rompen todo lo que se puede romper en las celdas, lo tiran por las ventanas y le prenden fuego a los colchones. No se puede hacer más. Enseguida vienen un montón de boqueras, les gasean y, entrando luego en las celdas de las que nadie ha podido salir, les reducen a golpes de porra y les esposan. Después se enteran de que en Herrera, donde varios compañeros han podido tomar rehenes, la cosa se les ha ido de las manos, y uno de los participantes ha asesinado a otro compañero preso. Habiendo sido reivindicado el secuestro en nombre de APRE, el muerto será cargado en su cuenta por los medios de “comunicación”.

Acusan de liderar la asonada a Ávila y es trasladado a Ocaña I. Allí, un compañero intenta hacerle llegar una sierra por medio de un ordenanza, pero éste se la entrega a los guardias. A los pocos días, es trasladado, una vez más, a la prisión de El Acebuche en Almería, al módulo de aislamiento, llamado de “nocivos”.

12 de agosto: A las seis y media de la mañana, se presenta en su celda la plana mayor de la prisión con gran cantidad de carceleros y varios guardias civiles como escolta. Le dicen a Javi Ávila Navas, sin permitirle recoger sus cosas, que se va en conducción. Según dice uno de los carceleros, le hacen responsable de lo sucedido en Puerto I, por serlo de la presidencia del APRE. Le hacen subir precipitadamente a un furgón, sin decirle siquiera a dónde le llevan. Algunas horas después, llega a la prisión de Badajoz donde le encierran en una celda, con los postigos de la ventana quitados, sin cama ni colchón, ni ninguna de sus pertenencias. Le obligan a entregarles la ropa que lleva puesta y le dan un mono y unas chanclas. Allí se encuentran ya unos catorce o quince compañeros relacionados con la APRE. Su vecino de celda es Julio Romero Amador. Están todos en el módulo de aislamiento, donde muy pronto se inician las obras para mecanizarlo. No salen al patio ni un solo minuto, ni siquiera a las duchas, durante un par de meses, no tienen ningún derecho. Es el inicio de los FIES.

Hacia octubre: Empiezan a normalizarse las condiciones de vida en el módulo FIES, aunque siguen las obras de mecanización. Hacen una huelga de hambre. Les empiezan a entregar sus pertenencias (ropa, radio, cosas de higiene, etc.) y a dejarles salir al patio, al principio una hora, de uno en uno y, más tarde, dos horas, de dos en dos.

Hacia noviembre: Terminan las obras de mecanización de la primera planta del módulo y les trasladan a ella. Se han ido llevando en conducción a otros penales a algunos compañeros. En Badajoz quedan siete u ocho en régimen FIES. Este será su destino y modo de vida hasta diciembre del 93.

Foto. Presos en silla de ruedas.

1992

1 de julio: Secuestra a una fiscal en Plaza de Castilla para intentar la huida pero se la frustran cerca de 80 policías.

1993

10 de diciembre: Le trasladan a la prisión de Pontevedra, a un juicio, por desacato a un juez, de las cartas insultantes escritas en mayo en Puerto I, la única que ha dado resultado.

13 de diciembre: Van a juicio con Graña y ven la fuga fácil, pero no tienen cuchillos. Logran suspender el juicio renunciando a la defensa de los abogados de oficio. Nombran a una abogada de la asociación Érguete.

16 de diciembre: Van de nuevo a juicio. Ávila ha conseguido un estilete en el módulo de aislamiento que le regala otro preso e intentan la fuga tomando al fiscal como rehén, pero los picoletos, que estaban muy cerca, se le tiran encima y abortan el intento.

1994

Enero: a Jaén II, módulo FIES.

1996

Trasladado en agosto de 1996 la juez de vigilancia determina trasladar a Ávila a Picassent, previa progresión a 2ª fase y exclusión del fichero FIES, esto último siempre lo mantuvieron activo, es clasificado en segundo grado y trasladado a Navalcarnero donde no sale su primer permiso hasta agosto del 2002, sale numerosos permisos y en noviembre del 2005 ya en situación de 3ª grado es disparado por la espalda a bocajarro, por un policía cuando accedió a una sucursal de un BBVA acompañado de un colea que iba armado con un arma de fuego y al primero que disparan y anulan para posteriormente, sabiendo que Ávila iba desarmado darle dos disparos a bocajarro y dejarle postrado en una silla de ruedas. En silla de ruedas le tienen en la enfermería de la cárcel de Aranjuez durante cuatro años encerrándole en tres ocasiones en artº 10 por sus antecedentes y por la tirria que le tenían los carceleros. Después de ver morir durante cuatro años a múltiples compañeros en la enfermería de la cárcel de Aranjuez, le concedieron el 3ª grado de nuevo y hoy aún lo comparte… escribiendo un libro.

Lo cuenta en “Un Resquicio Para Levantarse-Historia Subjetiva del APRE. Asociación de Presos en Régimen Especial”.

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