La Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura.

Logo de la AIDC. Una espiga de trigo sobre una estrella 5 puntas.

1931-1939. Pluma pincel palabra. Al servicio de la cultura popular

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La Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura

Esta organización fue creada en mayo de 1935, como Sección de la Asociación Internacional de los Escritores para la Defensa de la Cultura. Poco tiempo después estalló la guerra y se puso al servicio de la misma.

La Alianza editaba boletines y diversas publicaciones. La primera, Milicia Popular, salió a la luz el 30 de septiembre de 1936. Sin embargo la más importante fue El Mono Azul.

La labor de la Alianza fue múltiple y diversa. Dieron conferencias en salas de espectáculos y agrupaciones. Hicieron propaganda de la revolución en el extranjero, recopilaron un copioso archivo para la Historia de la Revolución. Salieron a los pueblos y frentes en camiones, y provistos de altavoces, pronuncian breves discursos y arengas para mantener en los campesinos y en los combatientes el espíritu de lucha y resistencia.

Dibujantes y pintores realizaron gráficos y carteles, que se fijaron en las paredes de los pueblos amenazados. Maroto, Miguel Prieto, Juan Antonio Morales, Souto y otros son quienes tuvieron a su cargo la Sección de Artes Plásticas.

En Nueva Escena trabajaba en cooperativa una compañía de teatro de la Alianza. Su repertorio consistía en dramas y farsas en un acto: La llave, de Ramón J. Sender; Al amanecer, de Rafael Dieste y Los salvadores de España, de Rafael Alberti.

Uno de los trabajos más importantes de la Alianza fue la evacuación del tesoro artístico del Monasterio de El Escorial, llevada a cabo de acuerdo con la Junta de Incautaciones.

Reunión de la AIADC.

Asimismo, la Alianza trabajó por la reforma de la enseñanza musical. Su plan suprimió los Conservatorios y creó la Escuela Nacional de Música y la Orquesta Nacional. Bacarisse, Carlos Palacio, Espinosa, Casal, Chapí y otros escribieron himnos y canciones revolucionarias, que se dieron a conocer por los campos de combate por medio del Altavoz del Frente. La Alianza editó también películas de corto metraje, de propaganda. Estas películas eran proyectadas en los frentes, en los cuarteles, en las agrupaciones…

La Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura realizó una considerable labor de propaganda.

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