Pero, ¿cómo se podían hacer estas maravillas en prisión?…

Cartel para exposiciones de los dibujos y trabajos de Sánchez Casas.

Cosas de pres@s polític@s, materiales y solidaridad mutua

Siguen apareciendo, aquí y allá, en un cajón, en un camarote o en una carpeta cien veces leída documentos, postales, originales de lo que luego fueron miles de pegatinas, cientos de carteles, tablones en centros sociales y okupaciones, poemas, dibujos en cientos de fanzines o revistas alternativas… realizados por presas y presos políticos durante su vida en Comuna en diferentes prisiones.

De documentos que formaron parte de decenas y decenas de exposiciones, de cuadros y láminas, de carteles, de postales hechas en prisión reproducidas, de trabajos de artesanía, en madera, hilos y tela…

Se mostraba la importancia de todo ello muy bien en el vídeo grabado clandestinamente en la cárcel de Soria durante la existencia de la “Comuna Carlos Marx”. La formaban presos políticos del PCE(r), de los GRAPO y un anarquista. Todos ellos venidos de ámbitos obreros, industriales y campesino. Con el desarrollo del estudio en común, del trabajo compartido, de sus debates de horas, del reparto de responsabilidades, en esa cárcel había una excelente biblioteca, con más de 8.000 volúmenes. Surgieron excelentes poetas de obreros sin estudios, pintores, escultores, escritores especialistas en temas sociales. De su trabajo y de su solidaridad, miles de chapas llegaron a colectivos, miles de postales entablaron amistad y debate con colectivos, centros sociales. Nacieron obras de teatro, libros de variado tema político, muñequitos en felpa o hilo, llaveros, muñecas artesanales que aún muchas y muchos conservan con orgullo y un sin fin de trabajos más.

Ello permitió que los colectivos populares, cientos de gaztetxes y centros okupados, que tabernas populares, que puestos en la calle, pudieran montar exposiciones, jornadas, charlas… en esos, en efectivo, cientos de eventos solidarios.

Cartel con poema de Pepe Balmón «El espejo».

Sólo se mostraba la cara que jamás enseñan los medios de control de la información. El carácter comunal de la vida de los represaliados presos, su enorme obra artística, sus aportaciones al movimiento popular. Se aprendió que en las peores condiciones se puede resistir y crear semilla de lo que seguro será una sociedad mejor.

Se siguen empleando estos materiales para las actividades de solidaridad. Exposiciones de arte de presos políticos, lecturas de sus poemas, charlas, expos de postales, pegatas… Jóvenes de 20 años que nunca habían visto estos preciosos trabajos, y que en seguida se interesan.

En cuanto a materiales históricos, el vídeo “435 días en huelga de hambre” o el “Vida en la Comuna Carlos Marx” no caducarán jamás, por poner solo dos ejemplos.

Y resulta que se han ido exponiendo, difundiendo y publicando materiales, de los propios presos y presas políticas, realizado a lo largo de este duro invierno que viene suponiendo la falsa transición del fascismo franquista al fascismo coronado.

Primero los realizados en aquellos años 70 del siglo pasado. Luego la rica época de las Comunas. Luego el poco trabajo que individualmente se puede realizar cada uno en una cárcel y cada vez con más limitaciones.

Pero la época de la Comuna de Soria, como y también la de las presas políticas en Yeserías, fue enormemente fructífera en pequeñas joyas realizadas, en colaboraciones al movimiento popular, en -desde las entrañas del terror- aportar a la solidaridad mutua con la calle. Y lo mostramos como un ejemplo más de que la solidaridad con las y los represaliados políticos, aún de los vaivenes políticos o locales siempre se ha dado, y que por eso -entre otros motivos- como sólo la dispersión ha intentado acallar y en parte lograr. Y la mayor represión al golpear fuera y dentro individualmente.

Rompieron las Comunas y fueron rastreros en su criminalización: denominaron “Universidad del crimen” a las Comunas de presos y presas políticas. ¿Donde se elaboraba artesanía, libretos, cuadernillos, trabajos en hilo y madera, cuadros…? ¿Donde se cocinaba, se limpiaba, se organizaba los destinos sin la intervención represiva?… Nos reservamos pues el nombre que se nos ocurre comparativamente para el Senado, el Congreso de Diputados o las juntas de dirección de los grandes bancos y empresas…

Hay pues que seguir empleando todos estos preciosos materiales a la hora de organizar y difundir la situación de los presos políticos. Ese aspecto cultural, artístico, que muchas veces se nos olvida, causa un gran interés entre la gente más joven, que no pudo vivir la explosión de fanzines, okupas, radios libres o expos en cualquier bar de barrio obrero. Y eso les despierta muchas preguntas… que estamos obligados a contestar.

(De un debate en una charla sobre represión)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.