Urgente: Marcos Martín Ponce denuncia desde ‘Penados’ de Picassent la terrible situación médica que sufre la presa política antifascista Mª Jose Baños Andujar.

Fotos de Marcos Martín y de Mº José Baños.

Cartas desde prisión:

Marcos Martín Ponce

Picassent, -9 de mayo de 2020-

Queridos camaradas!

Hoy os escribo con noticias talegueras. Me han cambiado a “penados”. El Jefe de Servicios me dijo que el motivo se debe a que había mantenido una comunicación epistolar irregular. La cuestión es que yo aprovechaba que un chaval en mi módulo se carteaba con un amiguete mío anarquista que está en “penados” y yo aprovechaba para darle una carta mía y que se la mandara en el sobre. En realidad, no hacía esto para evitar que leyeran lo que escribo en mis cartas, pues mi opinión política es de sobra conocida por la administración penitenciaria, judicial y policial. Lo hacía porque algunas cartas entre nosotros “desaparecían” por el camino, con lo que el contacto quedaba cortado durante meses, incrementando el aislamiento epistolar. Bueno esto es algo habitual y sufrido por todos los presos políticos, así es que tampoco le voy a dar más importancia de la que tiene. Lo único, es que mis comunicaciones con Marijo se van a ver deterioradas, lo que dará lugar a que centre mi actividad en recuperar esa “normalidad”; llamaré al abogado y empezaremos a preparar quejas para que, tan pronto se levanten las restricciones por el covid-19 y empiecen a denegarnos las comunicaciones a las que tenemos derecho, poder recuperarlas. En fin, como os decía, estas son cosas comunes talegueras.

Cartel situación Mari Jose Baños.

Lo más importante y preocupante son las repetidas (porque no son en absoluto nuevas), negligencias médicas que están poniendo, una vez más, en riesgo la vida de Marijo. Ya había denunciado (ya que su estado de salud impide a la camarada hacerlo por sí misma) las negligencias médicas que provocaron que Marijo padeciera, durante dos largos años, vómitos y desorden intestinal. Quiero recordar, brevemente, que esto vino causado porque la suministraron un ansiolítico que era extremadamente contraindicado con la medicación que ella toma para el VIH. También quiero recordar que la mayoría de las veces que pide ser atendida por el médico o especialista, o bien es ignorada, o la cita se retrasa semanas (o meses) y cuando por fin es atendida, se le quita o resta importancia a sus dolencias, se ignora la evidencia de los síntomas… lo que conduce a un pobre o nulo diagnóstico (que cambia y a veces se contradice, cada vez que consigue que la vea otro médico), y a que anden recetándola cosas que el siguiente médico las retira y pone otras, que, en definitiva, nunca terminan de aplacar sus dolencias. La medicación recetada se retrasa días e incluso semanas en llegar, por lo que los efectos son nulos o insignificantes. Otras veces, como en esta última ocasión, después de estar semanas reclamando la medicación, le dicen que esa medicación está agotada, que si quiere ¡¡que se la compre en el demandadero!!

De las negligencias médicas que ya denunciamos en su momento, Marijo perdió tanto peso que ya no es posible afirmar que sigue siendo la misma persona. Mide 1’70 y su peso normal es de 55 kilos. Siempre ha sido delgada. La reacción a esa medicación que provocó vómitos y desorden intestinal ¡por el exagerado periodo de tiempo de 2 años!, la dejó con ¡43 kg.! Una pérdida de peso tan drástica que los especialistas del hospital sólo podían achacarlo a que pudiera padecer un cáncer en fase terminal. Tras su hospitalización y las pruebas pertinentes, se comprobó que, afortunadamente, no era ese el caso. De vuelta a la cárcel, durante meses, se la negó un jarabe que podía abrirle el apetito y empezar a coger peso, porque venía en envase de cristal. A los meses, efectivamente, logra que se lo den y la medicina empieza a funcionar. Recupera el apetito poco a poco, pero no logra coger peso (no supera los 46 kg.) El problema es que durante casi los 3 últimos años la camarada se ha visto impedida para hacer una vida “normal”; deporte, lectura, correspondencia, traducciones, estudio, etc… no tenía fuerzas ni para reflexionar sobre su propia situación; sus escasas fuerzas las invierte en sobrevivir; ha sido (y todavía es) una lucha por su supervivencia. Esta situación, como podrá comprenderse, a poco que uno se ponga en su piel, la ha llevado a un estado de ansiedad que no deja de agravarse y provocar, a su vez, toda una serie de efectos dañinos en su salud. Para empezar, la privación del sueño. Casi ninguna noche logra conciliar el sueño por más de 3 o 4 horas, lo que deriva en agotamiento prácticamente crónico para el resto del día; cambios de humor, debilidad física, irritabilidad, agotamiento mental y un sinfín de síntomas derivados de ese estrés y ansiedad. Los días se repiten en una espiral descendente, en tanto en cuanto que la atención médica nunca termina derivando en un seguimiento metódico que garantice una línea continua de observación, test, pruebas, etc., que puedan sostener un diagnóstico objetivo, científico, profesional; necesario para poder establecer un tratamiento adecuado y eficaz. En lugar de esto, la escasez de médicos y el estrés al que éstos, a su vez, son sometidos, les lleva a tratar a los pacientes como a ganado: 200 consultas en una mañana. Esto viene a ser unos 3 minutos y medio por cada paciente: drogadictos, enfermos mentales, depresivos, violentos… todos ellos necesitan tener una atención personalizada pero, sin embargo, se les atiborra de pastillas, medicación psiquiátrica y metadona (la millonada que se embolsan las oligarquías farmacéuticas es un chollo en las cárceles), sin que ningún psiquiatra (o psicólogo) les haga un seguimiento de ningún tipo. Es la manera que tienen de quitarse el problema de encima. Un sistema perfecto para mantener anestesiado a un patio que, en un 80%, está usando y abusando de esta medicación, cuando no, combinándolas con cantidades exageradas (sospechosamente exageradas) de heroína y cocaína entre otras drogas que resultan ser un negocio redondo del que se terminan aprovechando muchos (esto puede ser tema de conversación para otro día que puede dar para mucho) Y, sin ir más lejos, ese es el trato que tanto está perjudicando a Mª José.

