El fascismo ejecutó a 2.238 republicanos en Paterna, frente a un paredón que llevaba el nombre de España. Siguen en fosas…

Fotos. Paredón y fosa, en Paterna.

Memoria histórica imprescindible:

Un paredón llamado España

El franquismo ejecutó a 2.238 republicanos frente a un paredón que llevaba el nombre de España. Todos ellos fueron enterrados en el cementerio de Paterna, donde en los últimos tiempos se ha conseguido exhumar a 552 víctimas. Hay más de 100 fosas. Recientemente se han interpuesto 560 denuncias ante la Justicia de Argentina para luchar contra la impunidad.

A apenas 500 metros del cementerio de Paterna hay un largo muro de 100 metros de largo y, en algunas partes, de hasta dos metros de alto. Está desgastado. Casi en estado de ruina. En sus viejas paredes se distinguen las marcas de los impactos de miles de disparos. Durante largos años este muro fue usado por el Ejército como campo de tiro. Infantería y artillería entrenaban aquí su puntería. Todo cambió en 1939. El 1 de abril Franco daba por ganada la Guerra Civil y el día 3 comenzaron los fusilamientos. Exactamente, 2.238 ejecuciones por consejos de guerra. Entre ellos, 18 mujeres. Cruel destino para los defensores de la España republicana. Maniatados por la espalda, recién salidos de capilla y puestos en fila frente al paredón llamado España. Un, dos, tres, fuego. Los cuerpos caían desplomados al suelo. Después, el jefe del batallón daba el tiro de gracia. Uno a uno. Por dios y por España.

Los muros de este paredón recogieron la sangre de 2.238 republicanos de 1939 a 1956. La inmensa mayoría, sin embargo, se sucedieron entre 1939 y 1942. Hitler aún ganaba la II Guerra Mundial (todo comenzó a torcerse a partir de diciembre de 1941) y en España los golpistas, con el general Franco como líder indiscutible, continuaban con su particular limpieza. Cárceles, campos de concentración, bebés robados, apropiaciones, trabajo esclavo y exilio. España se convirtió en una pesadilla y el paredón del mismo nombre en el punto y final para miles de españoles que habían luchado por la democracia republicana, por el reparto de tierras, por los derechos sindicales, por la laicidad del Estado.

«La represión tras el final de la Guerra Civil está trabajada, planificada y ordenada de forma sistemática. La dictadura tiende a centralizar los fusilamientos en el mismo sitio. En el caso de València fue en Paterna. Por comodidad, por la cercanía del campamento militar al cementerio de la localidad. El día 3 de abril de 1939 ya se está fusilando y hay asesinatos hasta 1956. El mes con más fusilados fue junio de 1940 con casi 200. Los mandaban en sacas de 20, 30 o incluso 50 personas».

Tras ser fusilados, los cadáveres eran cargados en un carro y recorrían los 500 metros que separan el paredón del cementerio de Paterna. Era tal el reguero de sangre que el carro dejaba a su paso que algunos vecinos no tardaron en dar a conocer el lugar como el «camino de la sangre». Después, agujeros en el suelo, fosas y cal. Eran lanzados al montón. Todavía maniatados. Con el tiro de gracia en el cráneo. A continuación, la tierra taparía el lugar. Como si nada hubiera pasado. Como si no hubiera nada ni nadie que recordar, a quien honrar. Solo en el cementerio de Paterna hay más de 100 fosas comunes. Algunas de ellas, con más de 200 muertos.

Artículo completo y fotos:

https://www.publico.es/politica/paredon-llamado-espana.html

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.