Sobre la situación represiva que vive Catalunya. Carta de Lucio García.

Foto. Lucio García Blanco. Preso político PCE(r).

Cartas desde prisión

Lucio García Blanco

Topas. 5 noviembre 2017

¿Cómo sigue la vida por ahí? Con esta contesto a la tuya, aunque auguro que no podré enrollarme mucho porque la gripe me tiene pachucho y con pocas fuerzas. Nunca la había pillado tan pronto.

Me parece bastante lógico que la producción y el consumo de productos agrícolas ecológicos por aquí ande un tanto estancada porque tienen que tener un precio más caro que los de la agricultura industrial, y los trabajadores en estos momentos de crisis económica no pueden costeárselos. Cuando yo anduve por Francia, ya hace unos cuantos años, allí se producían y se vendían bastante, tanto en supermercados como en los mercadillos de calle, así que me imagino que tanto su producción como su venta estarían más apoyadas que aquí por la administración.

Bueno, en cuando al desafío democrático del pueblo catalán, como era de esperar la represión se endurece por momentos y si por un lado ya tenemos 10 presos políticos más, la imposición del artículo 155 de la constitución ha provocado la intervención de la Generalitat y la destitución del gobern catalán; pero esto deja bien al aire el talante y la naturaleza fascista de este Estado ante el mundo, y por otra parte, anima cada vez más a la lucha al pueblo catalán. Claro que la batalla será dura y bastante larga, pero si utiliza la desobediencia civil, las huelgas y las movilizaciones en la calle de carácter político como método principal, al Estado no le quedará más remedio que ir cediendo. En la situación actual de imposición de un verdadero Estado de sitio en Cataluña creo que hubiera sido mejor que los partidos antifascistas no se hubiesen presentado a las elecciones del 21-D, optando por promover el boicot activo del pueblo ya que aunque las ganen con la implantación del 155 no les dejarán gobernar y tendrán que sacar la lucha a la calle.

Respecto al traslado de Puigdemont a Bruselas y el papel que viene desarrollando, denunciando que aquí no existen libertades democráticas ni se dan las garantías jurídicas elementales para poder tener un proceso judicial mínimamente justo, creo que se trata de una labor bastante positiva que, sobre todo puede tener cierta repercusión a nivel internacional.

En ese sentido cabe reseñar que existe una ley de 2013 del Parlamento europeo, sobre el derecho a la asistencia de letrado en los procesos penales desde el momento de la detención y para declarar; y para declarar delante de la policía que aquí, en el caso de los presos políticos, no se cumple en absoluto. En la primera etapa y creo que hasta la década de los años 90 teníamos que permanecer aislados en comisaría sin posibilidad de poder ver a un abogado o un juez durante 13 días y, a partir de esa fecha, lo redujeron a 5 días prorrogables a otro 5. Y ni que decir tiene que utilizaban todo ese tiempo para que la policía pudiera arrancarnos una declaración sobre los supuestos hechos por los que se nos acusaba en base a la tortura sistemática diaria. Mas con este tipo de declaraciones hemos sido condenados a la A.N. durante todos estos años y es evidente que en Europa lo conocen, pero la realidad, es que les importa un bledo. Ya veremos si con la que se está montando en estos días esta cuestión sale a relucir y tiene alguna repercusión. Pero cabe recordar que por ello han asesinado en las comisarias a mucha gente, entre ellos a nuestro camarada de Alcalá de Henares, España Vivas y al abertzale Arregi.

Por otra parte, después de pasar por comisaría en 1990, el juez Garzón nos prohibió poder declarar ante él u otro juez con la presencia de nuestro abogado, y nos impuso tener que hacerlo ante un letrado de oficio. Yo me negué y me amenazó con enviarme otros cinco días a la comisaría de policía, así que finalmente acepté.

Dibujo. Puño agarra un lapicero.

Pero, si por un lado es justo y necesario que todos los antifascistas y demócratas del conjunto del Estado apoyemos el procés, así como a todas las organizaciones y fuerzas políticas que lo vienen protagonizando, y a sus propios presos políticos, también es preciso criticar esa sorprendente y vergonzante posición política, tanto de Esquerra Republicana como del PDeCAT, señalando que en España por lo que está pasando en Cataluña, «se vuelve al fascismo, a 1975»; o que «por primera vez desde el 78 empieza a haber de nuevo presos políticos», lo que no solo es rotundamente falso sino que también es una grave ignominia y una falta de respeto a los partidos políticos, a los varios miles de presos políticos que hemos seguido combatiendo al fascismo desde la muerte de Franco; pues es bien evidente que en este país no hubo ruptura con el franquismo. Ni siquiera se dio ni un mínimo de depuración del aparato burocrático y político del fascismo, ni de sus cuerpos represivos, y el Tribunal del Orden Público se convirtió de la noche a la mañana en la actual Audiencia Nacional. Pero tampoco existió una verdadera amnistía y, además, el indulto que se aplicó a los antifascistas se utilizó para imponer una ley de punto final que absolvió de todos sus crímenes a los fascistas.

No obstante, es cierto que los acontecimientos en Cataluña en torno al justo e importante referéndum de autodeterminación del 1-O, suponen una profundización del fascismo o de lo que nosotros venimos llamando como un regreso a sus orígenes más negros, que en realidad emprendieron en los tiempos de Aznar. Con ello pretenden imponer una mayor centralización territorial y asimismo, atajar la grave crisis política y económica que sufre el Estado.

Pero, si el Estado en estos momentos viene reprimiendo a los partidos nacionalistas, encarcelando a algunos de los dirigentes de estos y de las organizaciones populares ANC y OMNIUM, es porque en los últimos años han roto con su papel de colaboradores y meros comparsas del régimen fascista y por fin, se han atrevido a reivindicar algunos derechos democráticos y en concreto el derecho a la autodeterminación que como nación oprimida por el Estado español les corresponde.

Claro, que tendrán que asumir que otros partidos políticos y movimientos no hemos podido defender nuestros programas políticos legalmente y lo hemos tenido que hacer desde la clandestinidad, por lo que hemos sido duramente reprimidos y seguimos pagando duras penas de cárcel. Y también creo que es justo señalar que sin la lucha de nuestro Partido y conjunto del Movimiento de Resistencia Organizado, así como la del Movimiento abertzale, la lucha actual del pueblo catalán hubiera sido mucho más difícil aún.

Bueno, que se me ha echado el tiempo encima.
Un fuerte abrazo.

Lucio

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