‘Sota la llum del mar’, de Espe Pons. Libro de fotografías y textos en homenaje a Tomás Pons Albesa, un imprescindible asesinado en 1941.

Postal que acompaña al libro. Tomás Pons.

Memoria histórica imprescindible:

-Homenaje y recuerdo a Tomàs Pons Albesa.

*Sota la llum del mar, de Espe Pons.

Libro. Fotografías y textos.

BAJO LA LUZ DEL MAR

Vicenç Altaió

I.

El presente es un retrovisor que proyecta las imágenes hacia el futuro. El trabajo de investigación sobre la memoria de Espe Pons valida a través de las fotografías de una memoria borrada, lo que fue un asesinato político, e interpela a quien las observa sobre el sentido del presente en la memoria histórica.

El arte contemporáneo deviene necesario cuando tenemos tendencia al olvido. La búsqueda de la verdad es tan necesaria como la búsqueda de lo sensible. En el punto de vista fotográfico de Espe Pons, los espacios habitados por el silencio hablan del testimonio que queda de lo no-visible, de lo callado. Su explicación narrativa se basa en la historia del hermano pequeño del abuelo de la artista, Tomás Pons Albesa. La vida negada por el fascismo remueve la conciencia artística contemporánea y nuestra ética.

II.

Con el título Sota la llum del mar, Espe Pons nos ofrece un «ensayo fotográfico» a partir de la captura de imágenes de «lugares de castigo y de terror humano», en su estado actual, que habían sido vividos en el tormento de un familiar suyo, Tomas Pons Albesa, desde el momento de su detención y tortura, el encarcelamiento en condiciones denigrantes y el juicio militar hasta la ejecución.

Las imágenes, en lugar de constituir un relato de aproximación estrictamente biográfica, o un reportaje periodístico, intentan hacer revivir desde el silencio de la imagen y la sensibilidad de la artista aquello que el tiempo borra de la historia. Las imágenes callan y hablan al mismo tiempo desde la verdad callada a la que, ahora, se le ofrece la luz.

La fotografía necesita de la luz. La historia también necesita de la verdad. Y no obstante este relato, más que dar la fuerza a lo razonado por la historia otra, explora desde el arte la similitud de lo real. Más relacionado que razonado.

La artista, después de una investigación biográfica sobre su familiar, llega a los lugares sufridos por él y los nos traslada desnudos con el silencio de la flecha del tiempo. Un silencio consciente y reparador para que la imagen vacía de su pasado vuelva a hacer visible en su presente aquellos tiempos y espacios parlantes de crueldad, dolor e injusticia. La autora repara, de este modo, a la víctima como si el arte fotográfico, limitado a la fatalidad y a la inmediatez del presente, pudiera redimir su pasado.

La fotografía, por tanto, en lugar de congelar el instante y parar el tiempo, hace revivir el pasado histórico sin condicional, y pone en condiciones el arte visual para recuperar un potencial propio del arte literario, que es arte de memoria, como lo es asimismo el arte olfativo, del que conocemos su poder evocador, y el arte táctil, de fuerte carga fetichista. Incluso a través de este sistema relacional oímos el grito de quien fue torturado, la ignominia de los que lo juzgaron y la dignidad ante los asesinos.

III.

Con frecuencia se nos pregunta si la fotografía de un conflicto, reproducida incansablemente en los medios de comunicación de masas y en el mundo global del instante, tiene la capacidad de llamar nuestra atención y despertar los valores de solidaridad humana. Igualmente, a menudo se le ha reprochado al arte más puro y abstracto su indiferencia ante la lucha permanente que hay que mantener en todo momento, contra las fuerzas reaccionarias que ansían un estado alienante y represor hacia cualquier forma de expresión libre.

Quién sabe si el programa teórico que se estableció binariamente, durante el largo período de la Guerra fría, fue desmentido, por un lado, a causa del comportamiento autoritario, desde la pedagogía social que imponía el comunismo de Estado y la persecución a la que se sometía a los artistas de libre expresión; y desmentido también en el otro bloque, a causa del comportamiento derivado hacia la alienación del hedonismo con el que se beneficiaba a la libertad formal que el liberalismo capitalista protegía y potenciaba como mercancía.

En nuestro caso, Espe Pons realiza un eiercicio radicalmente opuesto a las intenciones dogmáticas de la “bondad política” del arte de denuncia, pretendidamente sostenido por la veracidad única de la imagen social-realista; o del arte formal, con su autonomía e inocencia del arte más bello y libre. En Bajo la luz del mar, la artista cruza la finalidad una con la metodología otra, lo cual no se corresponde con los clichés dialécticos ni de una premisa ni de la otra.

