Escribiéndose con juventud luchadora

12 de abril de 2014

Acabo de recibir tu carta de marzo y me pongo ya a contestarte. Te explico un poco el motivo de los retrasos con el correo, tanto el que mando yo como el que recibo sufre un período de retención “por motivos de seguridad” de 15 días (puro fascismo).

Así que tenemos que habituarnos a que éste sea poco fluido, vaya poco menos que a ritmo de tortuga, etc… etc…. A lo que hay que añadir la nula privacidad de este correo sometido a intervención.

Me ha alegrado tu carta.

Voy a comenzar presentándome yo también brevemente: tengo 43 tacos, nací en León y vivía en Xixón (Asturies). Allí hice también estudios, en mi caso Filología Inglesa.

En 1997 me pasé a la clandestinidad y permanecí en ella 10 años hasta mi detención en 2007. Estoy condenado a 40 años de cumplimiento efectivo, lo que equivale en la práctica a una cadena perpetua encubierta, por varias acciones armadas de los GRAPO. Por hoy ya vale de rollo biográfico, je, je, je…

He de reconocerte que en lo primero que pensé cuando vi tu remite postal, es en las estupendas tapas que te ponen en esa ciudad (nostalgias gastronómicas, que se acentúan cuando llevas varios años “disfrutando” del rancho en estas poco hospitalarias trenas).

Ya me contarás qué tal anda Granada y cómo está el ambiente por allí. Tengo el recuerdo de una ciudad llena de estudiantes, un montón de gente joven, muy universitaria. Tampoco tuve tiempo de llegar a conocerla bien.

A mí siempre me hubiera gustado estudiar Historia, pero al final opté por el inglés porque, supuestamente, tenía más salidas laborales… Visto ahora con la distancia que da el paso del tiempo resulta un poco gracioso.

Suelo leer bastante historia, mucho sobre la guerra civil y la Gran Guerra Patria de los soviéticos contra los nazis. Preferentemente lecturas de temática político-militar. Si te interesa, ya te haré un listado de lecturas altamente recomendables, por si no conocieras alguna de ellas.

¿Has leído el libro “Aproximación a la historia del PCE”, escrito por mis camaradas presos y publicado en la Editorial Templando el Acero? Abarca desde la fundación del PCE hasta 1956. Altamente recomendable.

No hace falta que te autoflageles tanto por tu pasada militancia en los CJC. Es lógico que la juventud sea un período de búsqueda y transición. El haber pasado por esa experiencia seguro que te ha servido para sacar tus propias conclusiones y verles hoy como lo que son realmente; oportunistas y desmovilizadores. En Asturies le daban también mucho a la verborrea pseudorrevolucionaria y autojustificatoria.

Cuando era un chavalín yo también “milité” brevemente en otro grupillo de ésos, aunque se les vio el plumero bastante pronto. La experiencia me sirvió para calarles y, de paso, saquearles la biblioteca de clásicos del marxismo-leninismo que devoraba en plan autodidacta, je, je, je… (total, para lo que ellos los estudiaban… ni los echaron de menos). Antes de la militancia organizada en el Partido viví experiencias en distintos movimientos juveniles de aquellos primeros 90: insumisión, antifascismo, okupas, temas antirrepresivos… De todo vas sacando experiencias y conclusiones. En mi caso, las que extraje me impulsaron hacia un compromiso ascendente con la lucha de resistencia organizada.

Tu generación tiene ahora otro montón de retos planteados en una coyuntura en la que coinciden una aguda crisis económica y social con el agravamiento de la Crisis de Estado provocada por la permanencia del fascismo. Un régimen cada vez más deslegitimado, incapaz de atender las necesidades, y mucho menos las expectativas de las masas trabajadoras.

La divisoria entre oportunistas y comunistas consecuentes viene marcada por cómo caracterizamos correctamente al Estado Español. ¿Es un estado acaso “democrático”? ¿Permite acaso a la clase obrera acumular fuerzas revolucionarias y luchar por su propia Programa de forma pacífica? Basta con ver un par de telediarios de actualidad para darse cuenta de que no es así. Frente a semejante Estado, moderno heredero del fascismo, cabe oponer en consecuencia unos métodos de organización y de lucha acordes con la realidad. Esto es lo que tratan de velar y ocultar todos los oportunistas sosteniendo que esto es una “democracia burguesa” más o menos “autoritaria” (ese régimen se lo cargó aquí el fascismo en 1936) cuando ya no servía a la oligarquía para contener el ascenso de la lucha revolucionaria de la clase obrera.

Como bien sabéis los jóvenes más conscientes por vuestra propia experiencia, en realidad el marco legal actual es ultrarrepresivo, verdaderamente asfixiante y apenas si quedan resquicios, en acelerado proceso de desaparición, de las conquistas que les fueron arrebatas al régimen por la lucha de masas a finales de los 70. Estamos viviendo una auténtica contrarreforma que viene a cerrar el círculo de la escalada represiva iniciada a finales de los 90. En los próximos meses los fachosos se apresurarán a aprobar la nueva Ley de Seguridad Ciudadana y la reforma del Código Penal para criminalizar a toda protesta organizada.

Pienso que hay que tender a vincular la denuncia política de la represión, la reivindicación de la Amnistía, con la creciente criminalización de los movimientos sociales. Ir dotando a la Solidaridad de un contenido político activo.

Un tema capital tras la muerte en prisión de mi camarada Isabel Aparicio, pienso que es la denuncia de la situación de los presos gravemente enfermos y la campaña específica por su liberación que debe de acompañarla. Tiene un contenido político de denuncia del régimen muy alto, que trasciende al humanitarismo despolitizado de ciertos medios.

(…), no quería extenderme demasiado en esta primera carta y me estoy enrrollando ya mucho (luego me llamarás palizas, ¿eh?)

Por supuesto que me gustaría recibir visitas tuyas. Lo que tienes que hacer es mandarme tus siguientes datos: nombre y apellidos, nombre de los padres, fecha y lugar de nacimiento y nº del DNI. Con estos datos, yo solicitaría aquí que te incluyesen en la lista de visitas. Cuando llegue la autorización, ya te lo comunicaré yo y te diré lo que tienes que hacer en ese caso para pedir hora y todo eso.

En cuanto a libros y demás, de momento no necesito nada. Tengo bastantes lecturas pendientes por ahora. Te agradezco igualmente tu ofrecimiento. Bueno, (…), por hoy esto será todo. Cuídate y tómate una cervecita con tapa por esa ciudad tan chula, ¿eh? Ya me contarás qué tal por allí.

Un fuerte abrazo cargado de Resistencia. Hasta pronto.

¡Por el Comunismo!

¡Venceremos!

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