Total desasistencia médica, cacheos continuos, prepotencia carceleros, aislamiento, cero actividades… así son los primeros grados en las cárceles españolas.

Pancarta: «La Institució penitenciaria mata. Prou desatenció sanitària»

Muro de solidaridad y denuncias:

Así son los primeros grados penitenciarios. Lo cuentan los propios presos:

*Jorge López Vizcaíno: Denuncio públicamente el trato vejatorio e inhumano que se nos da en Murcia II. Me encuentro en el departamento de aislamiento, en la tercera galería, en primer grado (91.2). Tengo las dos manos rotas desde hace tres meses y no recibo atención médica. Nos obligan a tomar la medicación a la hora que ellos consideran para tenernos anestesiados y atontados. Sufro ataques cardiovasculares y por mucho que toque al timbre siempre me dicen que no hay médico, que como somos FIES tenemos menos derechos que los presos comunes. Llevo años pidiendo ayuda psicológica y esperando una operación en la garganta, pero nunca llega, nadie viene a vernos, nos tratan como basura. Cada dos por tres me trasladan de prisión, tengo una hija de 14 años y un hijo de 7 con los que estoy perdiendo el vínculo al alejarme de mi tierra, Valencia. Nos traen el rancho en plásticos (tupperwares), que ya han sido usados por otros presos, la comida es basura. Me registran todos los días cuerpo y ropa, así como la celda sin estar yo presente, rompiéndome zapatillas, sudaderas, pantalones… Llevo muchos años en prisión y cada vez es peor. Veo morir a compañeros en sus celdas simplemente porque se niegan a poner un médico las 24 horas del día. Cuando un compa amanece muerto o ahorcado, el mundo ni se entera, lo tapan todo y la realidad siempre supera la ficción, os lo digo, esto parece un campo de concentración. Aquí estamos, olvidados, desprotegidos, mientras la tele se dedica a mostrar módulos de segundo grado. ¿Pero qué pasa en aislamiento? ¿Por qué nadie se atreve a enseñar estas galerías para conocer la cruda realidad? Abuso de poder, 21 horas al día en la celda, sin material deportivo, sin actividades…

Dibujo. (en los ojos de un preso, rejas carcelarias)

*David García Concha: Departamento de aislamiento de Murcia. El cúmulo de injusticias vividas empieza a ser insoportable. Soportamos un ambiente super hostil, con constantes amenazas y provocaciones a mis compañeros y a mí, con chantajes para que no escriban y no se expresen con libertad, coaccionándoles con no darles el segundo grado o con mandarles de conducción, más lejos todavía de nuestros familiares. A mí… Retención de un peculio ingresado desde hace 1 año, retención de paquete con material deportivo… me lo retienen sin darme un resguardo para que los familiares lo puedan reclamar No tenemos asistencia médica en condiciones, llevo 38 días operado de los ligamentos cruzados y el menisco y están pasando de mí. Me quitaron las muletas, obligándome a apoyar la pierna, cuando la recomendación de los cirujanos fue que lo hiciera poco a poco, revisión a los cuarenta días y luego fisioterapeuta, pues nada de nada. Luego están los abusos de autoridad. Me han registrado la celda en dos ocasiones sin estar yo presente, tal y como dicen sus leyes. (…) No tenemos ningún tipo de actividad ni equipo técnico que nos atienda como seres humanos, en un despacho en vez de a través de los barrotes como si fuéramos animales. Lo que quieren es callarnos y anularnos para que no nos expresemos libremente. Esperan que nos dobleguemos ante este sistema carcelario y seamos conformistas. Pretenden buscarnos un sumario, inventándose lesiones para denunciarnos y cogerse la baja como es habitual entre ellos. Esto terminará con todos los compañeros de conducción, separándonos aún más de nuestras familias, probablemente con 91.3 y todos dispersados por no callarnos, con más años de cárcel o algún sumario, todo premeditado porque cuando hay unión entre los compañeros se inventan bandas o un supuesto motín, no soportan que nos apoyemos, quieren plena sumisión para doblegarnos como personas y pisotearnos.