Quién sabe si intensificando el silencio que habita en la imagen podemos llegar a captar los gritos de dolor en la memoria de aquellos espacios. Quién sabe si la emoción de encontrarnos precisamente en esos lugares, resultado de la búsqueda, puede hacer hablar al lugar, y nosotros podemos también percibir en la imagen muda la experiencia de búsqueda científica sobre la memoria histórica y a la vez de búsqueda artística.

Foto. Iglesia de Sant Felip Neri.

IV.

¿Las fotografías nos hablan por evocación o por información? ¿Es preciso que las fotografías sean descifrables únicamente a través de los datos de la historia o a través de la recreación de la historia? ¿Es necesario que desvelen la realidad? Ciertas fotografías de Espe Pons, en este caso, son explícitas del lugar y otras lo evocan. Y sin embargo cuando se nos ha descifrado aquello que está aunque no se vea, nos quedamos tanto o más afectados que cuando tenemos la información con antelación. «Mira», y ante el enigma, escuchamos. Y permanecemos en indignación y en silencio a la vez. Queremos saber más, ahora sí, y queremos que el silencio nos hable más que el ruido. Los humanos nos callamos cuando entramos en los lugares de la muerte, menos los asesinos de la política que todavía persisten.

Tomás Pons Albesa, de ideas republicanas y socialistas, se afilió, a sus dieciocho años, a la UGT. Al cabo de unos meses participó en los hechos del 6 de octubre de 1934 -cuando el

residente de la Generalitat de Catalunya Lluís Companys proclamó el Estat Catalá-, y fue detenido. Como sabemos, el Govern fue encarcelado y el Estado suspendió el Estatut. Tras unos días, fue dejado en libertad. Después, cuando se fusionaron diferentes partidos de orientación obrerista y marxista-leninista bajo las siglas del PSUC, fue uno de los primeros militantes y ejerció cargos de organización y propaganda. Cuando se produjo el alzamiento militar fascista contra la República, se hizo voluntario y luchó en diferentes frentes en columnas comunistas; llegó a ser comisario político. Tras la derrota no se exilió y enseguida, en diciembre de 1939, participó, con gran riesgo, en la reconstitución clandestina del PSUC y fue el Secretario General del Socorro Rojo Internacional (SRI) organización de ayuda a los presos políticos y a los militantes comunistas. Poco después, a comienzos del mes de febrero de 1940, fue detenido junto a otras personas, unas cincuenta, en la desarticulación del partido en la clandestinidad. Fue trasladado a la comisaría -en plena represión por parte de los vencedores de la llamada guerra civil-, donde fue despiadadamente torturado. De allí pasó a la cárcel la «Modelo», donde estuvo durante un año y dos meses en condiciones inhumanas, hasta que, juzgado en un consejo de guerra por un Tribunal Militar del ejército franquista, fue condenado a muerte por el delito de adhesión a la rebelión militar. Fue fusilado en la madrugada del 14 de mayo de 1941 en el Camp de la Bota por una unidad de la Guardia civil y de allí fue trasladado y enterrado en una fosa común en el Fossar de la Pedrera, en el cementerio de Montjuïc.

V

En la historia de los hechos, la individualización toma el nombre de vida ejemplar, mientras que en el anonimato es donde se funde el sujeto colectivo. Bajo el nombre de martirio, en la iconografía cristiana, el sacrificio de la vida en favor de unas ideas lleva a la santificación, pero en la confrontación bélica las vidas pierden sentido en una masa como un número, confundidos en una tumba desconocida y finalmente reparados por la memoria histórica. Resulta importante, pues, darle la vuelta a la vida ejemplar del martirio para no imponer bajo su nombre una pretendida ideología de la muerte y la resurrección. Resulta necesario, en cambio, dar nombre al anónimo, restituir a las personas que tuvieron que dar la vida por unas ideas de libertad y dignificarlas.

El trabajo de Espe Pons, fiel a esta ética, reconstruye la biografía de una persona cercana y que merece reparación, y poniendo los pies y los ojos del trípode en el suelo fotografía los lugares de su sacrificio (del arresto, tortura, juicio, ejecución y entierro). Lugares, además, comunes a centenares de miles de asesinatos por parte de las fuerzas militares nacionalistas españolas, y los lugares se singularizan en él y en ellos. A favor de una colectivización del sujeto y del sujeto anónimo.

Foto. Una de las fotos de la exposición, observada por visitantes.

VI

Bajo la luz del mar comienza en dos direcciones. Arriba en el cielo, el espacio no habitado, nublado, frío y la entrada de la luz del día. Abajo, el mar que delimita el aire por la intensidad de su abismo profundo. El aire y el agua que nos configuran y que por su inmensidad solo podemos abarcar y acercarnos a ellos desde el silencio. Somos luz. ¿Allí habita Tomás? Tomás solo habita en la esperanza de la memoria que es nuestro allí y desde la memoria, nos situamos en aquel momento.