Desde hace un par de meses, comenzó a sentir dolor de garganta. Al poco se le inflamaron los ganglios, se le enrojeció todo el interior de la boca y las vías respiratorias nasales, le han salido granos en la garganta, interior de la nariz y labios internos que la dejan la boca en carne viva y que la obligan a respirar con dificultad. Cuando la vi antes de ayer en una video llamada tenía toda la cara inflamada. Me dijo que, además, desde que sufre estos síntomas, se le han picado 2 muelas y no hay dentista para atenderla. Un médico la dio paracetamol y la mandó al módulo. Hasta 15 días después, que pudo volver a apuntarse al médico. Esta vez la mandaron un jarabe, que no se lo dieron hasta una semana después. No tuvo ningún efecto en sus dolencias. Otros 15 días tuvieron que pasar para que otro médico le dijera que ese jarabe no valía para nada… y la han recetado corticoides. ¿En base a qué? Pues no se sabe, porque no hubo ninguna clase de pruebas que indicaran la idoneidad de ese medicamento. Aun así, cuando hablé con ella, llevaba ya 3 días esperando la medicación. Uno no puede dejar de pensar que están experimentando con ella o que, por lo menos, quieren quitársela de en medio cuanto antes y le recetan cualquier cosa. Y, con las experiencias que ya he relatado, cualquier día le vuelven a dar un medicamento fatalmente contraindicado… y ¿entonces qué? Así, hasta que se la quiten de en medio ¿o qué? ¿Cómo puede extrañar a nadie que la camarada sufra ansiedad? Es que la están privando de su ser, la están intentando anular a base de crearle dolencias que nunca había padecido o de agravarle las que ya tenía. Mª José, es una mujer extraordinaria, una combatiente, una resistente, una superviviente… pero están llevándola al límite, intentando postrarla en una cama o en una silla en su rincón del patio, intentando apagar su condición, su vida y su esencia. Ella va a seguir luchando hasta el final, porque su lógica es tan simple como dilapidaría: “Ellos son el fascismo y nosotros la Resistencia Antifascista. Porque existen estos centros de exterminio es por lo que el sistema está podrido desde sus entrañas”. Estas son sus palabras, a las que yo no puedo añadir nada más, porque su claridad es inapelable.

Esperemos que salgamos victoriosos también de esta batalla y pueda incorporarse a su vida habitual… Resistente. Os seguiré informando de lo que acontezca, esperemos que, algún día, pueda daros buenas noticias. Hasta entonces…

¡SEGUIMOS RESISTIENDO! ¡POR EL COMUNISMO! ¡HASTA LA VICTORIA!

Marcos.

Un comentario sobre “Urgente: Marcos Martín Ponce denuncia desde ‘Penados’ de Picassent la terrible situación médica que sufre la presa política antifascista Mª Jose Baños Andujar.

  1. Araceli Contestar

    Todo esto debe hacerse público , no se de que manera se me ocurren algunas.
    El criminal, director, que está realizando el asesinato y sus secuaces lo pagarán ellos mismos lo padecerán
    Maria José, Pathi y los presos políticos y enfermos tienen que salir, y luego inmediatamente el resto
    La cárcel no es un laboratorio, ni un campo de exterminio, no sirven para nada., si no lo saben habrá que hacérselo saber
    No abandones Maria José el pueblo te debemos mucho., gracias por existir

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