Carta de Manuel Arango desde Herrera de la Mancha

15, abril, 2017

Recibí tu carta así como bastante información vuestra, y bastante correspondencia de otros muchos lugares, buena parte sigue siendo de la juventud que me escribía a Zuera.

Todavía continúo poniendo en marcha todos los desbarajustes y otras puestas al día, entre ellas las cartas y trabajos de redacción, mientras las temáticas médicas las voy llevando por partes, entre otras razones porque son de variado tipo.

En cuanto al traslado, como siempre, fue realizado de forma súbita, aunque tenía fijadas varias salidas a hospitales. Las causas del traslado responden a la política de dispersión carcelaria que de forma habitual se nos aplica; a esta política general, habría que añadir en mi caso el intento de frenar el movimiento de solidaridad en crecimiento que se había ido desarrollando en Aragón en mi apoyo durante los años en los que estuve en Zuera; el apoyo solidario que tuvo Isabel hasta su fallecimiento también contribuyó al aumento de la solidaridad activa hacia mí.

Por otro lado, también tengo que deciros que, como consecuencia de las condiciones de los traslados, se agravaron los problemas de mi columna vertebral (las hernias discales, el estrechamiento del conducto medular, etc) que vengo padeciendo durante años. De ahí que, durante esos traslados, a los dolores que tenía se unía el hecho de que apenas podía moverme y andaba completamente curvado. Mi historial médico no se tuvo en cuenta. Todo ello, me obligó, posteriormente, a estar un mes con abundantes tratamientos médicos y a tener que utilizar muletas para desplazarme.

Llegado a esta parte, habría que resaltar, como experiencia, la amplia solidaridad activa y organizada que venía recibiendo en Aragón y más concretamente la proveniente de la ciudad de Zaragoza, donde se exigía mi liberación y la aplicación de las necesarias atenciones sanitarias. Este movimiento de solidaridad venía siendo tan constante por sus actividades, como dinámico, ya que se extendía, como yo mismo comprobaba, entre otros hechos, por la abundante correspondencia de diversos lugares que recibía, la cual contenía muestras de apoyo, el envío de paquetes y los deseos de proseguir la lucha de solidaridad. La formación de un Comité de Liberación es otra muestra de todo ello.

Recibí a A, D y E postales, carticas y fotos. He escrito a Arenas, ya que falleció su hermano Mariano, y a Pepa Alarcón con todo mi apoyo en su enfermedad ((Manuel desconocía que el día anterior Pepa había fallecido en Madrid)). Deciros también que comunico de momento con 3 solidarixs de Madrid y pronto podré con otrxs tres.

Cuidaros mucho y siempre adelante, ya que tenemos mucho presente y todo el futuro. ¡Salud y Resistencia!

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