Ha fallecido Jon Odriozola Gómez, ex-represaliado político, periodista mordaz, siempre solidario. Jon, agur eta ohore.

«Jon Odriozola Gómez… y lloró la Republicana.

Y lloró la Republicana…

-Ha fallecido Jon Odriozola, pluma cáustica, siempre solidario.

Ayer 22 de septiembre falleció en Bergara el periodista, escritor y compañero Jon Odriozola Gómez, a los 66 años de edad y tras enfrentarse a un cáncer. Fue represaliado en 1977 por militancia en la ODEA y en el PCE(r) de Bizkaia. Escritor mordaz, periodista que no se casaba ni con dios, pero siempre fiel a su sentir comunista, llevaba unos años bastante enfermo.

Su despedida será el sábado 24 de septiembre en el Tanatorio de Bergara (Gipuzkoa), a las 19 horas.

Foto. Jon Odriozola. Diciembre de 2007.

Un abrazo a su compañera Maite de parte del SRI.

Jon beti gogoan. Agur eta ohore.

Todo lo que nos has hecho reír y pensar, queda de semilla.

Foto. Jon 2021.

4 comentarios sobre “Ha fallecido Jon Odriozola Gómez, ex-represaliado político, periodista mordaz, siempre solidario. Jon, agur eta ohore.

  1. Templano el Acero Contestar

    Tenemos que lamentar el deceso de Jon Odriozola, comunista ejemplar vasco, colaboró con sus ácidas columnas en EGIN y GARA, discutió con tirios y troyanos, lo llamaron unos españolista y otros terrorista pero el prefería el Atleti de bilbao y el pacharán navarro. Tuvimos el gran honor de recibir un par de colaboraciones suyas con el libro «LA GRAN CONSPIRACIÓN CONTRA RUSIA» y otro de su gran amigo Juamma Olarieta, «Las leyes de represión contra los anarquistas en el s. XIX».
    Su cultura era espectacular sobre todo en la teoría y literatura comunista pero no solo.
    Este sábado será su funeral en Bergara. Goian Bego!!!

  2. A Jon Odriozola Contestar

    A JON ODRIOZOLA in memoriam:
    COMUNISTAS
    A Fina García Aranburu
    Decía José Bergamín que, con los comunistas, hasta la muerte, pero ni un paso más. El birlibirloquesco don Pepe Bergamín, que no era un futbolista, era católico y más gongorino y quevedesco -una amalgama inmiscible- que apostólico y romano. Quiera su Dios que lo tenga en el cielo -como a los futbolistas- y no en el infierno que es adonde van los comunistas. Me refiero a los comunistas de verdad -incurriendo, tal vez, en una «petición de principio»- y no a los de mentirijillas. Y, en especial, a los revolucionarios profesionales -Lenin dixit- que dan todo por la causa obrera arriesgando la vida y sabedores de que sufrirán tortura (aunque no hace falta que seas comunista para pasar este trance), cárcel, exilio y, no pocas veces, la incomprensión de sus seres más queridos y allegados. Hablo de comunistas que todavía piensan en hacer o, mejor dicho, organizar la Revolución (iba a decir «como Dios manda» pero me entró risión). Son «ortodoxos» (opinión recta, en griego), palabra desprestigiada por gente que se la pasa «revisando» todo sin dar un palo al agua en la vida (la praxis consiste en dar palos al agua), en estos tiempos que, lo siento, siguen siendo modernos pues que, ¿quién se acuerda ya de la «posmodernidad», esa «futura antigualla» que dijera y vaticinara A. Sastre ya en los 80?

    Tranquilícese el lector: no me volví tarado. Quiero decir que no me hice comunista (¿escuchó bien, señor juez?). Me gustaría serlo pero ni tengo fondo ni estoy en forma. De joven supuse que lo fui: bah,un sarampión. Ahora soy un hombre de bien, cabal. Para ser comunista, o sea, insisto, de los de verdad y no de los que intercambian cromos y puestecillos en el patio del colegio institucional, hay que renunciar a todo menos a la dignidad. Y eso es duro. Mucho. La almohada, cuando quieres ahogar la (mala) conciencia, y la consultas, sabe de esto. La dignidad es un bien inmaterial. No es como comer chicharos (así llaman los sevillanos a las alubias) u otros hedonismos groseros y antiepicú- reos: esto, concedamos, puede llamarse felicidad a ratos, pero no dignidad. Esta última es algo que, bajo el estiércol que es el capitalismo, te tienes que «comer» (=tragar) si quieres sobrevivir y simular que te va bonito. El precio de la felicidad-basura es la indignidad. Me pongo apocalíptico pero la almohada, impertinente, me exige.

    Los comunistas son perdedores más por naturaleza (el capitalismo es un fenómeno «natural» como saben los socialdemócratas de medio pelo) que por convicción. Hasta el día menos pensado, claro. Les dicen que son cuatro gatos (Picasso fue un gato, por cierto) y les hablan de lo jurásico de su utopía y no reniegan de su herejía a sabiendas de lo que les espera. Hay algo masoquista en ellos. Salvo que se arrepientan y se vuelvan conversos y no relapsos. Es entonces que podrán defender sus ideas siempre que no se les ocurra llevarlas a la práctica, por supuesto. No entiendo por qué el Estado (de Derecho) los teme tanto si son cuatro y no representan ningún peligro para la «sociedad». ¿Quizá si fueran «cinco» habría que ir al estado de excepción? Los comunistas, qué curiosa especie…
    https://baserrigorri.blogspot.com/2022/09/comunistas-jon-odriozola-in-memoriam.html

  3. E Contestar

    Le conocí en 1989 en una comida de recibimiento a un preso político. Me tocó enfrente. Aluciné en colores, pues a preguntas de alguien que le conocía versó sobre un tema, y en quince minutos jamás había oído tan exposición irónica, datada, contundente y ‘divertida’ -por las coletillas que añadía- como la que Jon le dio al tema en cuestión. Desde entonces le seguía en sus escritos, colaboraciones, ‘tocadas de cojones’, y demostración de su amplísimo conocimiento en numerosos terrenos, siempre desde un respeto casi genético por el comunismo más combativo y consecuente.
    Nos hicimos amigos. Recuerdo en concreto dos comidas en comandita, de las que es muy difícil olvidarse. Era estar con un verdadero intelectual, de los de talla XXL, con unos conocimientos fuera de lo habitual. Comentando libros, pasajes de la historia, anécdotas de troncharte… Ya estaba enfermo en aquel entonces. Pero lo que de él me venía, por otros muy cercanos, era que seguía como siempre, con libros que parece que sólo leía él, dándole ironía a la lucha, y contundencia al humor. Jodido, pero Jon. Ahora se ha ido, bien temprano para lo que podía haber seguido aportando. Quedas grabado en el corazón.

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