Sabemos, en efecto, que Tomàs fue fusilado en el parapeto del Camp de la Bota, en 1941, a sus jóvenes treinta y un años, al igual que tantos otros condenados a muerte por la Dictadura del General Franco, el “liberador de la España de francomasones, separatistas y comunistas” Aquel sitio fue demolido en la nueva Barcelona que llegó con la democracia y las Olimpiadas del 92, y aquella pared sucumbió bajo el mar. De ahí el título Bajo la luz del mar . La serie también acaba de esta manera: con una apertura hacia el cielo, en un ángulo de árbol y aves como puntos suspensivos; en la página en blanco de una memoria borrada y recuperada de una fosa común; y en la memoria singularizada y en el arte como sujeto.

En medio, el tiempo del conflicto y del dolor. Una serie de fotografías aportan el marco histórico. El ángulo de la pared de la plaza de Sant Felip Neri, donde cayó una potente bomba en los bombardeos indiscriminados de la aviación fascista y donde murieron unos cincuenta niños y niñas de Madrid que habían sido acogidos allí para protegerlos de los horrores de la guerra. Permanecen los impactos en la roca barroca, igual que aún son visible las trincheras cavadas en un paisaje yermo y callado y su vacío. Resuenan allí las voces de los jóvenes defensores y defensoras de la República y de nuestras libertades. Iglesias dañadas, derrumbadas, sin culto, heridas para siempre. Un pasado que revivimos en la fotografía urbana, fragmentada, y cuando bajamos al refugio 307. Una fotografía de límites y de ahogo, donde la luz que parpadea dibuja la angustia y la tensión de tantos civiles que allí, en silencio, esperaban la decisión de la fatalidad, de la condena a que se veían sometidos por la incriminación fascista, por el mero hecho de ser un espacio libre.

Después, una única fotografía lo dice todo: unas escaleras que bajan a la oscuridad, a la noche negra, a la negación. Los que hemos bajado las escaleras de la comisaría de Via Laietana sabemos el efecto que provoca lo que se denomina «alteración del orden». Allí, Tomàs, como tantos otros en la lucha antifranquista que él retomó en cuanto se inició la Dictadura, fue apaleado y torturado hasta el extremo de la indignidad más baja.

Las fotografías de la cárcel son como palimpsestos de tantas otras imágenes que hemos visto en fotoreportajes. Es una serie que impacta, una vez más, por el horror de su silencio y la necesaria participación del espectador en todo aquello que se evoca. Una historia del pasado que nunca queda superada, porque todo está cerrado y vigilado en el nombre del fracaso de la historia y de la humanidad. De la multitud a la soledad.

Las cuatro esquinas o ángulos nos dejan en agonía. Estamos en el lugar de la locura extrema. No es un lugar para la reflexión, sino para lo contrario: la muerte. La muerte de la justicia.

Esta misma justicia es la que condena, la que, altiva, se sitúa por encima de los demás sin ánimo de libertad. Una superioridad de un sistema burocrático, farragoso en su propia normativa. Tomàs Pons lo sabe. Un fajo de declaraciones y de testimonios que no tienen otro objetivo que la condena, no la búsqueda de la verdad, ni las causas, ni los derechos. Unicamente la condena, la condena a muerte. Y en una fotografía , al lado de la firma del juez militar, medio borrada por el desenfoque del ojo, la firma clara y firme de nuestro hombre libre. Y con él, en el informe, los nombres tecleados de los demás compañeros de juicio, que reciben sentencia. Sentencias de condena a perpetuidad, sentencias a muerte.

Nada. Nada en absoluto. Y al final, tierra. Tierra y aire. La tierra de la pobredumbre de aquellos que buscaron la libertad anhelada y que el aire y la luz de la fotografía de Espe Pons hace para mantener una lucha condenada a ser resistencia y emoción pura. Esto es la eternidad, lo que sobrevive en la memoria de Tomàs Pons Albesa. Y este trabajo de Espe Pons repara la memoria de la lucha por la igualdad entre las personas, repara la técnica de fotografiar y narrar ante el falseamiento y manipulación de los condenados y condenadas en la historia, y repara la técnica fotográfica como pretendido valor de objetividad.

La vida negada del fascismo agita la conciencia artística contemporánea y nuestra ética.

-Presentación fotolibro ‘Sota la llum del mar’ de Espe Pons.

Centre Cultural – Llibreria Blanquerna de Madrid

24 de marzo/ 18.00h / C/ Alcalá, 44 Madrid.

Más referencias:

http://www.presos.org.es/index.php/2021/02/17/sota-la-llum-del-mar-homenaje-fotografico-de-espe-pons-a-un-revolucionario-tomas-pons-albesa-militante-clandestino-del-psuc-y-s-g-del-sri-asesinado-en-1941/

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