Juan García Martín
Natural de Sevilla, nació el 13 de octubre de 1951.
Maestro de profesión.
Detenido en 1978 por su militancia en el PCE(r), participa en varias huelgas de hambre, una de ellas de 435 días de duración, en la que muere el preso comunista José Manuel Sevillano Martín. Sale de prisión en 1998, tras permanecer 20 años en la cárcel.
En 2000 pasa de nuevo a la clandestinidad, tras las detenciones de parte del Comité Central del PCE(r) en Francia, y asume nuevas funciones de dirección.
En junio de 2006 es nuevamente detenido en Reus (Tarragona) cuando realizaba tareas de propaganda (redacción, edición y distribución del periódico “Resistencia”) y organización entre trabajadores de todo el territorio del Estado español.
Por esos “delitos” fue condenado en un primer juicio a 11 años de prisión. Ya en aquel momento contaba: “Es verdad que yo era consciente de que el régimen no iba a dejar impune el mantenerme “erre que erre” (esa “r” tan querida y presente para mí) con mis ideas revolucionarias a lo largo de 40 años de militancia comunista; al fin y al cabo es el “trato” que les ha venido dando el Estado a todos mis camaradas que me han precedido en prisión. Tampoco el Estado me iba a perdonar que, tras 20 años de estar encarcelado, me incorporara al trabajo clandestino de mi Partido”.
Esa es la razón por la que se realiza un montaje policial, acusando falsamente a Juan García Martín de intervenir en una operación de los GRAPO. Los propios guardias civiles que participaron en su detención y que le tenían controlado, alardeaban de que esa acusación era falsa.
A pesar de ello, y en base a la “convicción moral” de una supuesta testigo protegida, Juan García es condenado a 80 años de cárcel. Como el decía después en una carta: “Heme aquí definitivamente condenado a cadena perpetua (saldría de la cárcel en 2046 con 94 años de edad), sin ley ni derecho que me ampare y por unos hechos que no realicé”.
Desde hace años y, debido a las torturas que sufrió, Juan García padece de graves lesiones en la columna vertebral. Además, y desde hace años, padece de afecciones oculares que no están siendo tratadas, retraso tras retraso.