Presentación de la agenda 2023 «Luchas obreras rescatadas del olvido».

Portada agenda 2023.

Agenda SRI 2023.

Luchas obreras rescatadas del olvido.

Presentación:

El capitalismo agonizante está golpeando con toda su furia a los obreros de todo el mundo, imponiéndonos unas condiciones de trabajo y de vida que bien recuerdan a la primera fase de desarrollo de este modo de producción. Hoy, articular un movimiento obrero organizado e independiente se ha convertido en la principal tarea del proletariado internacional. Es una realidad que nuestra clase hace ya tiempo que se encuentra mayoritariamente desorientada y desorganizada, aunque también es cierto que esta situación necesariamente ha de cambiar, sino está comenzando a cambiar ya. Pero… ¿cómo hemos llegado a este punto? Para responder a esta pregunta es fundamental tratar de buscar las verdaderas causas, analizando el recorrido del movimiento obrero. En este sentido, nuestra intención con esta agenda es aportar un granito de arena en forma de memoria histórica, relatando algunas de las grandes luchas obreras que se han dado a lo largo y ancho del planeta desde el siglo XIX.

En el plano general, esta recopilación evidencia algo muy importante: el desarrollo del movimiento obrero y sus luchas no ha sido lineal. Al contrario, podemos observar diferentes fases o etapas que, desde las más lejanas en el tiempo a las más cercanas, parecen haber dibujado un círculo, llevándonos al punto de partida. En las luchas que la clase obrera está emprendiendo en nuestra época encontraremos muchos elementos compartidos con las que protagonizaron los trabajadores en los albores del capitalismo. Muchas de las conquistas que se alcanzaron entonces las hemos ido perdiendo paulatinamente. Entre un punto y otro median décadas de desarrollo imperialista del capitalismo, revoluciones victoriosas, retrocesos, fascismo y traición revisionista. Sin embargo, ahora contamos con la experiencia acumulada necesaria para proseguir el camino de la lucha obrera sobre unas bases organizativas más sólidas y una perspectiva política revolucionaria.

La primera de estas etapas del movimiento obrero avanza a lo largo del siglo XIX en torno a unas reivindicaciones muy definidas, como la reducción de la jornada laboral y los ritmos de trabajo o la libertad sindical. Son los tiempos de la consolidación del sistema capitalista, los grandes sindicatos de masas y las batallas a vida o muerte entre la clase obrera y la burguesía industrial. En estas décadas, destaca la creciente conciencia de clase y la voluntad de los obreros de afirmarse como tal en la lucha de clases, que se ejemplifica en multitud de conflictos en los que la solidaridad y la unidad aparecen como las principales herramientas de lucha. La bandera de las 8 horas sin reducción de salario unificó al movimiento obrero, conformando un ejército proletario internacional que cerraba fábricas y bloqueaba ciudades enteras en huelgas incontrolables. La bandera roja y las ideas anarquistas y socialistas de la Asociación Internacional de Trabajadores se extienden como la pólvora. Uno de los casos más paradigmáticos lo encontramos en la Revuelta de Haymarket en Chicago (1886), cuyo desenlace trágico dio lugar a la celebración del Primero de Mayo.

La llegada del siglo XX coincide con el inicio de la fase imperialista del capitalismo. Entramos de lleno en el dominio de los monopolios y la guerra imperialista, pero también en la época de la revolución proletaria. El movimiento obrero sufrirá un cisma entre aquellos sectores con una estrategia nítidamente reformista y los que denuncian esta maniobra como una traición y defienden la vía revolucionaria. La Revolución de Octubre sería la confirmación de la brecha entre la socialdemocracia y el comunismo, inspirando el curso de las luchas obreras. La dirección de los partidos socialdemócratas de masas de la Segunda Internacional apostaba por su integración en el capitalismo y los obreros revolucionarios formaron partidos comunistas siguiendo las tesis leninistas y emulando al partido bolchevique. En la mayoría de países avanzados la lucha por mejoras económicas se fundía con la lucha política por la toma del poder y las huelgas de masas acontecían bajo claros horizontes revolucionarios. Es el caso del Biennio Rosso en Italia (1919-1920) o la Revuelta Espartaquista en Alemania (1919). La contrarrevolución imperialista dejará atrás la época de la democracia burguesa y dará lugar a la proliferación de regímenes fascistas. Esta etapa se va a extender hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, cuando la derrota del nazismo en la II Guerra Mundial incrementaría la moral de combate del proletariado internacional y el prestigio del socialismo.

