La Barraca, el Teatro Popular.

Cartel. «La Barraca. Teatro Universitario.». Firma UFEH.

1931-1939. Pluma pincel palabra. Al servicio de la cultura popular

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La Barraca, el Teatro Popular

La Barraca fue un grupo de teatro universitario de carácter ambulante y orientación popular, coordinado y dirigido por Eduardo Ugarte y Federico García Lorca. Creada en 1931 con ayuda gubernamental, al comienzo de la II República, y puesta en marcha en el verano de 1932, La Barraca tenía como objetivo llevar el teatro clásico español a zonas rurales donde no tenían acceso a ninguna actividad. Se desarrolló de modo complementario con el Teatro del pueblo, dirigido por Alejandro Casona, dentro del proyecto de las Misiones Pedagógicas.

La Barraca, a partir del diseño original de Federico García Lorca, estaba coordinada y administrada por un comité formado por cuatro estudiantes de Filosofía y Letras en colaboración con otros cuatro de Arquitectura, para el entramado técnico, y algunos pintores y artistas de vanguardia.

La dirección artística y la selección de actores entre los estudiantes era responsabilidad de Federico y Ugarte. Todos ellos prestaban sus servicios voluntaria y gratuitamente. Todos los componentes de la compañía vestían con un mono de trabajo azul. El equipo técnico se transportaba en camiones proporcionados por el Departamento de Instrucción Pública, y las tareas de cargar, descargar, montar y desmontar escenarios la realizaban los propios actores.

Foto del Grupo de teatro ambulante La Barraca.

Desde su creación hasta el cese de sus actividades, con el comienzo de la Guerra Civil, se representaron un total de 13 obras de teatro en 74 localidades.

Dichas obras fueron:

El país de Jauja, de Lope de Rueda y la Égloga de Plácida y Victoriano, de Juan de la Encina (entremeses).

El retablo de las Maravillas y entremeses como La guarda cuidadosa y La cueva de Salamanca, de Miguel de Cervantes.

La vida es sueño y El gran teatro del mundo, autos de Calderón de la Barca.

Fuenteovejuna, La dama boba y El caballero de Olmedo, de Lope de Vega.

El Burlador de Sevilla, de Tirso de Molina.

Fiesta del Romance (con textos de Antonio Machado y Lope de Vega).

Historia del soldado, de Ramuz, con música de Stravinski. Única obra moderna.

La Barraca se echó a los caminos el 10 de julio de 1932. El objetivo de su primera gira eran las altas y olvidadas tierras sorianas, lo que no podían imaginar es que su trabajo, con un repertorio de teatro clásico español, pudiera suscitar las iras de la reacción que lo calificaban “como instrumento de propaganda” del Gobierno de la II República.

Y muy pronto, las críticas se convirtieron en sabotajes organizados por grupos universitarios de ultraderecha, que no consiguieron su objetivo, pues continuaron sus giras hasta el comienzo de la Guerra.

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