Lucio García Blanco sobre la campaña contra el turismo.

Foto. «Lucio García Blanco. Preso político PCE(r)».

Cartas desde prisión

Lucio García Blanco

Cárcel de Topas. 13 agosto 2017

Este año tenemos un verano realmente raro, con cambios permanentes del calor al frío, por aquí, sin que aparezca la lluvia, así que los huesines andan un tanto resentidos y algunos hasta han pillado la gripe.

De la actualidad política me han llamado la atención, las campañas que vienen haciendo por Cataluña y las Islas Baleares, las juventudes de la CUP, y Bildu en Euskal Herria en contra de un desarrollo turístico que en realidad está encareciendo desorbitadamente la vivienda de muchas ciudades y los alquileres, y viene expulsando de ellas a los propios trabajadores e incluso a los comercios que están en esas zonas, por problemas y la explotación por todas partes. La cuestión es que, en principio, no entendía muy bien el problema por la desinformación y tergiversación que se venía dando en la TV y la radio, pero poco a poco a tenido que ir explicando las cosas y la realidad es que en algunas zonas se está poniendo la vida muy difícil a las masas populares.

Claro que esta tergiversación del aparato de desinformación es una buena prueba del carácter fascista del régimen, pues no sólo difundían la patraña de que estaban atacando al turismo, sin señalar el problema concreto o haciéndolo de pasada, sino que además han estado catalogando las pintadas en autobuses, algunos pinchazos de bicicletas, etc, como violencia extremista y kale borroka, terrorismo… lo que, como bien sabemos, aquí eso puede significar poner a los chavales en las manos de la Audiencia Nazi-onal y tener que pasar unos cuantos años de cárcel. Pero en el caso de Cataluña esta campaña mediática también tiene por objeto desprestigiar al pueblo catalán y su justo proceso por la autodeterminación, así como justificar la prohibición del referéndum y la represión a la gente que lo pueda hacer posible e intente llevar a efecto su resultado, en el caso de que el pueblo apueste por la independencia. En ese sentido es muy positivo que todos los demócratas y comunistas del conjunto del Estado mostremos nuestro apoyo al proceso catalán, que también es una lucha por la consecución de las libertades democráticas para todos.

No obstante, el hecho de que Bildu se haya sumado (creo que posteriormente del inicio de los catalanes) a la campaña de denuncia de los problemas que causa la mala planificación del turismo, me parece una actitud realmente oportunista con intenciones meramente electoralistas, pues han renunciado a la lucha por la amnistía de los presos políticos, así como a reivindicar las libertades políticas, y apenas están haciendo algo por apoyar el proceso catalán. Y es que además se están oponiendo y vienen obstaculizando la justa lucha que está desarrollando en Euskal Herria el colectivo «contra la represión y por la amnistía», lo que es aún más lamentable porque el Estado está cada vez más aislado y debilitado. Bueno, la realidad es que Bildu ha reculado hasta ponerse a la altura de Podemos.

Dibujo. Puño agarra un lápiz.

Pero si por aquí, el panorama político está bastante caliente, en lo que respecta a la situación internacional, la cosa está que arde, por la actitud de permanente acoso y provocación de los EE.UU., con Trump a la cabeza, hacia Corea del Norte y Venezuela. Y es que, respecto a los asiáticos, los yanquis no sólo no paran de acosarles con maniobras militares por mar y con misiles de todo tipo de sanciones y bloqueos comerciales, lo que prácticamente supone negarles el derecho a establecer relaciones comerciales con el resto del mundo, y también el de poder armarse militarmente para defenderse. Pero Corea del Norte no se amedrante y viene preparándose, tanto política como militarmente, para responder al imperialismo. En lo que respecta a Venezuela, creo que si a este país no le estuvieran ayudando Rusia y China ya lo hubiesen invadido militarmente desde el norte. Y en la medida en que Maduro ha dado algunos pasos para asentar el poder popular y mantener a raya a la oligarquía y la burguesía, los yanquis han impulsado una campaña internacional para desprestigiarlo y preparar el terreno para atacarlo. Sin embargo, los acontecimientos indican que los bolivarianos han venido parando las embestidas de la reacción y esta parece debilitarse cada vez más.De ahí que el propio Trump haya elevado ayer el listón de las amenazas remarcando que no descarta «un intervención militar en Venezuela». La cuestión es que los EE.UU. desde que invadieron Iraq vienen provocando una cadena de guerras con la intención de ir asentándose en territorios estratégicos, para finalmente situarse en la mejores condicione de poder desarrollar la tercera guerra mundial contra el bloque liderado por Rusia y China. Y en esta situación las cosas se les pueden ir de la manos en cualquier momento.

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