Sin embargo, la traición revisionista en la URSS y en la mayor parte de los partidos comunistas creó unas nuevas -y perjudiciales- condiciones para el desarrollo del movimiento obrero. La labor de zapa revisionista facilitó entonces la culminación de la integración de los sindicatos en el Estado capitalista, desarmando a los obreros con el respeto a la legalidad burguesa, entregando a los jefes del proletariado a las fuerzas represivas y abandonando la lucha revolucionaria. Este proceso tendrá una relevancia esencial para entender las luchas obreras desde ese momento: en la práctica ha supuesto numerosas derrotas y ha contribuido directamente a la desorganización y la desmoralización que llegan hasta nuestros días. No obstante, la parte más avanzada del proletariado supo recomponerse de la traición, incorporando nuevas formas de lucha que recuperan la independencia organizativa y se enfrentan abiertamente al sindicalismo burócrata y reconciliador, especialmente a partir de las décadas de 1960 y 1970 (Italia, Francia, España…). Poco a poco, los revisionistas y sus secuaces de todo pelaje han tenido que enfrentarse al rechazo de una parte importante de los trabajadores. En muchos conflictos, los obreros han sabido identificar a las centrales sindicales como los colaboradores necesarios del desmantelamiento de la industria y las políticas de hambre y miseria. A pesar de honrosas excepciones, el poso ideológico del revisionismo y el reformismo ha dominado el carácter general de las luchas obreras de esta etapa, sobre todo en lo que respecta a los países imperialistas, con el consiguiente retroceso en derechos.

Desde hace varias décadas, el proletariado internacional ha virado su peso cuantitativo y cualitativo desde los viejos países imperialistas a aquellos que permanecían dependientes de estos. Millones de obreros se han incorporado en masa a la gran industria bajo unas condiciones de sobreexplotación similares a las soportadas por los obreros del siglo XIX. Asia, Latinoamérica, África… Un joven y vigoroso proletariado se organiza en las macro-fábricas de medio mundo y entrega su carta de presentación en la lucha de clases internacional: huelgas salvajes de miles de obreros, formas de organización independientes, protagonismo creciente de la mujer obrera. Las industrias maquiladoras, los gigantes tecnológicos o la extracción de minerales están siendo testigos de un renovado movimiento obrero que lucha, otra vez, por la jornada laboral de 8 horas, por unas mejores condiciones salariales y por el derecho a huelga.

En las páginas de esta agenda se intenta dar fe del testimonio de sangre y sacrificio de nuestra clase, a modo de pequeño homenaje a los millones de trabajadores que han dejado -y siguen dejando- su vida en la lucha contra el capital. Pero para nosotros la memoria histórica del movimiento obrero ha de servir, principalmente, para que el legado de los que nos precedieron esté muy presente en las grandes batallas de la lucha de clases que todavía están por venir.

Contraportada de la agenda.

*Queremos advertir que el lector encontrará grandes ausencias:

No aparecen luchas en el Estado español, tampoco en Rusia. En el primer caso, por ser más conocidas por todos nosotros, hemos decidido emplear ese espacio para poder narrar las luchas de otros países. En el segundo, por su trascendencia revolucionaria, se nos permitirá que nos dirijamos a una referencia bibliográfica muy concreta que sintetiza perfectamente el desarrollo del movimiento obrero ruso: la Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS. Tampoco aparecen, excepto raras excepciones, las luchas obreras que pudieron tener lugar en los países coloniales durante buena parte del siglo XX. Las luchas de liberación nacional predominaban sobre cualquier otro tipo de luchas.

*Disponible en el catálogo de materiales y los domingos a la mañana en el puesto en Tirso de Molina.

3 comentarios sobre “Presentación de la agenda 2023 «Luchas obreras rescatadas del olvido».

  1. Antonio Contestar

    Lo sé, digo poder compartir desde aquí por ejemplo está noticia de la Agenda (magnífica por cierto) con algún enlace

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