¿Opera el reino de España como una organización criminal? El tufo criminal del Estado llega hasta el Presidente del Gobierno y se traslada al plano internacional. Por Andreu García Ribera.

Texto artículo.

Muro de solidaridad y denuncias.

Guerra sucia:

-¿Opera el reino de España como una organización criminal? El tufo criminal del Estado llega hasta el Presidente del Gobierno y se traslada al plano internacional.

A. García Ribera.

El que fuera jefe de la policía española en Cataluña Narcís Ortega ha presentado una denuncia contra el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y la exsecretaria general del P.P. Mª Dolores de Cospedal. La fiscalía de Barcelona ha remitido la denuncia a Madrid por considerar que tiene la competencia territorial y aprecia indicios de la comisión de delitos de organización criminal, prevaricación, malversación y revelación de secretos. La investigación se fundamenta en los audios del comisario Villarejo, también denunciado al igual que el que fuera secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.

Si los aparatos de seguridad del estado se conciertan con políticos y medios informativos para difundir mentiras a sabiendas y fabricar acusaciones mendaces. Si lo hacen además al más alto nivel policial y político y la fiscalía observa indicios de organización criminal habrá que convenir que el Estado se comporta a veces como una organización criminal y esta vez la tipificación delictiva no viene de la denuncia de un CDR, en cuyo caso sería descalificada inmediatamente sin investigación, ahora viene del que fuera el máximo responsable de la policía española en Cataluña.

El tufo criminal llega hasta el Presidente del Gobierno y se traslada al plano internacional. La jueza andorrana Stephanie García ha admitido a trámite una querella contra Mariano Rajoy, Cristóbal Montoro, Jorge Fernández Díaz y toda la cúpula de la “policía patriótica” por coacciones a altos cargos de la Banca Privada Andorrana para obtener informaciones confidenciales de personas relacionadas con el independentismo catalán. El auto de admisión de la jueza andorrana habla de “presuntas extorsiones, coacciones y chantaje realizado desde el año 2014 por agentes de la policía española, a responsables de la entidad bancaria andorrana BPA”.

Dibujo. Poderosos ante ciudad destruida.

El 2014 se dio el pistoletazo de salida a la “Operación Catalunya» en la que se entremezclaron las cloacas del Estado policiales, políticas y periodísticas. Cada vez que el procés formulaba propuestas de carácter soberanista, aparecían en los medios de comunicación informes sin firma ni sello elaborados por la «policía patriótica” en un anticipo de lo que fue luego la conducta de Antonio Ferreras en la Sexta, Villarejo, el pesudoperiodista Inda y el “principe de la tinieblas” Mauricio Casals presidente de “La Razón» y adjunto a la presidencia de Atresmedia, en la difamación y calumnia contra los dirigentes de Podemos.

En el caso Kitchen también se investiga la utilización por parte del Partido Popular de la policía para borrar las huellas de su corrupción, pero parece que la Audiencia Nacional no quiere investigar en un único proceso el manejo de la policía en operaciones ilícitas encubiertas, sea el caso Kitchen o sea la “operación Catalunya”. Lo que tiene reproche penal en Madrid no lo tiene en Catalunya, el magistrado García Castellón defiende la legalidad de la actuación de Villarejo contra el procés” porque consistía en captar “información sobre corrupción”. Al parecer no sólo hay «policías patrióticos” también hay jueces con tan alto sentido de la patria española que lo anteponen a la tutela de derechos y libertades.

En abril de este año un artículo en un periódico norteamericano destapó un informe de Citizen Lab en el que se denuncia que más de 60 independentistas catalanes fueron espiados a través del software Pegasus. Un sistema de espionaje de alto nivel tecnológico comprado por el Estado español a una empresa israelí ligada al Mossad y que sólo vende su sistema a Estados.

Una semana después de negar el gobierno español cualquier intervención o conocimiento sobre el espionaje, la ministra de Defensa Margarita Robles con su habitual ineptitud, contestó a una interpelación sobre esta cuestión a la diputada de la CUP Mireia Vehí, «¿Qué tiene que hacer un Estado, un Gobierno, cuando alguien vulnera la Constitución, cuando alguien declara la independencia, corta las vías públicas, cuando realiza desórdenes públicos, cuando alguien está teniendo relaciones con dirigentes políticos de un país que está invadiendo Ucrania?

A confesión de parte relevo de pruebas. Se trata de un reconocimiento pleno de que no sólo tenían conocimiento del espionaje sino que intervinieron activamente en el mismo.

Mientras tanto, M. Rajoy será citado a declarar ante la justicia andorrana para responder por las coacciones contra BPA y se espera que en este proceso según la prensa andorrana se despeje la X de la “Operación Catalunya”. Expresión que me hace recordar otro Mister X organizador de más de 23 asesinatos con las siglas GAL y la más que evidente implicación de los aparatos del Estado. Dos X, dos presidentes de gobierno y dos descensos paralelos a las cloacas del Estado. Tales semejanzas y reiteración en el tiempo me llevan al pensamiento de que quizás más que hablar de las cloacas del Estado deberíamos aceptar que este Estado en su misma esencia es una inmensa cloaca.

A la pregunta que encabeza este artículo que cada lector de la respuesta que su conocimiento y experiencia le dicten. En lo que a mi toca me conformo con repetir con José Bergamín que desde luego «mi mundo no es de este reino».

Publicado en la revista «El Otro País», nº 103. Sep-Oct 2022.

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