Cartas desde prisión
Santiago Rodríguez Muñoz
Cárcel de Jaén, 20 agosto 2017
«Hablas de los efectos perniciosos del calor, unidos a la falta de agua para riego, sobre las plantas cultivadas en el huerto. Pues lo mismo ocurre en esta prisión, solo que en lugar de lechugas y calabazas, son personas las que sufren esa combinación letal. Y es que los rigores estivales jienenses se ven multiplicados en la cárcel, especialmente durante las noches, que son ecuatoriales. Esta provincia tiene en promedio la temperatura mínima más alta del país, por lo que en la celdas crematorias se suceden las noches en las que no se baja ni un momento de los treinta y muchos grados centígrados. A esta situación extrema se le viene a sumar, por más descabellado que parezca, que el acceso a las duchas se encuentra fuertemente restringido, dando lugar a un enorme problema higiénico-sanitario. Un tema que merece una carta monográfica, en la medida en que ilustra a la perfección una serie de parámetros carcelarios, que dejaremos para mejor ocasión.
En estos días se ha producido el 17 de Agosto, una masacre de civiles en pleno centro barcelonés, que apesta a guerra sucia. Un tipo de maniobra en la línea de las soluciones drásticas a la que nos tiene acostumbrados el Estado «profundo» español, organizador del autogolpe del 23-F y de la matanza del 11-M en Madrid, persiguiendo objetivos diferentes en cada momento. Ni que decir tiene que «La Operación Cataluña», de los Villarejo y Cía, con centro en la policía, tiene sus réplicas correspondientes en la guardia civil y en el CNI (la sana competencia inter-cuerpos, ya se sabe) que se estarán desarrollando en paralelo”
Santi
Es la pura y cruda realidad a la que nos enfrentamos