En Asturies, a comienzos del S. XX, el 20% trabajadores eran menores de edad / Canarias: Democracia de fosa / El general nazi que blanqueó su fortuna haciendo cine en la España de Franco.

Foto histórica. Guajes mineros.

Memoria histórica imprescindible:

-Homenajea a los guajes, los niños mineros asturianos

En los años de mayor esplendor de la minería asturiana, a comienzos del siglo XX, casi el 20% de los trabajadores de los pozos eran menores de edad.

Las fábricas y las minas europeas fueron durante las primeras décadas de la revolución industrial algo así como el Salvaje Oeste recién conquistado: no había normas ni límites en aquel festín de producción y enriquecimiento acelerado. La faz de la tierra y el carácter de las sociedades cambió absoluta e irreversiblemente en cuestión de años, pero suele omitirse el paisaje de fondo de aquella gran transformación. Un panorama dickensiano, de nieblas tóxicas, ríos de agua negra y niños enclenques cubiertos de hollín. En Asturias fueron los washers, los limpiadores de carbón, un término inglés ahormado por el habla popular hasta derivar en el emblemático “guaje”.

La Universidad de Oviedo ha querido homenajear en uno de sus espacios más nobles-la parte alta del claustro del edificio histórico-a esos niños enclenques y cubiertos de hollín que trabajaron por miles y durante décadas en las minas de la región. Hasta el 3 de mayo se pudo visitar la exposición fotográfica “Guajes mineros”, elaborada por la Fundación Obra Social del Montepío de la Minería Asturiana y Asociación Plena Inclusión Asturias.

https://www.nortes.me/2023/04/26/la-universidad-de-oviedo-homenajea-a-los-guajes-los-ninos-mineros-asturianos/

El falangista Eufemiano pone medalla.

-Democracia de fosa.

«(…) Juanillo Pérez «El Lapa», y yo, le ayudábamos al sepulturero del cementerio de Las Palmas cuando había mucho trabajo, sobre todo desde que en agosto del 36 fusilaron al diputado Eduardo Suárez y al farmacéutico de Agaete, delegado gubernativo en el Norte de Gran Canaria, Fernando Egea.

A partir de ahí fue un escándalo, decenas de fusilamientos diarios, entonces Pepito nos pidió ayuda porque éramos amigos de su hijo Pedro.

Cuando yo vi aquello las piernas me temblaron, no daba pie con bola, llegaban camiones llenos de hombres acribillados a balazos, cada camión dejaba un reguero de sangre, desde el campo de tiro de La Isleta hasta Vegueta, atravesando toda la ciudad.

Entraban al campo santo por la puerta Sur, cuando todavía no había muro como ahora, afuera las familias era terrible, daban ganas de llorar, mujeres subidas en las lomas buscando a sus maridos, a sus hijos, a sus hermanos, los llantos hacían temblar el campo santo, luego los guardias civiles rodeando el cementerio armados hasta los dientes, aquellos fueron los peores años de mi vida, estuvimos ayudando a Pepito desde agosto del 36 a diciembre del 37, luego pude con la excusa de la enfermedad de mi madre no ir más, pero me costó porque nos amenazaban los falangistas si dejábamos cualquier día de ir.

No era fácil acostumbrarse a aquello, ver tantos hombres jóvenes, muchachos fuertes, trabajadores, también militares y oficiales que resistieron el golpe fascista en Sidi Ifni fueron allí enterrados, los de San Lorenzo, los de La Isleta, los de Telde, los de Arenales, los de San Juan y San Roque y muchos más que mi vieja memoria ya no recuerda.

Si me acuerdo de sus caras, de sus cuerpos destrozados, de sus miradas sin vida, de su juventud, de sus ropas humildes, de aquel olor que inundaba media ciudad, de los curas que iban a pie de fosa, el de San José, un tal Padre Lamela, que tenía la costumbre de reírse de los muertos, bromeaba con los falanges y con otros sacerdotes como don Juan de Telde, el que pegaba tiros de gracia en los fusilamientos o echaba una mano en las ejecuciones en La Marfea y la Sima Jinámar, don Federico Díaz Bertrana, párroco de la catedral, don Ignacio Vega Guerra secretario del obispo, y varios más que iban allí a gozarse los enterramientos.

Lamela se reía, nosotros creíamos que estaba encacarinado de ron, se burlaba de los ojos abiertos de los muertos, de como caían en la fosa, de si se les veía el culo o sus partes, de que si eran maricones rojos, de que si estaban mejor muertos, a mi me daban muchas ganas de ir a por él con un sacho y arrancarle la cabeza de cuajo.

Allí están todos todavía en esas fosas de mierda, todos enterraditos unos sobre otros como animalitos, lo mejor de esta tierra, lo más grande que ha tenido nuestro pueblo…»

Testimonio de Esteban Santana García, vecino del barrio de San Roque entre los años 1920-1944, ayudante ocasional del sepulturero del cementerio de Vegueta y maestro albañil.

Entrevista publicada en el libro de Francisco González, “Fragmentos de rebelión” (2021).

Imagen: El jefe provincial de Falange de la provincia de Las Palmas, Eufemiano Fuentes, condecorando a un jugador de la UD siendo presidente de dicho club.

Logo de la compañía, y fotos de varias de sus películas.

-El general nazi que blanqueó su fortuna haciendo cine en la España de Franco.

Santiago Aguilar investiga y descubre la figura de Johannes Bernhardt en ‘Sagitario Films; oro nazi para el cine español’, una publicación que ha merecido el premio Muñoz Suay de la Academia de Cine.

Tras Sagitario Films se encontraba realmente un general nazi que blanqueó el dinero ganado durante la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial haciendo negocios desde España. Una figura conocida en todos los círculos del franquismo y que hasta presumía de que Franco le había regalado un cuadro de El Greco.

Su nombre es Johannes Bernhardt, y su historia la ha investigado hasta el último resquicio Santiago Aguilar. Una investigación que ha publicado la editorial Shangrila.

El jurado destacó “el rigor en la investigación de una empresa y de un productor hasta ahora no suficientemente estudiado y que, en cambio, es muy significativo del contexto histórico de una época y de las relaciones entre el franquismo y la Alemania nazi”.

El libro bucea en documentos desclasificados de la CIA, archivos argentinos y en todo lo publicado para descubrir quién era realmente Bernhardt y ahondar en cómo hizo su dinero. Su fortuna se fragua durante la Guerra Civil, donde actúa de intermediario de Franco ante Hitler. Tras la victoria franquista, y ante el dinero que debía España a Alemania por su apoyo en la contienda, se queda en el país para mediar en todas las exportaciones de materias primas –incluido el wolframio, conocido como oro negro– durante la Segunda Guerra Mundial. Llegó a ser uno de los nazis más buscados tras la Guerra Mundial, y finalmente huyó a Argentina (supuestamente con su cuadro de El Greco bajo el brazo), pero antes fundó, mediante testaferros, la empresa Sagitario Films, con la que blanqueó el oro nazi.

«Este productor se llamaba Bernhardt y estaba muy relacionado con el partido nazi; y por lo visto tenía que justificar su permanencia en España, o había un capital aquí que había que desbloquear».

Fernando Fernán Gómez – Actor y director de cine.

https://www.eldiario.es/cultura/cine/general-nazi-blanqueo-fortuna-haciendo-cine-espana-franco_1_10150674.html?goal=0_10e11ebad6-2cc7f73ec1-64733153&mc_cid=2cc7f73ec1&mc_eid=741781b133

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