Crónica de la entrañable despedida a Carliños Cela Seoane por parte de más de 500 personas en A Coruña.

Pancarta y flores homenaje a Carlos Cela.

Despedida a Carlos Cela Seoane:

Carliños, neno, compita,

Déixate levar polos ventos

do pobo, meu irmán

ca eles che van levar

á terra do pan e das rosas

ca que mamá,ti e máis eu

soñamos tantas veces.

Neno, búscanos no sono

Ímoste encontrar,

os catro imos pasear

polas anchas alamedas

da liberdade.

Era el 30 abril. Estábamos en el tanatorio de Coruña despidiendo a Carliños. Y así se despedía Paco, rematando su intervención puño en alto. Es difícil describir toda la emoción acumulada en la sala y fuera de ella, pues éramos tantos que no todos pudieron acceder ni escuchar las palabras de quienes, en nombre de todos los que estábamos y los que no podían estar, hablaron en dicho acto. Es muy difícil también decir cuánta gente pasó ese día por el tanatorio para estar con Pepita, Suso y Paco en la despedida de Carlos. Lo que sí podemos decir es que en ese último acto nos reunimos alrededor de 500 personas. Y, también, que durante los quince días de su estancia en el hospital, mañana y tarde, a las doce y a las cinco de la tarde, en los escasos minutos en que se podía visitar a Carliños, entre 20 y 30 personas se reunieron cada día con Pepita y Suso, para estar con ellos, para estar con Carlos.

Hablaron un militante de Ceivar, una moza antifascista de Vigo, el expreso político Marcos Regueira, una representante de la peña del Faluya y Paco, nuestro querido Paco, que acababa de ser puesto en libertad. Y hubo canciones de Silvio Rodríguez, que tanto le gustaban a Carlos. También hubo muchas lágrimas de emoción de jóvenes y menos jóvenes. Todos coincidieron en lo mismo: la humanidad de Carlos, su eterna sonrisa y su solidaridad con sus hermanos presos y con todos los presos políticos.

Al finalizar el acto, se recogieron las coronas y ramos de flores llegados de todos los puntos del Estado y se llevaron a las puertas del Faluya, donde se celebró otro acto improvisado. Allí había desplegada una pancarta destacando su carácter antifascista, que pudo ver durante días toda la gente que pasaba por allí.

Pepita, Suso, Paco, como dijo Nerea en su intervención, “a solidariedade nunca perde a memoria e por iso estamos todos aquí”.

Carlos siempre estará con todos nosotros.

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