Dibujo. (en el pie de un preso muerto «rehabilitado»)

*José Fernández Heredia: En primer lugar, tengo una hermana que estaba en prisión, en el C.P de Picassent, con un cáncer muy avanzado por lo que le han aplicado el artículo para que fallezca en casa. Yo estoy pidiendo un permiso extraordinario, estoy luchando para poder verla antes de que muera, pero ni el educador ni la trabajadora social me han hecho caso. En segundo lugar, pido los vis a vis los fines de semana para que mis hijos no falten al colegio por venir a verme, el caso es que no me lo aceptan, me piden un contrato de trabajo… No tenemos asistencia médica, nos apuntamos pero no hacen ni caso. He echado más de seis instancias al dentista. Hace poco me he tenido que quitar un diente y tengo más que se me mueven y que me tendré que sacar con riesgo de coger una infección por no quitármelos el dentista. Cuando pagamos un parte en aislamiento debería venir el médico a vernos por si necesitamos ayuda. Aquí no viene nadie. Luego los funcionarios no paran de chantajearme. Cachean los chabolos constantemente para ver si nos rebotamos pero no queremos entrar en su juego. También nos quitan tiempo de patio, 20 o 30 minutos de las 4 horas a las que tenemos derecho. Hay compañeros con problemas de salud graves. Uno tiene las dos manos rotas y en una de ellas un pólipo muy avanzado desde hace tres años, tendrían que operárselo pero no le han hecho ni placas. Además echa sangre por la boca, está pasándolo muy mal. Otro tiene mal el fémur de entrenar, no pude salir al patio porque casi no puede ni andar. Y tenemos a otro compañero que no le dejan en paz, registran su celda una y otra vez, hoy mismo han estado a punto de pegarle sin ninguna razón. Estamos todos en 91.2 pero parece que nos quieren meter en 91.3. Estamos intentando no entrar al trapo pero nos están haciendo la vida imposible y esto es inaguantable.

Dibuja (cadena atada a unas rejas)

*David Rojas Fernández, denuncio los abusos, intimidaciones, amenazas y malos tratos, pues me han puesto las manos encima, que sufrimos en esta prisión. Me han cacheado por sorpresa la celda, la reventaron y al no encontrar nada, al día siguiente me viene un parte acusándome de que con dos pilas y un cable quería fabricarme una petaca casera. Confundieron ‘pilas’ con dos botones de la T.V, cuando les enseñé el botón me quitaron el parte. Los registros se han repetido acompañados de intimidaciones. De vuelta a la celda me crucé con un compañero que evitó que me pegaran. Mientras él llamaba por teléfono, vinieron a coaccionarme e intimidarme y hoy les he pedido el número de placa. Como respuesta, han vuelto a reventarme el chabolo, me han puesto contra la pared y me han dicho que conmigo van a ir a rajatabla y que me aplicaban el artículo 72, por la cara. Me han rodeado, me han faltado al respeto poniéndome las manos en el pecho, en los hombros. Me están buscando para reventarme a palos, siempre es la misma guardia. He sido condenado a cumplir una condena de privación de libertad, no para que me maltraten y abusen de mi persona cada vez que les dé la gana. La atención sanitaria es pésima, por no decir que no la recibimos. Alargan la toma de metadona más allá de lo necesario… Tengo un varicocele en el testículo para operar hace tiempo pero con tanto cambio no hay manera. Cada vez que llego a una prisión nueva tengo que volver a empezar de nuevo con todas las pruebas y salidas al hospital. En este ni me han sacado al especialista ni me dicen nada al respecto. Además tengo un cristal clavado en la mano izquierda, lo mismo, ni caso. Nos hacen tomar la medicación a la hora de la cena, a las 19 horas, así que a las 20 horas estamos todos dormidos y a las 2 o 3 de la madrugada despiertos como buhos. Cuando tenemos que pagar aislamiento en celda, el médico debería venir a vernos todos los días, nunca aparece. Las consultas nos las pasan a través de la cancela del chabolo, en presencia de los funcionarios, sin privacidad, disponiendo aislamiento de una sala para consultas médicas. Hace mes y medio un tipo le prendió fuego a la celda y nos dejaron unos 15 minutos inhalando humo y ahogándonos, pero claro, estas cosas nunca salen en las noticias, se quedan entre los muros. La comida es una basura, nos la sirven en plásticos que han usado antes otros internos. Por último, hay salas habilitadas pero están todas cerradas. Por ejemplo, la semana pasada no paró de llover y hacía frío, así que tuvimos que resguardarnos bajo una marquesina y las salas ahí, muertas de risa. En el patio no hay sillas ni mesas, si quieres almorzar te lo tienes que preparar en el suelo…

Testimonios completos:

http://tokata.info/destructividad-del-primer-gardo-de-tratamiento-cuatro-testimonios-de-personas-que-estan-sufriendo-el-regimen-de-castigo/

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